Mozart con el Cuarteto de Cuerdas de la Escuela de Música del Edo. de BCS: Viola, Perla Romero G. Violines, Rodrigo Lluch S. y Francisco López C. Cello Emilio González D. En su Sala de Conciertos el 23 de diciembre de 2014. Producción Olatv.com.mx/

ACTUALIDAD

ORGULLO Y EJEMPLO DEL SECTOR CULTURAL

El 15 de julio de este 2014 ya en fase terminal, la oficina del ejecutivo de BCS recibió la carta que le dirigieron los integrantes del Consejo Académico de la Escuela de Música del estado mediante la cual, luego de reseñar los antecedentes de esa institución que tanto ha servido y prestigiado a nuestra entidad, le plantean la inexplicable situación laboral de su personal docente, “cuyos ingresos provienen en su mayoría de las cuotas de recuperación de los casi 300 alumnos” que ahí son atendidos.
   Dice el escrito que “21 de los 27 docentes con este problema están bajo un sistema de contratación que es por hora, lo que les genera un ingreso inestable pues si en alguna quincena algún alumno se da de baja, sus ingresos se reducen por igual hasta que la vacante se ocupe con otro alumno”, circunstancia que desde luego les produce una injusta irregularidad laboral.
   Informa que los 6 maestros que apoya el INBA tienen igual desprotección pues se desempeñan bajo el concepto de interinato limitado desde hace más de diez años, con plazas en horas que pertenecen a primarias del D. F. Esto, además –manifiestan--  los pone en riesgo de perderlas por efectos de las nuevas disposiciones de la Ley General de Educación.
   Todo ello sin reconocimiento de antigüedad, servicios médicos, escalafón, prima vacacional, aguinaldo y, obviamente, las demás prestaciones a que tienen derecho, lo cual “ha generado una inconformidad generalizada entre quienes, en el cumplimiento de nuestro deber y por el amor que tenemos hacia nuestra actividad, nos hemos solidarizado con la institución aún más allá de nuestras obligaciones, participando en cursos de capacitación, reuniones académicas, conciertos, festivales y todo cuanto permita que la Escuela de Música siga teniendo el nivel y proyección reconocidos por nuestra población”, enfatiza el texto.
   Aclaran los firmantes que la propia dirección escolar y el Instituto Sudcaliforniano de Cultura han hecho su parte en las gestiones respectivas, aunque sin resultados que satisfagan las legítimas demandas de los trabajadores, que intentan una vez más la normalización de su certidumbre laboral.
   Estas preocupaciones fueron planteadas por medio del documento al gobernante antes de iniciar el presente ciclo escolar, aunadas a la comedida solicitud de entregarles las obras de ampliación y el equipamiento pendientes, por lo que le pidieron recibir a  una comisión de profesores para explicarle con mayor amplitud la preocupante realidad de esa institución fundada por el Constituyente Francisco J. Múgica, que es emblema del quehacer artístico sudcaliforniano, a la cual el actual ejecutivo, en algún discurso, ha denominado “orgullo y ejemplo del sector cultural”.

   Cinco meses después continúan en espera de ser atendidos.

CRÓNICA HUÉSPED

INFORME DE LABORES 
DEL GOBIERNO DEL TERRITORIO SUR DE B. C. (1941-1945)*


Por Francisco J. Múgica

No obstante que año por año, desde que me hice cargo del gobierno de este territorio, di a la publicidad el informe que a fines de cada mes de agosto presenté al señor presidente de la República en relación con mis gestiones gubernamentales, procedo a formular una síntesis de la obra llevada a cabo por mi gobierno durante los últimos cinco años, con el propósito de que toda la población de esta entidad tenga un panorama general de la vida pública en el periodo señalado [...]

Cultivo del arte
Evidentemente, la población sudcaliforniana tiene magníficas aptitudes artísticas, por lo que resulta más sensible cuando ha carecido de centros de estudio en donde cultivarlas.
Mi gobierno principió una obra que, sin duda, bien merece que se continúe, no por lo que ella vale en sí, sino por lo bien que la aprovecha el talento de la sociedad sudcaliforniana. Me refiero a la enseñanza musical.
Durante cinco años funcionó satisfactoriamente la Academia de Música en La Paz, que deja como herencia una modesta nota artística y un semillero de pianistas en formación.
En Santa Rosalía se organizó una banda de aliento integrada por cincuenta personas. Para esta banda el gobierno compró los instrumentos musicales y asignó mensualmente una compensación a sus miembros por los servicios que prestan en las audiciones públicas y en los actos cívicos.
El gobierno también dotó con instrumentos musicales a los poblados de San Antonio, Todos Santos, Loreto y Santiago. En San Ignacio y en Todos Santos se establecieron pequeñas academias de música.
Con lo anterior el gobierno ha querido, aparte de favorecer un modesto cultivo del arte, proporcionar los medios para que las poblaciones cuenten con un esparcimiento sano. Sólo lamento no haber hecho más en este renglón [...]

La Paz, Baja California, diciembre de 1945.


* En El general Francisco J. Múgica en Baja California Sur 1941-1946, por Juan Cuauhtémoc Murillo H., CONACULTA, I. S. C., UABCS, La Paz, 2011, págs. 317, 364-365.

LOBOS MARINOS

ACTUALIDAD

PERFIL EDUCATIVO DE SUDCALIFORNIA

La nueva Ley de Educación “para” el Estado de Baja California Sur (22 de abril de 2014, que intentó armonizar con la Reforma Educativa iniciada por el presidente Peña Nieto), en su artículo 7 fracción III expresa que ésta tendrá entre sus fines “Fortalecer la conciencia de la nacionalidad y de la soberanía, el aprecio por la historia, los símbolos patrios y las instituciones nacionales, así como la valoración de las tradiciones y particularidades culturales de Baja California Sur.

Por su parte, el artículo 9 de dicha ley dispone que “Además de impartir la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior, el estado, los municipios y sus organismos descentralizados promoverán y atenderán, directamente o a través de apoyos financieros, o bien por cualquier otro medio, todos los tipos y modalidades educativas, incluida la educación especial, apoyarán la investigación científica y tecnológica; y alentarán el fortalecimiento y la difusión de la cultura local, nacional y universal.

El artículo 12, en su fracción II, dice que es atribución del poder Ejecutivo estatal “Proponer a la Autoridad Educativa Federal, los contenidos regionales que hayan de incluirse en los planes y programas de estudio para la educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestros de educación básica”.

Sin embargo, es evidente el descuido y la desatención que en cuanto a la debida enseñanza y el necesario aprendizaje de contenidos regionales ha sufrido el sistema de educación básica en nuestra entidad, en detrimento de la identidad sudcaliforniana que debe ser fomentada entre los niños, los jóvenes y la población general de Baja California Sur.

¿Por qué y para qué ha de ser fomentada la identidad sudcaliforniana mediante el conocimiento de todo aquello que es propio y parte de Baja California Sur?

Porque despertando y acrecentando en las nuevas generaciones el sentido de pertenencia al solar en que transcurren sus existencias, logros, sueños y esperanzas, es que podrán identificar su presente, sentir orgullo por su pasado y adquirir definición clara de lo que quieren para los tiempos por venir.

Un pueblo con identidad y certeza de ello será el que elabore, adecue y respete sus leyes para conservar y acrecentar lo que posee; uno que cuide y defienda la casa común, que quiera y se halle dispuesto a aportar lo suyo al mejoramiento de lo que tiene, para él mismo y los que vienen.   

Por todo ello, la nueva administración estatal deberá asumir el compromiso de promover las condiciones indispensables para  establecer la obligatoriedad de la inclusión y el ejercicio, en los planes y programas de educación básica, de las materias que tiendan a la comprensión y enriquecimiento de la realidad histórica, cultural y natural de la entidad; esto es los acontecimientos relevantes de su pretérito y en las relaciones de éste con el país y el mundo, los ingredientes valiosos de su cultura (tradiciones, gastronomía, lengua, vestido, literatura y arte en general) y el entorno geográfico.

De forma que al sector educativo le espera, en la satisfacción de este deber, una tarea grata, laboriosa, productiva y (valga el lugar común) trascendente.   


(Imagen de la autoría de Pedro R. González Hirales.)

CRÓNICA HUÉSPED

PRIMERA NAVIDAD EN CALIFORNIA

Por Juan María de Salvatierra*

La víspera de la Natividad [de 1697] bendijo el padre Francisco María Píccolo la nueva cruz e iglesia de árbol blanco, semejante a un árbol llamado sangre de drago, muy frondoso y alegre, de que hay grande abundancia en este valle [de Loreto]; y hemos podido hacer con estos árboles todas nuestras fábricas dentro de la fortificación.
Se estrenó la nueva iglesia con seis misas de Natividad [tres por cada uno de los misioneros], con tanta alegría de todos los pobres pobladores, que todos confesamos no haber tenido mejores ni más alegres fiestas en dichas partes [...]
Y de esta manera pasamos las fiestas de Pascua de Navidad con mucho gozo y alegría, como dije arriba.
Por año nuevo se despachó la lancha a la Nueva España, a Yaqui, para que nos trajese algún socorrito y juntamente dar la nueva de cómo vivíamos y si había llegado a Yaqui alguno de los compañeros españoles movidos de Dios y de María Santísima a esta empresa, por ser tan pocos los conquistadores [...]

