MIEMBRO DE


DE LA BIBLIOTECA SUDCALIFORNIANA


EFEMÉRIDES DE LA SEMANA EN CALIFORNIA SUR




JULIO

27 (1890). Murió en la capital de México el general sudcaliforniano Manuel Márquez de León, defensor de su país en la invasión norteamericana, luchador por la República y combatiente contra la Intervención Francesa.

30 (1953). Fue fundado el Club de Caza y Tiro “Gavilanes” de La Paz.

31. Fiestas de la población de San Ignacio, en el sitio cochimí de Kadacaamán, donde fue erigida la sede de la misión jesuítica en honor a Ignacio de Loyola, fundador de esa corporación religiosa.

AGOSTO

01 (1769). Murió el científico francés Chappé d’Auteroche en San José del Cabo, donde fue sepultado. Había encabezado la expedición que viajó de Europa al sur peninsular para observar el tránsito de Venus por el disco solar, que ocurrió el 3 de junio anterior.

02 (1628). Fue expedida la cédula real por la cual el virrey marqués de Cerralvo concedió licencia a Francisco de Ortega para ver la conveniencia de continuar o mantener suspendidas las exploraciones en California.

02 (1721). El jesuita Clemente Guillén estableció la misión de Nuestra Señora de los Dolores, en sustitución de la de San Juan Malibat (o Ligüí), que había quedado despoblada principalmente por epidemias, falta de agua y conflictos intertribales.



MIEMBRO DE


DE LA BIBLIOTECA SUDCALIFORNIANA


EFEMÉRIDES DE LA SEMANA EN CALIFORNIA SUR


AGOSTO


22 de agosto de 1974 fue inaugurado el mercado municipal “Gral. Agustín Olachea Avilés”, en La Paz, BCS, por el gobernador Félix Agramont Cota y el presidente municipal de La Paz Alfonso González Ojeda. El primer administrador del mercado fue el señor Ismael de la Torre. Apenas dos años posteriores a su puesta en servicio sufrió los embates del ciclón “Liza”, que la tarde y noche del 30 de septiembre de 1976 causó la pérdida de una importante cantidad de vidas, entre ellas varias de los primeros locatarios y sus familias que vivían en la zona de la inundación. Este emblemático centro de abasto comunitario se halla ubicado en las calles Ignacio Allende entre Juan Domínguez y Venustiano Carranza.

El 24 de agosto es día de san Bartolomé en el calendario cristiano, fecha en que son celebradas anualmente las fiestas del pueblo de San Bartolo, en el municipio de La Paz. En un texto de 1740 puede leerse la más antigua referencia a este lugar: “prosigue el camino, dejando la costa, y se sale a un paraje que llaman San Bartolomé, con buena aguada y país muy ameno, aunque despoblado y distante de la ensenada de Palmas como seis leguas.”

MIEMBRO DE


FLIRTEO EN EL PARAÍSO

EFEMÉRIDES DE LA SEMANA EN CALIFORNIA SUR


AGOSTO

13 (2012). Murió en Texas el doctor W. Michael Mathes, prolífico historiador de las Californias, a quien BCS debe una importante producción bibliográfica y hemerográfica, además de conferencias y significativo apoyo al Archivo Histórico “Pablo L. Martínez”. El presidente Miguel de la Madrid le otorgó en 1985 la condecoración del “Águila Azteca”, que concede el gobierno mexicano a extranjeros que han prestado servicios importantes a nuestro país. Nació en Los Ángeles, California, en 1936.

15 (1920). Se efectuó la jornada electoral que favoreció al paceño Agustín Arriola Martínez como gobernador del distrito Sur de Baja California.

16 (1824). Fue firmada en Loreto el acta de adhesión de la Baja California a la República Federal “habiéndose advertido a todos en general mucho regocijo por tan fausto y deseado día, que no cesaban de prorrumpir alabanzas y encomios en favor de los instrumentos de tan adaptable y beneficioso sistema...”

17 (1972). Murió en La Paz el maestro Domingo Carballo Félix, al término de una fértil existencia signada por la vocación magisterial y la defensa de los valores de la Sudcalifornidad. Realizó los estudios docentes en la Escuela Nacional de Maestros, ejerció la enseñanza en su entidad nativa, y durante varios años fue director de la escuela Normal Urbana de La Paz, que lleva su nombre. Sus restos mortales fueron reinhumados en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres.

19 (1825). El jefe político José María de Echeandía expidió en San José de Comondú el reglamento sobre tierras para las dos Californias peninsulares.


MIEMBRO DE


GALERÍA ESPECTACULAR

TESORO DE LA HUMANIDAD


25 AÑOS EN EL PATRIMONIO MUNDIAL

   Por gestión del doctor Miguel León-Portilla, quien de 1987 a 1992 fue embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en la administración del presidente Miguel de la Madrid, las pinturas rupestres de la sierra de San Francisco, en Baja California Sur, fueron inscritas como Patrimonio de la Humanidad en 1993.

