ACTUALIDAD


AUSENCIA DE POLÍTICA PESQUERA

A raíz de nuevas notas periodísticas relativas a reparto de motores para pesca ribereña por parte del gobierno del estado, queda claro que con tales acciones se pretende sustituir a lo que debería ser una política integral efectiva para el desarrollo del sector pesquero.
Y nada se dice acerca del impacto real que sobre la economía de los pescadores y la ecología de bahías y esteros tiene la proliferación de pequeñas embarcaciones y motores con limitada potencia, capacidad máxima de dos toneladas y, consecuentemente, de escasa productividad.
Lo que realmente se requiere, pensamos algunos, es un programa de amplio espectro que libere al pescador de la medianía y la sobrevivencia elemental y lo apoye verdaderamente, desde la capacitación, el crédito, la comercialización y el establecimiento de condiciones para el desarrollo de las especies, hasta la industrialización, para dar valor agregado al trabajo y las capturas en los mares sudcalifornianos.
La entrega de esos elementos de trabajo es bien recibida por los beneficiarios, desde luego, pero resultan insuficientes para lo que en verdad requiere el hombre del mar, con el añadido de que no hay seguimiento ni evaluación periódica de sus efectos, por lo cual es bien sabido que una parte de los motores es puesta a la venta y sus costos pasan a fondos perdidos; se desconoce en qué porcentaje, pues no hay verificación de resultados.
Baja California Sur cuenta con 2705 km de litorales, que representan el 23.33 % (casi la cuarta parte) del total nacional, amén de la gran veriedad de especies de sus aguas, lo cual debiera ser bastante para pensar en el potencial pesquero de esta entidad y la conveniencia de incrementarlo con empeños de gran perspectiva.
A cambio de eso, el gobierno estatal distribuye motores fuera de borda, con la falsa idea de que “modernizan al sector pesquero”.
El deber gubernamental en este ramo es buscar el beneficio a largo plazo del pescador, con visión de estado, más allá de simples ejercicios mediáticos que al final resultan intrascendentes, y donde el esfuerzo de los trabajadores del mar queda frustrado, sin mayores beneficios para ellos, sus familias y la economía de Baja California Sur.
En todo caso, los recursos que aplica el ejecutivo de la entidad en dichas tareas cortoplacistas, provienen en buena medida del presupuesto federal, lo cual constituye otra forma de saludar con sombrero ajeno, práctica proverbial de las dos recientes administraciones sexenales del estado.

Correo e.: em_coronado@yahoo.com

HISTORIA


EFEMERIDES

FEBRERO

4 (1925). Nació en La Paz Alberto Andrés Alvarado Arámburo, quien sería eficiente servidor público, apasionado político y visionario gobernante de Baja California Sur. Murió el 14 de febrero de 1996.

5 (1944). Fue inaugurada por el gobernador Francisco J. Múgica la escuela Normal Urbana de La Paz, a la que posteriormente se impuso el nombre de uno de sus fundadores, el maestro Domingo Carballo Félix, y declarada “Benemérita” en 1986 por el gobernador Alberto A. Alvarado Arámburo.

6 (1697). José Sarmiento y Valladares, virrey de la Nueva España, entregó a los Jesuitas Juan María de Salvatierra y Eusebio Francisco Kino la licencia para iniciar la evangelización de las Californias.

LIBRERÍA



Mis recuerdos. Sinarquismo y colonia María Auxiliadora, por Salvador Abascal, Ed. Tradición, 1980, México, 790 págs,.

Con prólogo de Salvador Borrego, esta crónica abarca de 1935 a 1944, desde las “Primeras andanzas” del autor, pasando por su militancia en el sinarquismo, las gestiones y el reclutamiento para la empresa en Baja California Sur (BCS), la fundación, las vicisitudes y prosperidad de la colonia María Auxiliadora, hasta el abandono del proyecto y su rompimiento con la Unión Nacional Sinarquista (UNS).
La idea de la colonización en BCS fue lanzada por Abascal al presidente Manuel Ávila Camacho en un telegrama donde le expresó, en la última parte: “Propóngole plan de colonización inmediata obligándome colonizar breve plazo terrenos actuales desérticos de Baja California, con miles familias sinarquistas que cultivarán la tierra, construirán carreteras y crearán nuevas industrias. Sin que nada de esto signifique gastos para el gobierno federal, excepto los caminos.”
Y explica: “Cuenta el sinarquismo con la mística exaltada y limpia del amor a México y con la generosidad del pueblo entero. Dicha colonización facilitará la instalación de fuertes guarniciones de soldados federales en los lugares que la defensa del país lo requiera.”
Eran tiempos de guerra y existía el riesgo de que las potencias del Eje (Japón, Alemania e Italia) pretendieran avanzar en suelo americano a través de la península californiana, particularmente de bahía Magdalena.
El proyecto subsecuente fue recibido en la presidencia con la promesa de apoyarlo, lo cual fue cumplido a través del gobernador de BCS, el general Francisco J. Múgica.
Caso curioso el del encuentro y colaboración, en tales circunstancias, entre el revolucionario de izquierda incuestionable y el dirigente de acendradas convicciones religiosas. Esto sólo podía darse en un ámbito difícil como el de Baja California Sur, ajeno para ambos, pero en el que se encontraron y entendieron.
Termina Abascal con este párrafo: “Como quiera que sea, se ha poblado el desierto más agrio, desolado y apartado de México; pero gracias a que [la colonia] María Auxiliadora puso la muestra de que se le podía domar y hacer florecer.”
De Isidro Rivera es este fragmento de su corrido “Madre, me voy a California”:
“Estas tus tierras, hoy tristes y desiertas,
convertiremos en un hermoso edén;
por nuestro esfuerzo serás, ¡oh, California!,
de nuestra patria riquísimo vergel.”
La historia sudcaliforniana quedó así enriquecida, sin duda, con el empeño de las familias de mexicanos que, encabezadas por un proyecto sinceramente providencialista, hizo de esta tierra, como tantas veces, laboratorio idóneo para la procuración de una utopía.