* En Misión de la Baja California, por Constantino Bayle, La Editorial Católica, 1941, Madrid, págs. 63 y 67.


(Imagen: dibujo de J. Muñoz López en Noticia de la California y de su conquista espiritual, por Miguel Venegas, Edit. Layac, 3 tomos, México, 1943, t. II.) 

COSTA AZUL A DÚO



Música de Luis Peláez Manríquez (La Paz, BCS, 1903-1977) y letra de Margarito Sández Villarino (San José del Cabo, BCS, 1910, La Paz, BCS, 1938).

ACTUALIDAD

CENTRO MUNICIPAL DE LAS ARTES

   En el transcurrir de su formación social, el pueblo sudcaliforniano ha tenido que enfrentar muchas calamidades opuestas a su natural afán de prosperar en una naturaleza difícil. Ahora también hay problemas y contratiempos, no los negamos ni los rehuimos, pero ante todo ello está la decisión de superarlos y por eso creemos tener más razones para ser optimistas y estar contentos de lo mucho y grande que hemos podido y podemos hacer juntos.

Y es que el jueves 4 de este diciembre fue día de júbilo especial para los pobladores del fraccionamiento El Dorado, de regocijo para la ciudad de La Paz, pero más allá: de contento para todo Baja California Sur porque el Centro Municipal de las Artes fue puesto al servicio del desarrollo de la sensibilidad de los sudcalifornianos, de su talento y gusto por las mejores búsquedas y expresiones de la imaginación y la creatividad.

Y digo “fue puesto al servicio” porque, más que un acto inaugural, la reunión que presidió Esthela Ponce constituyó la puesta en marcha de las operaciones prácticas de la nueva institución, y la apuesta de que empiece pronto a dar frutos en el descubrimiento de la vocación y la inteligencia de los niños, jóvenes y adultos de esa zona tan importante de nuestra capital, que a partir del último mes de 2014 tendrán muchas razones para sentirse orgullosos de sus tareas y productos en el campo infinito de la cultura.

Dicha obra se generó en un requerimiento y una solución que se transformaron en proyecto, derivó en una prolongada gestión y es ya realidad concreta (y de concreto) que se enriquecerá albergando el espíritu de todos quienes a ella concurran a enseñar, a aprender, a admirar, a aplaudir, a sentirse mejores seres humanos.

Es estupendo darnos cuenta de cuánto puede lograr y cómo puede superar obstáculos la coincidencia de propósitos y el empuje coordinado hacia un fin positivo, aunque aparente ser imposible. El nuevo CMA, primero de BCS y de los pocos del país, es monumento tangible a la tenacidad de muchos, que empezó siendo una idea surgida de la necesidad de contar con un sitio dónde encauzar tantas aptitudes y capacidades que sólo esperaban un lugar para desarrollarse, como tendrán oportunidad de hacerlo quienes lo deseen de aquí en adelante.

Está demostrado que ninguna calamidad o desastre han sido suficientes para obstaculizar los empeños de quienes han nacido aquí y quienes han llegado a este suelo en busca de una vida mejor. Permanecemos en él a pesar de que la lucha debe ser más ardua que en otros lugares, pero esta tierra nuestra “es buena, es noble, es tierna”, como la dibujó Fernando Jordán en su poema, y por eso estamos en ella, trabajando todos los días para alcanzar entre todos el progreso, como es justamente el nombre de la importante colonia paceña donde tiene asiento la obra, a cuyos pobladores les fue pedido que se conviertan en custodios para que cada vez más su Centro Municipal de las Artes sea un lugar agradable, de convivencia en un ambiente de calidez, alegría y trabajo productivo en beneficio de cada uno y de todos.

Ese mismo día comenzaron a laborar los siete primeros talleres, y se hallan en lista de espera las ofertas de otros varios maestros que desean colaborar en esta generosa empresa, en la que hay un lugar para cada quien.

Enhorabuena.


(Imagen: El Sudcaliforniano, primera plana, La Paz, BCS, 5 de diciembre de 2014.) 

CRÓNICA HUÉSPED

LOS INDIOS DE CADEGOMÓ PIDEN MISIONERO*

Habían venido muchas veces a Mulegé varios indios de Cadegomó, lugar de la costa del mar Pacífico distante treinta leguas, a pedir con instancias al padre Píccolo que los visitase y les llevase un misionero que viviese siempre con ellos. Él, a pesar de no haberse restablecido de una grave enfermedad, marchó para allá en 1712, acompañado del capitán del presidio y algunos soldados e indios; y habiendo hallado a ocho leguas del mar un lugar a propósito para una nueva misión --el que dedicó desde luego a la Purísima Concepción de la santísima Virgen-- , se reunieron en él todas las tribus de las cercanías, suplicándole encarecidamente que se quedase con ellos, ofreciéndole regalarle las mejores pitahayas y presentándole a sus hijos para que los bautizase. Bautizó en efecto a los párvulos y avarició a los adultos, prometiéndoles un misionero que los instruyese y favoreciese en todo; pero no fue posible plantar la misión hasta el año de 1717, contentándose entre tanto el padre con ir allá algunas veces a instruir y confirmar en su buen propósito a aquellos indios, los cuales también venían con frecuencia a Mulegé y no desistían de sus instancias [...]

(Imagen por J. Muñoz López, en Noticias de la California y de su conquista espiritual, por Miguel Venegas, Editorial Layac, México, 1943, 3 tomos, portada del tomo II.)


* Francisco Javier Clavijero, Historia de la Antigua o Baja California, Imprenta de Juan R. Navarro, Méjico, 1852, pág. 63. Esta obra ha sido publicada varias veces por Editorial Porrúa (México) en su colección “Sepan cuantos...”

DEL JARDÍN


Tomado del CD Cuentos al atardecer, del grupo "Tejedores de
Fantasías", La Paz, BCS, 2014.

ACTUALIDAD

SUDCALIFORNIDAD DEL NOMBRE DE TIJUANA 

La “Expedición Sagrada” que desde la Antigua hacia la Alta California emprendieron por mar y tierra a principios de 1769 el franciscano Junípero Serra, el gobernador Gaspar de Portolá y el capitán Francisco de Rivera y Moncada, estuvo sostenida con ganados, granos, objetos del culto y todo lo demás aprovechable de las misiones de la Antigua California, con lo cual éstas quedaron en peores condiciones de lo que se hallaban luego de la salida de los jesuitas un año antes. Inclúyese a la lista una embarcación decomisada al minero Manuel de Osio. Existen recibos que comprometían al pago de tales adeudos, pero que nunca ocurrió.
   La marcha culminó el 1 de julio de aquel año, y el día 16 siguiente quedó fundada la misión de San Diego Alcalá, primera de la California continental.
   En aquel alevoso saqueo también hubo indios, cuya sangre ayudó a fertilizar las incipientes poblaciones altacalifornianas.
   Ese contingente de origen sudcaliforniano debió haber querido, sin duda, llevar hasta aquellas latitudes las reminiscencias toponímicas de sus antiguos parajes: ¿Acaso no ha ocurrido así con las denominaciones de “nueva” York, y “nueva” España, o “Guadalajara”, en el caso del gallego Nuño Beltrán de Guzmán que decidió imponer el nombre de su ciudad natal española a la por él fundada capital de la “nueva” Galicia, o la colonia “nueva” Guelatao de nuestros compatriotas oaxaqueños en La Paz, por citar sólo algunos de los que podrían ser muchos ejemplos mediante los cuales el recién llegado pretende implantar en el suelo adoptivo algo de lo que tuvo antes, como es algún nombre del terruño añorado? 
   Casi medio siglo antes, y como parte de su penosa caminata desde Loreto a La Paz en 1720 para alcanzar a sus hermanos de religión Juan de Ugarte y Jaime Bravo en el establecimiento de la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz (que ocurrió el 4 de noviembre), el jesuita Clemente Guillén comentó en su diario haber tocado, entre otros muchos, un lugar denominado San Andrés Tiguana (al que había dado nombre él mismo en una marcha previa hacia la bahía magdalena), que algunos interesados en el asunto sostenemos como origen auténtico del nombre de la ciudad de Tijuana. Veamos por qué.
   En la “Expedición Sagrada” debieron haber ido algunos aborígenes sudcalifornianos provenientes de San Andrés Tiguana, que dieron a alguna ranchería ubicada en la zona donde actualmente se asienta la próspera ciudad bajacaliforniana, el nombre evocador de sus orígenes, y le llamaron así, de tal modo que ello invalidaría, en caso de aceptarse, supuestas oriundeces como la del rancho de la tía Juana y otras producto más de la confusión y la especulación que de la certeza documental.  
   En abonos a la cuenta, W. Michael Mathes, David Piñera, Dean T. Conklin y el también muy acreditado estudioso Harry S. Crosby suponen que el nombre “probablemente proceda de un sitio ubicado en Baja California Sur llamado San Andrés Tiguana y que [...] sea muy probable que proviene de una voz indígena que designaba una ranchería con toponimia indígena situada en el sur de la península en el siglo XVIII.”
   Agregan que es “probable que el nombre Tijuana haya sido traído a la región por indígenas catequizados del sur de la península que acompañaban a los soldados o frailes en sus recorridos por el Camino Real misionero, siendo así una corrupción de la voz original Tiguana.”
   El historiador bajacaliforniano Jorge Martínez Zepeda comprueba con documentos “que el primer registro de las variantes del nombre de Tijuana tanto en lengua aborigen como ya españolizado se localiza en documentos de 1806, 1808 y 1809, en el libro de registros bautismales de la misión de San Diego de Alcalá.”
   Encontró que “primero el padre José Sánchez bautizó en 1806 a Ignacio Chischis de la ranchería Llantijuan, y en 1808 a Ayul de la ranchería Lla Tijuan, y luego el padre José Sánchez bautizó a un nativo llamado Antonio Maltas, procedente de la ranchería de “Tía Juana”
   La información expresa que desde estos primeros registros “los topónimos se repetirán constantemente en varias ocasiones en los siguientes años, y que
la variante toponímica entre Tijuana y Tía Juana se puede explicar por una equivocación cometida por el padre, quien al escuchar la palabra ‘Tiguana’ en boca de algún acompañante del indígena recién bautizado, y al no tener familiaridad con el nombre lo escribió como mejor lo entendió, Tía Juana, registrándola de esta manera en el libro de bautizos.”
   Martínez Zepeda, “tras una acuciosa revisión del libro de bautizos de la misión de San Diego", coincide con los autores antes mencionados en considerar que "hay bases bastante razonables para pensar que el vocablo Tijuana es de origen indígena, y que hubo un traslado del topónimo, de sur a norte de la península, lo que es usual en los procesos de migración.”

