BCS, de Juan A. Ruibal Corella (dueto de Juan R. Huerta Flores y J. Ángel García Borrego)
2012: XL aniversario de la reinstauración del municipio
en BCS y año del tránsito de Venus por el disco solar.
ACTUALIDAD
ELOGIO EN BOCA PROPIA…
…es vituperio,
según conocido aforismo.
O sea que
aquellos que se esmeran en enumerar sus hipotéticas virtudes deben ser
escuchados con alguna pertinente dosis de escepticismo.
Especialmente en
época de promociones individuales como la campaña política que acaba de
terminar, es frecuente escuchar frases del estilo de “yo soy honesto”, “tengo
calidad moral”, “soy un demócrata”, “provengo de la cultura del esfuerzo”,
“tengo principios”, “soy leal” y otros lugares comunes de jaez similar,
tratando de convencernos cada quien de supuestas dignidades, por lo general sin
antecedentes demostrables o con evidencias que las contradicen.
Una persona de
mi estimación, para vacunar a sus hijos de los efectos nefastos de la
publicidad televisiva, en vez de evitar que vieran los anuncios acostumbraba
hacer competir a sus vástagos para ver cuál de ellos les encontraba más
defectos, luego de recordarles que la propaganda que favorece a cada producto
es pagada por sus propios fabricantes, lo cual hace nada confiables los
milagros que le atribuyen.
Como cuando los
padres y abuelos cuentan las gracias y adelantos de sus pequeños descendientes,
atiborrando al auditorio de gracias infantiles multiplicadas por el amor ciego
de sus progenitores, a sabiendas o no de que los oyentes creen sólo una parte
de lo que el entusiasmo paternal (o abuelar) les comparten.
Sin embargo,
cuando los partidos políticos endilgan tales o cuales prometedoras valías a sus
candidatos, se ven u oyen menos mal que cuando son éstos quienes se autoadornan
de alabanzas, merecimientos y derechos a alcanzar la confianza y la consecuente
voluntad ciudadana expresada en el sufragio.
Gobernantes hay
que en cada ocasión que les ofrece un micrófono hacen recuento de sus obras, síntesis del informe
anterior, cubriéndose de lisonjas, con la idea de merecer admiración y aplauso
por hacer lo que están obligados a realizar. Y, desde luego, jamás faltan
colaboradores, beneficiarios y periodistas que estén dispuestos a
prodigárselos, llenándolos de sentidas loas y tiernos requiebros.
La experiencia
nos aconseja desconfiar del autoelogio, porque finalmente es producto de la
necesidad de afirmación existencial y reconocimiento externo que la propia
persona está lejos de tener para sí misma.
Hay en el
refranero popular ciertos antídotos que ayudan a evitar que nos podamos
conmover por aquellos proclives a echarse flores; algunos ejemplos: “Por sus
frutos los conoceréis”, “Obras son amores y no buenas razones”, “Por la boca
muere el pez” y, el mejor: “Dime de qué presumes y te diré de qué careces…”
HISTORIA
EFEMÉRIDES
JULIO

10 (1825) Fue instalada en Loreto la
Diputación Territorial de ambas Californias por el comandante general y jefe
político José María de Echeandía; también dividió a la península en cuatro
municipios, creó las escuelas primarias de Loreto y San Antonio y expidió el
reglamento sobre tierras.
11 (1838). Fue
establecido el municipio de Santiago.
11 (1991). Fue
observado en varios puntos de BCS el eclipse de Sol que atrajo el interés de
científicos, estudiantes y aficionados de todo el mundo.
12 (1768). Llegó a Santa Ana (luego de haber
desembarcado en La Paz) el visitador Joseph de Gálvez, quien procedería a la
expulsión de los jesuitas, emprendería una serie de reformas administrativas y
organizaría con el franciscano Junípero Serra la marcha hacia la colonización
de la Nueva California.
14 (1885). Se expidió
el decreto de apertura del puerto de Santa Rosalía.
14 (1931). Nació en
Cabo San Lucas Manuel Davis Ramírez, quien sería reconocido maestro y servidor
público; fue diputado constituyente por el VI distrito del estado de Baja
California Sur.
LIBRERÍA
Monarquía indiana,
por Juan de Torquemada, edit. Porrúa, 3 vols., México, 1975.
El subtítulo de esta importante obra es “Los veinte y un
libros rituales y Monarquía Indiana, con el origen y guerras de los indios
occidentales, de sus poblaciones, descubrimientos, conversión y otras cosas
maravillosas de la misma tierra.”
Obra clásica y
fundamental de la historia mexicana, en lo tocante a California detalla los
viajes de Cortés, Ulloa, Alarcón, Cabrillo y, de manera especial, los de
Vizcaíno, ya que el autor fue amigo personal de fray Antonio de la Ascensión,
sacerdote carmelita que acompañó al navegante en sus exploraciones
californianas.
En el primer
tomo, “Donde se trata de la primera jornada que hizo al descubrimiento de la
California el capitán Sebastián Vizcaíno, y de lo que le sucedió”, leemos:
“Hechos a la
vela, envió el general [Vizcaíno] a la almiranta [nave del jefe] delante, que
fuese a descubrir buen puerto, y que fuese proveída de agua y así lo hizo,
porque dentro de seis días volvió dando razón de un buen puerto, al cual
pusieron por nombre La Paz por ser muy apacible y de mucha gente, que
recibieron bien y con muchas señales de paz y amistad a nuestros españoles,
haciendo grandes demostraciones de contento con su venida. Algunos de los
moradores trajeron algunas perlas y algún pescado asado en barbacoa y algunas
diferentes frutas como son pitahayas, ciruelas y otra fruta menuda y sabrosa que
los nuestros no conocieron […]”
“Luego de que la
gente saltó en tierra, hicieron todos sus ranchos y camas de árboles y
procuraron cercarse de madera para defenderse de los indios por si acaso se
descompusiesen. Edificaron entre todos una pequeña iglesia, y a un lado de ella
algunos pequeños aposentos para el recogimiento de los religiosos, donde se
ranchearon; y en este lugar, por ser bueno, tomaron posesión y le hicieron
cabeza de aquella entrada.”
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