   El dictamen se argumenta en la página de ese organismo en la Internet, donde se lee: “Situada en la reserva de El [desierto de Sebastián] Vizcaíno (Baja California Sur), la sierra de San Francisco fue, entre el siglo I a. C. y el siglo XIV d. C., el lugar de asentamiento de un pueblo, hoy desaparecido, que nos ha legado uno de los conjuntos más notables de pinturas rupestres del mundo.”

   “Mantenidos en un admirable estado de conservación gracias a la sequedad del clima y el difícil acceso del sitio, estos conjuntos representan seres humanos y numerosas especies animales, así como la relación del hombre con su entorno. Exponentes de una cultura sumamente refinada, las pinturas constituyen por su composición, dimensiones, precisión de trazos, variedad de colores y, sobre todo, por su abundancia, un testimonio excepcional de una tradición artística única en su género.” (https://whc.unesco.org/es/list/714)

   Dicha inscripción fue acordada en la sesión número 17 de la UNESCO bajo los criterios de: I. Representar una obra maestra del genio creativo humano; y II. Exhibir un intercambio importante de valores humanos durante un período de tiempo dentro de esa área cultural del mundo…

   El espacio que abarca esta declaración es de 182,600 hectáreas en el municipio de Mulegé.

   Los murales sudcalifornianos han sido objeto de mención desde los primeros tiempos de la presencia europea en la península; se halla registro de ellos principalmente en los textos jesuíticos:

   Francisco Xavier Clavijero habla de que “los jesuitas… descubrieron en los montes…, varias cuevas grandes cavadas en piedra viva, y en ellas pintadas figuras de hombres y mujeres… y de diferentes especies de animales. Estas pinturas, aunque groseras, representan distintamente los objetos, y los colores que para ellas sirvieron, se echa de ver claramente que fueron tomados de las tierras minerales que hay en los alrededores del volcán de las Vírgenes. Lo que más admiró a los misioneros fue que aquellos colores hubiesen permanecido en la piedra por tantos siglos sin recibir daño alguno ni del aire ni del agua.”

   “No siendo aquellas pinturas y vestidos propios de las naciones salvajes y embrutecidas que habitaban la California cuando llegaron a ella los españoles, pertenecen sin duda a otra nación antigua, aunque no sabemos decir cuál fue. Los californios afirman unánimemente que fue una nación gigantesca venida del Norte…”

   “El mismo misionero [José Rothea] reconoció algunas de las cuevas mencionadas, de las cuales describe una… En ella estaban representados hombres y mujeres con vestidos semejantes a los de los mexicanos, pero absolutamente descalzos. Los hombres tenían los brazos abiertos y algo levantados, y una de las mujeres estaba con el pelo suelto sobre la espalda y un penacho en la cabeza. Había también varias especies de animales, tanto de los nativos del país como de los extranjeros…”

   En este mismo sentido, el padre Miguel del Barco, misionero californiano, copió una parte del testimonio del mismo Rothea, quien explica:

   “Pasé después a registrar varias cuevas pintadas; pero sólo hablaré de una, por ser la más especial… De arriba hasta abajo toda estaba pintada con varias figuras de hombres, mujeres y animales. Los hombres tenían un cotón con magas: sobre éste un gabán, y sus calzones, pero descalzos. Tenían las manos abiertas y algo levantadas en cruz. Entre las mujeres estaba una con el cabello suelto, su plumaje en la cabeza, y el vestido de las mexicanas, llamado güipil. Las de los animales representaban ya a los conocidos en el país, como venados, liebres, etcétera, ya otros allí incógnitos, como un lobo y un puerco. Los colores eran los mismos que se hallan en los volcanes de las Vírgenes, verde, blanco, amarillo y encarnado. Se me hizo notable en ellos su consistencia, pues estando sobre la desnuda peña a las inclemencias del sol y agua, que sin duda los golpea al llover, con viento recio, o la que destilan por las mismas peñas de lo alto del cerro, con todo eso, después de tanto tiempo, se conservan bien perceptibles…”

   Estudios importantes de estos tesoros pueden encontrarse de manera constante en la bibliografía posterior pasando por el re-descubrimiento de ellos por Barbro Dahlgren y, más recientemente, por el empeño y las cámaras fotográficas de Harry Crosby, Enrique Hambleton y María Teresa Uriarte; la producción de estos últimos ha sido publicada en volúmenes de gran calidad por editoriales de México y los Estados Unidos.

   Bueno, pues la declaratoria de las pictografías murales en cuevas y abrigos de la sierra de San Francisco como Patrimonio de la Humanidad cumple un cuarto de siglo en este 2018, así que alguna institución pública y los organismos privados idóneos tienen que efectuar la conmemoración alusiva, más que para recordar el hecho, para volver los ojos y el interés hacia la mejor preservación y el mayor conocimiento de este acervo del que aún se esperan respuestas sobre el pueblo excepcional que habitó esta California varios milenios antes de serlo.