CRÓNICA HUÉSPED

DESCUBRIMIENTO POR TIERRA DEL PUERTO DE LA PAZ
(Selección, 2/2)

Por Clemente Guillén, S. J.

Día 10 de enero del año 1721. Tomamos la vuelta [de La Paz] para San Juan Malibat, con el consuelo de haber asistido  a muchos bautizos de párvulos y apadrinándolos en la nueva misión, y de haber visto hacer paces a los isleños del Espíritu Santo y San Joseph con estos naturales de La Paz, sus capitales enemigos; las han hecho procurándolo el padre visitador Juan de Vgarte y padre Jayme Bravo, y esperamos que estando ya estos indios de La Paz a la protección de la pacificadora María Santísima, serán estables estas amistades, y asimismo las harán éstos cliéntulos de la pacífica Reina con los pericúes que hacia el cabo, y aripes de la tierra adentro, con quienes siempre han tenido graves dificultades, si es verdad lo que ellos mismos cuentan.
   Salimos del Pilar de La Paz bien aviados de bastimentos y proveídos con bastante regalo de la caridad del padre Jayme Bravo. La carga, convidando a ello bahía de adentro, se condujo por el mar en una canoa. Los soldados e indios amigos con las bestias por tierra recorrieran parte de la bahía, y en un carrizal a sus orillas hiceron algo, donde también llegó la carga felizmente. Se anduvieron esta tarde 3 leguas. Se nos han quedado por enfermos algunos de los indios amigos, a quienes el trabajo de algunas expediciones imposibilitó para la vuelta por tierra., que habían de hacer a pie, irán dentro de pocos días en la balandra con más comodidad; nos hacen grave falta para pasar por entre rancherías, porque es poca la gente que ha quedado buena para la vuelta.
   [...]
   Día 19. Salimos como a las cinco de la mañana del paraje, y a las 3 leguas pasamos no muy lejos de una ranchería cerca de San Cosme Kodaraquí, mas por estar extraviada no llegamos a ella, ahorrándoles a las bestias y gente de a pie ese rodeo. Prosiguiendo el camino pasamos las rancherías de San Borja Cutuihue, y San Andrés Tiguana –donde no hallamos gente--, que vimos cuando se entró a la [bahía] Magdalena [...]
   [...]

   Día 23. Entramos en San Juan Malibat, habiendo caminado las 8 ó 9 leguas que hay, felizmente, y ha sido grande el júbilo del pueblo: aquí hallamos, buenos ya, a los que quedaron enfermos en el Pilar de La Paz, quienes, embarcados en la balandra Triunfo de la Santa Cruz, arribaron con prosperidad a Loreto y se restituyeron a su pueblo [...]

SUITE LA PAZ

(Empieza a los 20:35 minutos) De Jozef Olechowski (piano). Violín: Kazimierz Olechowski. Estreno en la Sala de Conciertos de la Escuela de Música de BCS, en La Paz: Amanecer, Raquel, Navegando, Encuentro con las ballenas (canto-romanza y danza-fantasía), La siesta, Atardecer, Canción de cuna para una niña guaycura y Nuestra canción por La Paz. Producción: Olatv.mx/

ACTUALIDAD

ANIVERSARIO DE LA MISIÓN DE LA PAZ

El 4 de noviembre de 1720 quedó fundada la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz “Airapí”, por los jesuitas Juan de Ugarte y Jaime Bravo, a los que se agregó un mes más tarde el padre zacatecano Clemente Guillén, quien con un pequeño grupo viajó por tierra desde Loreto.
   A este acontecimiento se hallan relacionados por lo menos tres hechos también significativos para nuestra historia regional: el de que la embarcación que llamaron el Triunfo de la Cruz, en que los dos primeros hicieron la travesía desde la capital loretana, fue la primera construida enteramente en lo que hasta entonces era conocido como las Californias (desde el cabo de San Lucas hasta San Francisco, al norte continental), en la sierra de la misión de Guadalupe Guasinapí, con maderas de güéribo (Populus brandegeei), mediante mano de obra indígena y bajo la dirección del mismo padre Ugarte.
   El establecimiento paceño, noveno en la lista de fundaciones jesuíticas, había sido financiado por don José de la Puente y Peña, marqués de Villapuente, y se extendió luego a las visitas de San Blas, Ángel de la Guarda y San Hilario. Sirvieron como ministros en ella el mismo sacerdote Bravo (de origen español), William Gordon (escocés) y Sigismundo Taraval (italiano), hasta que debió ser abandonada debido a la hostilidad indígena que tuvo su momento más dramático en la rebelión de 1734-1736 que se inició en el sur peninsular y se extendió hasta los confines norteños.
   Una segunda derivación notable de la fundación a que ahora nos referimos, es la circunstancia de que, a partir del desarrollo minero de la región de San Antonio (al sur de La Paz) por Manuel de Osio, cerca del poblado de Las Casitas tuvieron lugar los trabajos en la mina a la cual fue dado el título de “El Triunfo”, y que con el tiempo recibió la población que hoy conocemos con ese nombre, en evocación a la pequeña balandra de Ugarte que condujo a la creación misional de la actual capital de Baja California Sur.
   Un tercer hecho sobresaliente es el de que, como parte de su penosa caminata desde Loreto a La Paz, Guillén comentó en su diario haber tocado, entre otros muchos, un lugar denominado San Andrés Tiguana (al que había dado nombre él mismo en una marcha previa hacia la bahía magdalena), que algunos sostenemos como origen auténtico del nombre de la ciudad de Tijuana, lo que descarta supuestas oriundeces como la del rancho de la tía Juana y otras producto más de la confusión y la especulación que de la certeza documental.  A ello podremos referirnos más detalladamente en ocasión posterior.

CRÓNICA HUÉSPED


 DESCUBRIMIENTO POR TIERRA DEL PUERTO DE LA PAZ
(Selección)

Por Clemente Guillén, S. J.

Lunes 11 de noviembre del año 1720. Salimos de San Juan Malibat y se llegó hasta Catechiguajá por mal camino; tiene éste dos muy malas cuestas y un malo y pedregoso paso por orillas de la mar. Se anduvo felizmente porque la mayor parte de la carga se condujo en una canoa.
   Día 12. Llegamos a Pucá; había como 5 leguas, casi todo de camino pesado por cuestas y playas pedregosas. En esta ranchería acaba la lengua de Malibat, ramo de la laymona.
   Día 13. Esperamos a que se amansase el mar, por pasar la mayor parte de la  carga en la canoa hasta Apaté; mas habiendo amanecido el día 14 enfurecido aún el mar, y sin muestras de abonanzar presto, dejando el grande alivio de la canoa se determinó transportar por tierra en las mulas toda la carga.
   Día 14. Hicimos el camino a Santa Daría Acuré por cuestas y por lomas; se andarían 7 leguas. Aquí comienza el territorio de los guaycuros, o nación cure.
   Día 15. Entramos en San Carlos Aripaqui, habiendo caminado como 5 leguas. Se subieron las dos cuestas de Acuré y Aripaqui con grandes desavíos de las cargas, de las cuales muchas rodaron varias veces, con grave riesgo de matarse las mulas; otras se descomponían de modo que nos retardaron el camino, y así se trabajó mucho en salir de estas cuestas. En una loma cercana a Aripaquí halló el señor cabo Ignacio de Rojas una veta de metal de fuego que, según él mismo y otros que lo entienden, dicen tener buena ley de plata. Fuimos bien recibidos de la gente de Aripaqui. Se trabajó bien en abrir pozo o bateque para las bestias. Esta tarde se exploraron 2 leguas adelante.
   Día 16. Pasamos a San Gregorio Atembavichi; se andarían como 3 leguas de buen camino; en él hallamos un estero rodeado de tequesquite, cosa que consoló mucho a nuestra gente por lo muy necesario del género para la fábrica de jabón [...]
   Día 17. Llegamos a Santa Izabel Cuhue; se harían 7 leguas de camino, su primera parte por playas pedregosas, las otras dos por arroyos y lomas muy bhien empastadas. Al llegar a Cuhue hay tres malos pasos. Hoy se exploraron como 2 leguas hasta San Feliz Acui, ojo de agua pequeño.
  
[...]
   
   Día 6 [de diciembre]. [...] Cuando divisamos la balandra en el puerto y las barrancas en tierra, fue grande nuestro gozo porque todos, españoles e indios amigos se hallaban muy quebrantados del gran trabajo de esta expedición [...] En esta nueva misión del Pilar de La Paz fuimos todos los caminantes recibidos y regalados de los padres [Ugarte y Bravo] con caritativa amplitud.

   [...]

CANCIÓN DE CUNA PARA UNA NIÑA GUAYCURA


De la suite La Paz, de Jozef Olechowski, estrenada el 21 de octubre de
2014 en la Sala de Conciertos de la Escuela de Música de BCS.

ACTUALIDAD

LA REFORMA QUE VIENE      

En el conjunto de reformas estructurales que el gobierno de Enrique Peña Nieto se comprometió a promover para fincar a partir de ellas el desarrollo presente y por venir de México, deberá estar la reforma a los artículos 115 y demás relativos de la Constitución General de la República, referidos al municipio mexicano.
   Dicho artículo habla, como se sabe, de la composición política de este tercer orden de gobierno, más que gobierno de tercera como ha sido hasta hoy, y no por falta de visión del constituyente de 1917 sino porque ahora son otras las circunstancias del país.
   En sus partes sustanciales, el citado dispositivo estipula que “Los presidentes municipales, regidores y síndicos de los ayuntamientos [...] no podrán ser reelectos para el periodo inmediato.” Independientemente de que algunos mantengamos convicción antireeleccionista, estamos de acuerdo en que este óbice puede ser objeto de revisión y, en su caso, de modificación si se ve que en ello va el bien del país.
   Añade que “Los municipios estarán investidos de personalidad jurídica y manejarán su patrimonio conforme a la ley”, así como que los ayuntamientos “tendrán facultades para aprobar, de acuerdo con las leyes en materia municipal --que deberán expedir las legislaturas de los Estados--, los bandos de policía y gobierno, los reglamentos, circulares y disposiciones administrativas de observancia general dentro de sus respectivas jurisdicciones, que organicen la administración pública municipal, regulen las materias, procedimientos, funciones y servicios públicos de su competencia y aseguren la participación ciudadana y vecinal.”
   La fracción tercera dice que los municipios deberán cubrir los servicios públicos y funciones siguientes: agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales, alumbrado público, limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos, mercados y centrales de abasto, panteones, rastro, calles, parques y jardines, seguridad pública, policía preventiva municipal y tránsito “y los demás que las legislaturas locales determinen según las condiciones territoriales y socioeconómicas de los municipios, así como su capacidad administrativa y financiera.”
   En este último aspecto se dice también que los municipios “administrarán libremente su hacienda, la cual se formará de los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así como de las contribuciones y otros ingresos que las legislaturas establezcan a su favor y, en todo caso, percibirán las contribuciones, incluyendo tasas adicionales, que establezcan los estados sobre la propiedad inmobiliaria [...],  las participaciones federales y  los ingresos derivados de la prestación de servicios públicos a su cargo.”
   Y aquí viene otro asunto muy interesante, y es el que se refiere a que “sólo estarán exentos los bienes de dominio público de la Federación, de los Estados o los Municipios [...]”
   El único impuesto que va directamente al municipio es el predial, pero resulta que éste tiene en la actualidad muchas excepciones, como los aeropuertos, las iglesias, las escuelas, la CFE y hasta Telmex (que carece hasta hoy de la obligación de cubrir impuestos por sus casetas y publicidad en la vía pública). Inusual, pero justo, es el hecho de que el municipio de San Luis Potosí haya ganado recientemente una controversia a la empresa telefónica de Slim, la cual llegó a 60 millones de pesos por uso de vía pública; esto crea una jurisprudencia que deberá ser útil en demandas posteriores.  
   Durante el seminario “Encuentro por la Federación y la Unidad Nacional” (mesa 5: ¿Está en crisis el municipio?) que se efectuó el día 2 de este octubre en el Senado de la República, Sergio Arredondo Olvera, quien dirige la Federación Nacional de Municipios de México, afirmó que el modelo municipal en México (centenario en este 2014) está agotado, y por esto tiene que cambiar, argumentó el ponente,
   Subrayó el hecho de que el municipio, primera instancia del contacto ciudadano con su autoridad, así como ésta, son considerados como menores de edad o tácitamente incapaces, y su significación es, en consecuencia, limitada por un paternalismo federal y estatal que funciona más bien como camisa de fuerza, que acota de manera abusiva las potencialidades de la gente que vive y se desenvuelve en su hábitat político fundamental que es el municipio.
   Habló de  una “debilidad hacendaria inaceptable” porque, nótese bien: del fondo general de participaciones (reparto presupuestario nacional), el 80 % se lo queda la federación, el 16 % es para repartir en las 32 entidades federativas, y sólo el 4 % está destinado a la totalidad de los municipios. Los suecos, en cambio (por citar sólo un ejemplo), otorgan el 94 % de sus ingresos fiscales al municipio.
   El escepticismo social por el insuficiente desempeño de la administración municipal en materia económica ha llevado a culpar de ello a los ayuntamientos, siendo que su exiguo beneficio es a causa de un obsoleto funcionamiento del régimen municipal, derivado básicamente de la precaria asignación de recursos a éste.
   Dijo el municipalista en su intervención que “se requiere un federalismo más vigoroso... una revolución urbana..., tenemos que crear un nuevo modelo municipal para nuestro país, con mayor equidad entre esos tres órdenes de gobierno y poniendo a los ciudadanos en el centro...).
   Afirmó que “el municipio debe ser actor clave en el desarrollo de nuestro país” y concederle mayor autonomía, así como equidad fiscal y presupuestaria. Para apuntar una incongruencia en este sentido, recuerda que el impuesto de alcoholes es recaudado íntegramente por la federación, y el trabajo de lidiar con los borrachos debe ser asumido íntegramente por el municipio.
   En el mismo orden de ideas, recuérdese que los impuestos sobre la pesca son federales, y es el ayuntamiento el que tiene la obligación de prestar los servicios públicos a las comunidades que se dedican a esa actividad. Le es exigido el trabajo de rellenar los baches (lo cual está en capacidad de hacer con su personal y equipo), pero carece de una partida presupuestaria para comprar chapopote.
  Cada competencia debe tener sus recursos, sostiene Arredondo Olvera; es lo justo y coherente, pero resulta que en la actualidad se exige al ayuntamiento atender servicios para los que no se le asignan elementos pecuniarios.
   En la reforma municipal que viene, se deberán, pues, hacer modificaciones sustanciales en materias institucional, política y hacendaria, dando voz y voto a las representaciones municipales en las decisiones que atañen al país.
   Del 20 al 22 de noviembre próximo se llevará a cabo en la capital jalisciense la Conferencia Nacional de Municipios donde asistirá el presidente de la República, quien ya ha demostrado su interés en el asunto y en la reforma que seguramente está por llegar, para que el municipio se haga fuerte y haga fuerte a México.
   (Imagen: La Patria, óleo sobre tela de Jorge González Camarena.)


   Se sugiere conocer a este respecto el videograma http://www.youtube.com/watch?v=R_GsVtvmAyw/

CRÓNICA HUÉSPED

CALIFORNIA: LABORATORIO DE SÍNTESIS BARROCA


Por Antonio Pompa y Pompa.*

El barroco es el alma y expresión del México integrado, del México auténtico. De aquel México que es y será plenamente síntesis de lo universal, y que está en dinámica formación. Es el barroco, pues, la auténtica expresión de México; sin entender nuestro barroco es imposible interpretar el alma de México. Este barroco lo tenemos manifiesto, con altibajos, en todas las expresiones del mexicano, en la literatura, en la poesía muy particularmente, en la arquitectura con su estupenda floración en el siglo XVIII, y en toda su extensión biotipológica en el extenso y maravilloso territorio mexicano, lleno de actitudes que son genuina expresión de una sensibilidad barroca.
   El barroco mexicano –dice Octavio Valdés—es la inquietud de la línea, línea sin reposo en perpetuo devenir, como persiguiendo la expresión de algo que no acaba nunca de manifestar. Ignora los perfiles estrictos y, en constante aventura, se lanza hacia arriba por veredas inesperadas, tejiendo inverosímiles laberintos y, cuando tropieza con los términos arquitectónicos, se escapa de las limitaciones, derramando en el espacio jardines increíbles.
  así es la expresión genuina del alma del mexicano. Mas si estudiamos las manifestaciones insospechadas en la expresión de México, encontramos –ya lo hemos dicho—cierta limitación en el aparcelamiento de la idiosincrasia regional. Todo mexicano está sujeto a un común denominador, pero con una serie de peculiaridades, con una serie de aspectos y manifestaciones que, dentro de ese común, tiene una particularidad que le limita y le hace diferente de sus costumbres y por su región.
   El yucatanense difiere del veracruzano y ambos del norteño, del hombre del bajío, del tapatío o del hombre de la costa occidental; hasta en su alimentación, el sonorense come y actúa de muy diverso modo que el hombre de Chiapas o del tabasqueño. Su paisaje es distinto, su paisaje diferente. Su conciencia aparenta complicaciones y expresión amargada como si fuese víctima de algunas frustraciones; ello es explicable, su mestizaje va hacia lo integral, mas aún no está integrado. Quiere expresar realidades y realizaciones que ha concebido pero que aún no experimenta por su propio sentido; por ello, en forma volcánica a veces, a veces brutal, trata de explicar, y al explicar complica en formas de expresión dinámica.
   A todo este barroquismo aparcelado en el extenso solar mexicano, se vuelca en la California por medio de la inmigración y, como ya hemos dicho en ocasión antecedente, la California se convierte en laboratorio de síntesis barroca del barroquismo mexicano.
   Para el historiador, para el sociólogo, para el economista, para el antropólogo social, para el psicólogo, la península de la Baja California es el mejor laboratorio para la especulación del mestizaje mexicano, de ese mestizaje cultural que nos hace universales dentro de ese estudio de ecumenidad con tónica mexicana.
   Como el mare nostrum de los romanos y de los griegos, así el golfo de California o mar de Cortés está reconcentrando los estratos de las expresiones mestizas de esas parcelas que hacen de México un mosaico.
   Si en México se está gestando un mestizaje cultural, más que somático, progresivo e ininterrumpido, en la península de la California se está operando el mismo fenómeno, pero con una violencia, con un acelerado movimiento que se presta para la especulación y para augurar la forma en que el auténtico México se está formando.
   México, indiscutiblemente, está en un carril dinámico, pero la California opera esa integración con mayor rapidez, con mayor urgencia, y esto tiene una explicación lógica: en la provincia se hace un haz de voluntades que integra la idiosincrasia regional, su paisaje, su tradición, la herencia familiar, las costumbres conservadoras de lo propio, de aquello que “no se encuentra en otra parte fuera de su provincia”.
   Pero cuando el provinciano sale en plan de aventura y aposenta en territorio de la California, inhóspito y bello, su psicología se disloca y encuentra una comunidad de semejantes en igual proceso espiritual, y entonces forma y constituye un haz barroco, un haz embrionario de auténtica mexicanidad.
   Por ello la California se ha convertido en un laboratorio del mexicano del mañana.
   (Imagen: Diálogo de las caracolas, óleo de Alejandro Angulo Green.)


* En Antonio Pompa y Pompa, Espejo de provincia (Geografía del paisaje mexicano), Edit. Porrúa, México, 1975. 

CORAZÓN VAQUERO

ACTUALIDAD

8 DE OCTUBRE: ANIVERSARIO 40

La noticia fue conocida por el pueblo sudcaliforniano aquel 10 de mayo de 1974, por conducto del gobernador Félix Agramont, en conferencia de prensa al regreso de uno de sus viajes de trabajo a la ciudad de México: La presidencia de la República consideraba que ya estaban dadas las condiciones para la transformación política del Territorio de Baja California Sur, y esperaba la opinión favorable de sus habitantes para iniciar el proceso respectivo.
   El 1 de junio siguiente, como parte del programa del día de la Marina en Cabo San Lucas, fue entregada al titular del ejecutivo federal la petición popular de proponer dicha conversión al Constituyente Permanente de la Unión las modificaciones relativas de la Constitución General.
   Tres meses después, en su cuarto informe a la nación, el presidente Luis Echeverría anunció que en el presente periodo de sesiones habría de enviar la iniciativa para erigir a Baja California Sur y a Quintana Roo en estados de la federación mexicana, lo cual hizo con fecha 2 de septiembre.
   Aprobada por la  Cámara de Diputados el día 17, y por la de Senadores el 24, así como por la mayoría de los congresos estatales del país, el 8 de octubre apareció publicado el decreto correspondiente en el número 26 del Diario Oficial del gobierno de la República, que comprende de la primera a la séptima páginas.
    Nacieron así las nuevas entidades federadas mediante las reformas constitucionales a dieciséis artículos, el principal de los cuales fue el 43, que habla de las partes integrantes de la federación y las coloca en orden alfabético, de modo que nuestro estado pasó a ocupar el tercer lugar de la lista después de Aguascalientes y Baja California, a la que desde 1952 había sido adjudicado como nombre propio el de toda la península.
   Pudiéramos preguntarnos si 40 años más tarde se han cumplido las expectativas que generó la conversión política en la que fueron comprometidos los empeños históricos de la sociedad sudcaliforniana para la felicidad de sus descendientes.
   Cuarenta años después asumimos el deber y el derecho a intentar la búsqueda de resultados tangibles de los empeños de este pueblo encabezado, en cada etapa de su transcurrir, por nuestras figuras relevantes cuyos afanes constituyen ejemplos que no hemos aprendido o que hemos olvidado en la rutina, el apoltronamiento, el dejar hacer y el dejar pasar.
   En el estricto recuento que obliga a efectuar el presente aniversario cuarentenal, surge como índice acusador la interrogante de qué hemos hecho después de que iniciamos los sudcalifornianos la consolidación de la vida estatal mediante la creación de instituciones con genuina visión de estado, con proyección trascendente, para el desarrollo de la inteligencia, las capacidades, la creatividad, la imaginación creadora y el trabajo productivo de los sudcalifornianos.
   Y luego, el extraordinario tesón que fue puesto en el arranque para un desarrollo regional que parecía indetenible en todos los aspectos, fue trastocado en sólo confrontación política de la que resultaron innumerables víctimas por el encono absurdo, el desencuentro inútil y el retardo consecuente en el logro de las metas ancestrales de este pueblo.
   Sudcalifornia tocó la puerta al siglo XXI pero quedó afuera, sin las provisiones que da la conciencia histórica, carente por tanto de perspectiva definida hacia adelante y de proyecto para edificar su futuro.
   En los recientes tres lustros, en estéril contemplación hemos visto administrar los asuntos públicos y gastar –que no invertir— los escasos recursos propios y los que aporta el gobierno federal, así como enajenar el patrimonio de todos, sin que la suma resultante haya satisfecho en modo alguno las exigencias fundamentales de esta sociedad, ayuna de objetivos a plazos más allá de la inmediatez, la improvisación y la ocurrencia.
   BCS sigue siendo una carga económica para el resto de los mexicanos, por eso los viejos ideales de esta tierra han concitado el propósito de ser autosuficientes, por lo menos en los requerimientos básicos, y no se advierte desde hace quince años algún plan que nos conduzca hacia allá, entretenidos en pequeñas obras que poco o nada significan frente al cúmulo de insuficiencias que verdaderamente nos apremian.           
   Pero lo que nos urge sobre todo ello son guías que coordinen con espíritu resuelto y denodado, acción decidida y pragmatismo resolvedor las potencialidades de los sudcalifornianos y las encaminen a su propio progreso y, en lo posible, al beneficio del país al que pertenecemos. Ya va siendo hora (a poco tiempo de celebrar los funerales del presente cuatrienio estatal) de que los sudcalifornianos empecemos a preguntarnos cuáles son los escenarios deseables para el porvenir cercano y remoto de Baja California Sur, y cuáles las características imprescindibles de su nueva administración ejecutiva, legislativa, judicial y municipal.
   Hemos crecido demográficamente mas no en la calidad de los factores que inciden de modo sustancial en la convivencia colectiva: los niveles de paz y tranquilidad que habíamos logrado y de los que teníamos orgullo legítimo, han venido a menos por la ineficiencia, la corrupción y la impunidad.
   Nuestra sempiterna alianza con la naturaleza está ahora amagada por los riesgos de la minería tóxica, que amenaza con envenenar nuestro medio ambiente, hasta hace poco tiempo a salvo de tales peligros.
   Al final del camino de sus desventuras y búsquedas, nuestros antecesores hallaron en esta California el paraíso, como se los anunció la leyenda, y aún lo sigue siendo, en alguna medida, a pesar de todo. Por eso hay razones para ser optimistas.
   Pero antes tendremos que ajustar los procedimientos de control de los recursos y gastos de la administración pública, ya que resultan evidentes los daños incalculables que la rapiña, la desviación de fondos, la irresponsabilidad, el nepotismo y todos los males que acarrea la corrupción, han causado a Baja California Sur.  
   De este repertorio, esbozo apenas de las exigencias que pudieren advertirse para el avance sudpeninsular, habría de derivarse un amplio espectro de tareas de planeación, proyección, programación y ejecución que los nuevos equipos de gobierno deberán estar en capacidad de  emprender.
   Hace ya tiempo que llegó la hora de entrar a la modernidad que significa nada menos que entrar a la competencia, buscando ser competentes para lograr ser competitivos. Significa estar dispuestos a la confrontación en calidad y en cantidad con razonables probabilidades de resultar siendo los mejores; a medirnos con dignidad frente a contrapartes de mayor vigor con el propósito de someter nuestras deficiencias mediante la realización de esfuerzos necesariamente superiores.
   En este proceso no tienen cabida los torpes, acomodaticios, ignorantes y rutinarios: éstos tienen sólo lugar en la retaguardia, para hacer bulto, con el fin de proporcionar a la marcha un contrapeso dialéctico.
   Modernización es disciplina, orden, observación y cumplimiento a las reglas; si éstas no se ajustan al empeño modernizador, habrá que cambiarlas. Pero después de acordadas, acatadas, porque en el caos nada fructifica, y la modernización es transcurso del que se esperan frutos, grandes y consistentes frutos.
   Para recorrer exitosamente  el camino de la modernización se requiere coordinación entre todos los factores participantes, porque debe estar presente la armonía en la concertación y el consenso. Debe tener el forzoso ingrediente de la planeación pues a tontas y a locas no se llega a ninguna parte, y ha de sustentarse todo ello en la organización para jerarquizar las acciones prioritarias y las importantes, administrar (que no burocratizar), informar, evaluar y corregir.  
   Detrás de un empuje de modernización debe estar, sin duda, la certidumbre de que se puede triunfar sobre las propias fallas para mejorar, pero igualmente la convicción de que habrá que ponerle muchas ganas al asunto. Seguramente implicará cancelar hábitos y comodidades, modificar definiciones, conceptos, juicios e ideas, todo con diáfana orientación a la eficacia y la productividad.
   Ha de irse hacia la modernidad con la conciencia puesta en el esencial valor que para ella tiene la cultura, pues, como afirmaba Carlos Fuentes, “si algo ha revelado la crisis actual, es que mientras los modelos políticos y socioeconómicos se han derrumbado uno tras otro, sólo ha permanecido de pie lo que hemos hecho con mayor seriedad, con mayor libertad y también con mayor alegría: nuestros productos culturales...”
   En la modernización hay que ejercer la crítica, insoslayablemente, que tiene que ser, ante todo, autocrítica, para conocer nuestras fuerzas, carencias y posibilidades; para, en suma, caracterizar nuestra autenticidad, con vista a alcanzar seguridad de lo que podemos y estamos dispuestos a lograr.
   Que el proceso de modernización, entonces, nos encuentre dispuestos al cambio en este cuadragésimo aniversario estatal, preparados a administrar con ahínco nuestras energías y potencialidad, facultades y fortaleza, sobre el cimiento firme de la historia y el recurso invaluable de la cultura.


(Imagen: yourswallpaper.com/)

CRÓNICA HUÉSPED

IV INFORME DE GOBIERNO
(FRAGMENTO ALUSIVO)

En este año, México conmemora los 150 años del establecimiento de la República Federal [...]
   En los territorios de Baja California Sur y Quintana Roo hemos desplegado sustanciales esfuerzos para apoyar los de los propios habitantes a fin de que su incrementada población cuente con las obras de infraestructura y los recursos necesarios para sustentar su autogobierno. La carretera transpeninsular ha vinculado definitivamente a Baja California al resto de la patria. En ese territorio y en el de Quintana Roo se multiplican las actividades agropecuarias, pesqueras, industriales y turísticas.
   Durante recientes visitas realizadas a estos dos extremos del país, los representantes de sus más importantes sectores reiteraron vigorosamente que, en virtud de que esas entidades cumplían ya con los requisitos establecidos por la fracción II del artículo 73 de la Constitución, debía llevarse a cabo su transformación en estados libres y soberanos.
   Recogimos con la mayor simpatía ese justo anhelo y, después de haber realizado los estudios correspondientes, hoy podemos anunciar a los pueblos de ambos territorios —que durante tantos años afrontaron el aislamiento físico del resto de la República, respondiendo siempre con espíritu patriótico, ánimo esforzado y ejemplar laboriosidad--  que durante el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión que hoy se inicia, enviaremos la iniciativa de reformas a la Constitución que, de ser aprobada, hará nacer los estados de Baja California Sur y Quintana Roo.
   Con esto no sólo se satisface un viejo anhelo de los habitantes de estas regiones, sino también un antiguo propósito nacional que hace culminar el proceso de integración federalista iniciado en la primera Constitución Federal hace 150 años.
   Los territorios desaparecerán de nuestra realidad política, económica y social. México reafirma su comunidad nacional basada en el concierto de entidades iguales y soberanas [...]

Luis Echeverría Álvarez,
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

México, D. F., 1 de septiembre de 1974.

LAS MÁS NORTEÑA DEL PACÍFICO DE BCS

ACTUALIDAD


VIRTUDES DE ODILE

Si soslayamos un poco (sólo un poco) los efectos desastrosos que produjo el huracán “Odile” en Baja California Sur, podremos coincidir en que ocurrieron hechos positivos, por un lado, y por otro que evidencia la buena materia prima de que está hecha la sociedad sudcaliforniana.
   Sobresaliente fue ver, merced a la breve desconexión con la Internet, a todo el mundo como en los tiempos pre celulares, cuando las personas estaban atentas a su prójimo y a las cosas, sin que estuviesen con la mano sujetando al seductor adminículo contra la oreja, trasladadas mentalmente a otra parte, ausentes de la realidad de su entorno, o picando obsesivamente el teclado en uso de las múltiples posibilidades de la red móvil y del aparato en cuestión.
   Y a los niños lejos de su tablet y los iLoquesea, hablando con sus papás y sus hermanos en todas partes, en una especie de forma de comunicación sorpresiva y recientemente descubierta.
   A tales ventajas (lamentablemente estacionales) habrá que sumar el orden en que la mayoría se condujo durante la experiencia post ciclónica en las filas que debieron formarse en las hieleras, los expendios de gasolina, centros de abastecimiento doméstico y demás sitios de concurrencia pública.
   En tal contexto debe subrayarse la cortesía que, una vez más, pusieron en ejercicio los conductores de automóviles al conceder el paso en el turno de llegada al crucero, tanto a peatones como a vehículos, convirtiendo en auténticos “cuatro altos” las intersecciones donde los semáforos quedaron inutilizados. Debe decirse, en honor a la verdad, que esta práctica es ya habitual, por lo menos en la capital de BCS, cada vez que uno de esos cromáticos artefactos de señalización deja de funcionar.
   Hubo autoridad vial que colocó peanas con el conocido anuncio de “4 altos”, pero los choferes ya habían dado solución al evento.
   También nos sirvió para apreciar la prontitud con que autoridades federales, empresas nacionales y organismos paraestatales se abocaron a la atención de las urgencias. Las estatales, por su lado, y a pesar de que el fenómeno les frustró el puente, dejaron la buena impresión de que el asunto les preocupaba.
   La visita de Odile también registró nuevos testimonios para valorar la actitud de servicio de tiempo completo que tiene la presidenta municipal de La Paz para la comunidad puesta a su cuidado, en tareas que procuraron atención pronta y eficaz a la diversidad de dificultades que debió enfrentar otra vez la población del municipio. Congratula saber que, en cualquier circunstancia que requiere liderato y capacidad de convocatoria, Esthela Ponce sabe cómo hacerse cargo de su responsabilidad, con oficio político y pragmatismo resolvedor.
   Odile, pues, nos deja varias lecciones que se insertan en la experiencia histórica de esta ciudad, que ha sido invariablemente capaz de asumir con coraje y decisión sus problemas. De modo contrario a como ocurre en otras partes, en general el esfuerzo que emplearía en quejarse lo aplica en la búsqueda de remedios.
   Así es La Paz. Así ha sido siempre...   

                         

CRÓNICA HUÉSPED


HURACANES EN LA ANTIGUA CALIFORNIA

Por si pudiere servir de consuelo a quienes afectaron los embates de “Odile” en Baja California Sur, a continuación se ofrece un texto breve del padre Miguel Venegas, que forma parte de sus “Noticias de la península americana de California”, en que habla de fenómenos de similar naturaleza desde principios de la ocupación jesuítica de este territorio colonial:   
   “En el otoño del año 1717 sobrevinieron a la California y su golfo, tan terribles y espantosos huracanes por espacio de tres días acompañados de aguaceros tan fuertes y copiosos que, arrebatando y destrozando cuanto encontraban, derribaron la iglesia y casa del padre Ugarte, salvando éste la vida al abrigo de un peñasco, donde se mantuvo expuesto al agua veinticuatro horas: destrozaron todas las demás de las otras misiones: cegaron la zanja y rompieron la presa de San Xavier, y aun robaron la tierra cultivada allí, y en Mulegé casi del todo, quedando cubierto el suelo de pedregales.
   Tal fue la violencia del viento y de las mangas que, cogiendo desprevenido en Loreto a un muchacho español llamado Mateo, le arrebató y nunca más apareció vivo ni muerto, por más que se buscó. El mismo rigor sufrieron algunas embarcaciones de buzos que estaban sobre la costa de California: perdiéronse dos de unos vecinos de Compostela, ahogándose cuatro personas, salvándose las demás en dos balandras mayores que se hallaban surtas cerca, en buen abrigo, amarradas con fuertes anclas y con gruesos cables. Éstas condujeron a los náufragos después de la tempestad a Loreto, donde el padre Ugarte los recibió y alivió con heroica caridad, hasta que pudieron ser conducidos a Nueva Galicia en el barco del virrey, que presto se perdió, a cargo de don Juan Bautista Mugazabal, alférez del real presidio.
   Antes y después han sentido los padres algunos huracanes y aguaceros desde su entrada, mas ninguno tan fuerte y continuo. Si de éstos ha habido muchos en los siglos anteriores en la California, no será maravilla que hayan despojado su suelo de toda la tierra movediza, quedando desnudos los peñascos de las montañas y cubiertos de pedregales sus hondos y llanuras.”
   Eran tiempos más difíciles y las condiciones más precarias que las nuestras, pero también es cierto que estas calamidades han ido forjando el carácter de los californios (nativos e inmigrantes) para enfrentar las circunstancias en franca desventaja por razones de la insularidad y la carencia de casi todo.
   Sin embargo, la decisión de permanecer aquí ha sido mayor que las dificultades. Ello ocurrió a los evangelizadores y lo mismo sucede a los nuevos habitantes de esta península bien amada, como se solaza en llamarla el poeta Jorge Paniagua.


Adenda indispensable: Este martes 30 de septiembre se cumple otro aniversario del paso del ciclón “Liza” por BCS, que en 1976 produjo considerables daños, particularmente a su capital. Dediquemos un recuerdo a sus víctimas.  

RECURSOS NATURALES: BCS

ALGO MÁS SOBRE MINERÍA

El arquitecto Jaime Martínez Veloz es, desde enero de 2013, titular de la Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México, y recientemente hizo declaraciones (La Jornada, 12 de junio anterior) relativas a la minería en México, que este blog transcribe aquí en sus partes esenciales por cuanto tienen de interés particular para Baja California Sur.
    Puede adelantarse que Martínez Veloz ha construido un curriculum vitae como profesional, político, maestro universitario y escritor que avala sus asertos desde la posición en que lo invitó a colaborar el presidente Peña Nieto.
   Expresa que en los regímenes de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón fueron entregadas 96 millones de hectáreas del país en concesiones mineras, asegura que la mitad de México está concesionada a empresas de este ramo y que ello ha ocasionado conflictos e intranquilidad social en todo el país, pues se quieren imponer proyectos sin consultar previamente a las comunidades que se están viendo o se verían afectadas por ellos.
   El comisionado subrayó el hecho de que “el 70% de la minería que se hace en México es llevado a cabo por empresas canadienses.”
   Dice que para obtener una tonelada de un metal tienen que ser removidas más de 119 millones de toneladas de tierra, equivalentes al destrozo de unas 400 hectáreas, a lo que hay que agregar las miles de toneladas de cianuro que van a parar a mantos del subsuelo, con su consecuente resultado de contaminación.
   En su exposición agregó que “entre 2005 y 2010, según cifras de la Auditoría Superior de la Federación, los ingresos de las empresas mineras canadienses en México fueron de aproximadamente 552 mil millones de pesos; sin embargo, las compañías “sólo pagaron al Estado mexicano unos  6,500 millones de pesos, apenas el 1.18% de sus ganancias. Esto se debe a que, en el gobierno Felipe Calderón, las firmas trasnacionales obtuvieron beneficios fiscales”, dado que nuestras autoridades les devuelven el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que pagan en México.
   Dijo que “los únicos patrones de negociación en este momento con los pueblos, en lugares donde hay proyectos, son la cooptación, el engaño, la exclusión, la represión, según sea el caso.”
   Por eso aseveró que es preciso legislar convenientemente para resolver los conflictos que puedan originarse en este rubro, y sostuvo que la forma mejor es que las sociedades puedan, en forma igualitaria, dialogar con empresas y gobiernos, en sus lenguas, y discutir cada una de las acciones en sus tierras y sus territorios.”
   He aquí una opinión calificada y útil para establecer criterios adecuados hacia las decisiones que se habrán de tomar al respecto en el ámbito sudcaliforniano, porque van en éstas el presente y los tiempos por venir de nuestra entidad.

NOTA: Las frases en negritas son del texto original.

CRÓNICA HUÉSPED

CALIFORNIA, ¿PARAÍSO O INFIERNO?

Por Salvador Bernabéu Albert

   A los deseos jesuitas de controlar el poder religioso y militar de la península y de poner bajo su tutela los futuros proyectos de colonización, le acompañaron el monopolio del discurso literario y propagandístico. Su visión de la misión en California se extendió por el orbe gracias a sus colegios, casas y agentes en las cortes europeas. En contraposición, se difundieron en secreto, oralmente, los rumores y las murmuraciones. Ambos se esparcieron y se confundieron continuamente, alimentando  un incesante debate crítico sobre las realizaciones jesuitas y los fines ocultos de su presencia en tan desolados parajes. Los rumores se convirtieron, para el vulgo, en los desveladores del secreto de los jesuitas. En los primeros años, las críticas fueron dirigidas a la ilicitud y exageración de los controles jesuitas sobre los militares, los barcos y las riquezas de la península. Sus autores fueron los soldados y los marineros puestos bajo el mando jesuita, además de los pobladores de la contracosta (Sonora y Sinaloa), acostumbrados a ir con o sin licencia a los placeres perleros. Por último, también los armadores de Guadalajara y México, que vieron cerrada una de sus fronteras de inversión y expansión, se sintieron decepcionados y perjudicados por los controles jesuitas del golfo de California, también conocido como mar Bermejo o mar de Cortés.
   En las primeras obras impresas sobre la California jesuita [cartas de los padres Salvatierra y Píccolo], la llegada de la Compañía fue presentada como el inicio de una nueva época. En las cartas de gratitud a los bienhechores –editadas en 1698 y 1699--, Salvatierra ensalzó el triunfo de la fe y anunció una feroz batalla entre María, la gran conquistadora, y el demonio, para la que eran necesarias nuevas aportaciones. Al presbítero Juan Caballero y Ocio le escribió: << ¡Dichoso del escogido para poblar de tantas naciones el reino perdido por Luzbel! >>; y a sus compañeros ignacianos –especialmente al procurador de México Juan de Ugarte—les describió con más detalles los retos de la incipiente comunidad californiana: los problemas de abastecimiento, las primeras impresiones del país y los encuentros con los indios. Esta diversidad de matices será una constante en los años siguientes, conviviendo varias visiones e interpretaciones en los mismos escritos jesuitas. No hay un único discurso ignaciano, lo que provocó que los mismos misioneros se desmintieran y se contradijeran antes y después de su salida de California.
   Esta idea de una conquista de lo inconquistable se repitió en la mayoría de los cronistas jesuitas de la California. La idea central de Salvatierra era que la Virgen había posibilitado la ocupación porque los jesuitas no codiciaban las perlas. La California era conquistable ahora por la falta de ambición económica. En carta a Ugarte (9 de junio de 1699) fue más explícito: <>.
   En sus cartas e informes, los jesuitas –en busca de apoyos oficiales y de donaciones particulares— se presentaron como elegidos por María para sacar al territorio de las garras del demonio, que utilizará todas sus armas para echar a los padres. Esta batalla sin tregua justificaba el poder de los religiosos y los frenos a la colonización civil.

En Expulsados del infierno. El exilio de los misioneros jesuitas de la península californiana (1767-1768), Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 2008, págs. 46-47.    

(Imagen: ciberjob.org/)

ÁREAS PROTEGIDAS DE MÉXICO

MENSAJE EN LA ROTONDA


Este recinto cívico del pueblo de Baja California Sur fue creado por iniciativa del gobernador Alberto Alvarado Arámburo, que se plasmó en el decreto publicado el 28 de febrero de 1985 por el Congreso estatal.
   Desde entonces han sido reinhumados en la Rotonda (en orden de colocación de sus restos mortales):
   * El Gral. Manuel Márquez de León, Defensor de la soberanía nacional contra la intervención norteamericana y el filibusterismo en la península de B. C., de la República al lado del presidente Benito Juárez, y uno de los precursores de la Revolución Mexicana.
   * La educadora Rosaura Zapata Cano, promotora de la educación preescolar en nuestro país.
   * El maestro Domingo Carballo Félix, figura señera del normalismo en BCS y de la defensa de los valores de la Sudcalifornidad.
   * El profesor Jesús Castro Agúndez, promotor de los albergues escolares en México y prolífico escritor costumbrista.  
   * Don Ildefonso Green Ceseña, luchador por la República, la Reforma y la Revolución en esta entidad meridional de la península de Baja California.
   * El Gral. Agustín Olachea Avilés, combatiente por la Revolución Mexicana, gobernador de ambas entidades de esta península, presidente nacional del PRI y jefe del Ejército Mexicano.  
   * Y el profesor Pablo L. Martínez, precursor de la investigación histórica sobre las Californias y autor de obras clásicas, fundamentales e imprescindibles para el conocimiento del pasado de la California mexicana.
   Ellos son personajes de la historia regional que en conjunto compendian el empeño de las mujeres y los hombres de esta tierra mexicana en la educación, la cultura, la lucha por los principios y la legalidad, la política y el servicio público.
   A reunirnos aquí nos convoca con frecuencia, en efemérides de la agenda  de nuestro civismo, la reverencia a quienes dejaron cátedra permanente de dignidad, afán, convicción y responsabilidad frente a las demandas de su pueblo y a los requerimientos de su tiempo.
Constituye el espacio en que la comunidad de BCS puede verse cotidianamente a sí misma, como lo que fue pero también como lo que quiere ser.
   Así el pasado nos acompaña en el presente, no como fardo de la memoria colectiva sino como acervo que estimula para construir mejor y más pronto el porvenir que deseamos y por el cual se trabaja denodadamente en esta sociedad.
   Una visita a este santuario laico deviene sentimiento que acerca de modo especial al espíritu sudcaliforniano.

   Valga la oportunidad para invitarnos a conocer y compartir esa emoción.

CRÓNICA HUÉSPED

PROA A LA PAZ       

Por José María Barrios de los Ríos

[...]

El vapor enfila por el canal de San Lorenzo, único que da acceso al puerto, y que se señala delante de proa por una lista clara y ancha, como la estela de un gran navío. El andar es lento, como que se corre el riesgo de dar con el bajo rocalloso por los costados, y como que se vence una corriente que el impulso inverso de la marea hace más impetuosa. Nos cerca a babor una playa desierta, una angosta península llamada el Mogote, orlada de silvestres frutales, y a estribor se descubre el puerto de La Paz, a donde se dirigen todas las miradas y todas las sonrisas de a bordo.
   El caserío no se abarca en su totalidad porque se arrebuja en un bosque de alegre verdura. Sobre los enjalbes de risueños tonos, en el bermejo de los tejados, en el amarillo rubicela de los cercos de estípites, en el suelo pajizo de los corrales y yeguacerías, en el gris rosado de las playas, arrojan los platanares su tumultuoso oleaje verde, y en las armónicas copas de los naranjos chispean sus frutos de oro. Las palmeras de dátiles enarbolan sobre su mástil flexible sus desfallecidas estrellas, sobre el alto caballete de la iglesia, de terrosa y cenicienta herrumbre, languidece el surco de fuego que traza un rayo del oeste.  En arremolinada confusión de agujas, aspas y torrecillas enredadas de hiedras, alzan los molinos de viento de las huertas sus flechas horizontales, como flámulas de procesión triunfal, y dibujan sus discos movibles, o pequeños segmentos de ellos, sobre el cielo esplendente, sobre el follaje espeso de las arboledas, o sobre la lóbrega y negruzca pizarra de los  montes lejanos.
   El tardo paso del Newbern nos descubre suavemente y en toda su extensión las callejuelas, empinadas hacia el centro de la ciudad, que desembocan en la playa; sus corralizas de empalizadas, sus andenes de madera, como resonantes tablados de feria, sus vivaces frontis multicolores, sus tejados esbeltos y aéreos como jaulas de pájaros, sus patios donde ríe tendida al aire la ropa limpia, y sus huertos de bananos, mangos, acacias y palmeras.
   En el puerto es raro que se encuentren a la vez fondeados dos o más barcos de alto porte, pero tiene constantemente surtos multitud de pequeños pailebotes, balandras, lanchas de cabotaje y canoas y botes de pescadores, por entre cuyas filas avanzamos hasta el muelle. Éste se prolonga un poco mar adentro, y su ancha calle se halla coronada de gente. Una multitud de chiquillos y de mujeres apostados a lo largo de la playa, encaramados en los balconcillos de madera o desde los corredores y azotehuelas de las calles altas, agitan sus pañuelos saludando la embarcación; y los tripulantes del viejo y cariñoso barco corresponden con igual agasajo la simpatía de los porteños. A cierta distancia del muelle suenan en el escobén las cadenas del ancla, y en medio de un silencio a que prestan majestad el océano, las riberas y las montañas, entona el Newbern por tres veces su saludo triunfante.
   A su ronco silbato contestan dos o tres vaporcitos remolcadores, y la gente de la ciudad, en profusa aglomeración de botes y falúas, acude a bordo con expectación de nuevas felices [...]


(En El país de las perlas y cuentos californios, 1a. edición, Edit. Pax, México, págs. 14-18.  El título del texto es del administrador del blog.) 

ESPÍRITU SANTO, LA ISLA

ACTUALIDAD

EL IVA EN BCS

El impuesto al valor agregado (IVA) fue implantado en México en 1980, con tasa inicial del 10 %, para sustituir al impuesto sobre Ingresos Mercantiles con la intención de simplificar el esquema tributario de nuestro país, y fue en general bien recibido. Sin embargo, diversos factores como las exenciones y tasa cero a diversos productos redujeron su capacidad de recaudación.
   Por ello, y a raíz de la crisis económica nacional en diciembre de 1994, el gobierno debió elevar el IVA del 10 al 15 % (dejando el 10 % para las entidades fronterizas), pero ocurrió que esa adecuada estructura fiscal, mediante la cual se gravaba mayormente a quienes más gastaban, se convirtió para los opositores en valioso elemento de satanización al régimen federal.
   Sin importar que se tomaran medidas laterales para reintegrar de diversas maneras los recursos económicos a quienes más los requerían, sus adversarios se propusieron dar al IVA la significación política de saqueo financiero y abuso del poder.
   Cuando el presidente Felipe Calderón decidió en 2009 elevar la tasa de dicha contribución al 16 % (con excepción de los estados de las fronteras, entre ellos BCS, que quedaron con el 11 %,), los panistas debieron obtener el apoyo tricolor para concretar esa determinación. El partido entonces en el poder pudo haber reducido el porcentaje, pero en vez de eso estuvo conforme con el requerimiento de su administración y empujó el incremento.
    En 2013, en los inicios del gobierno del presidente Enrique Peña, y como parte de la reforma fiscal, fue decretado el aumento del 5 % del citado impuesto para la zona fronteriza con la finalidad de hacer del IVA un gravamen igual para todos los mexicanos. Una vez aprobado en las cámaras federales con el visto bueno priista y alguna cantidad de votos de la oposición, se aplica en todo el país desde el 1 de enero de 2014.
   Pero una reflexión sencilla puede llevarnos a concluir cuánto tiempo hace realmente que pagamos el 16 % de IVA los sudcalifornianos: Desde que entró en operación el sistema de transbordadores, en 1964, los insumos de nuestra entidad han estado proviniendo crecientemente del macizo continental mexicano, a despecho de las importaciones que, por la incorporación de México al GATT (acuerdo general sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) en 1986, la reducción paulatina de los privilegios de la zona libre, y la entrada de nuestro país al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (1994), han dejado de competir ventajosamente, como lo hacían antes, con las mercancías que atestan los camiones de carga procedentes del resto de la República, de las cuales nos proveemos pues BCS es una economía básicamente del sector terciario, o sea de servicios, sobre todo de actividad turística y burocrática.
   Así, resulta ilógico creer que nuestros proveedores nacionales hubieran pagado en sus lugares de origen el 16 % de IVA desde que se instauró en 2009, y luego vinieran a aplicar aquí el 11 %. Serán todo lo generosos que se quiera pero es ingenuo imaginar que estuvieran dispuestos a perder la diferencia del 5 %. Sucede entonces que, invariablemente, como debe ser y era de esperarse, ellos la han cargado a las mercancías que nos venden.
   Sin saberlo, pues, hemos estado pagando ese 16 % desde 2009, por lo cual nada cambió la disposición  respect-iva.
   Es más: el impuesto similar (“sales tax”) que debe sufragarse en los estados norteamericanos surtidores de mercancías a nuestra media península, lo hemos cubierto desde siempre integrado al precio de las cosas que importamos. Y ni quien diga nada...
    Déjese, por tanto, de endilgar a nuestros senadores de mayoría tantos epítetos injustos que han recibido de sus confabulados adversarios partidistas, y de quienes se han dejado llevar por la falacia, y coincidamos en admitir que los sudcalifornianos hemos estado pagando el 16 % del IVA desde hace ya cinco años, que por decreto del presidente Calderón se aplica en toda la República Mexicana.

   (Imagen: Internet / google.com.mx)