DOLPHIN SYMPHONY
2012: XL aniversario de la reinstauración del municipio en Baja California Sur, y año del tránsito de Venus por el Sol.
ACTUALIDAD
LA NEGATIVIDAD NACIONAL
Proliferan los anuncios de esta naturaleza: No estacionar,
no entrar, no subir, no tocar, no pasar, no, no, no...
Resulta así
sumamente molesto que cualquier fulano (a), con un marcador y una cartulina, se
arrogue el derecho de decir a todo el mundo aquello que tiene prohibido hacer,
o que definitivamente le será imposible lograr. En tal tipo de avisos -- que más bien poseen la connotación de
advertencias y amenazas-- se expresa una
prepotencia que intenta ocultar problemas psicológicos severos.
El empleo tan
insistente del adverbio “no” en toda clase de letreros tiene origen lamentable
y consecuencias malignas: se genera en el complejo nacional de inferioridad, en
las frustraciones que produce el desempeño forzoso de un trabajo inevitable
hasta la jubilación soñada y liberadora, en las amarguras que derivan de los
conflictos familiares ocasionados, en parte considerable, por el bajo poder
adquisitivo del salario, etc.
La lectura de
ese agresivo vocablo engendra incomodidad, molestia, sentimiento de deterioro
de la dignidad propia. Cada uno de sus lectores siente irremediablemente que
fue escrito pensando en él para obstaculizarlo, para dañarlo, para
empequeñecerlo, haciéndolo sentir reducidos sus derechos y libertades.
Octavio Paz, en El laberinto de la soledad ("Los hijos de la Malinche"), se refiere a las
palabras prohibidas de la lengua nacional, y en particular a aquélla con la que
nos reconocemos, a la que el autor asocia con la maternidad, la violación y la
burla por la fuerza.
De tal modo
puede asociarse, al término que nos ocupa, la imagen autoritaria y todopoderosa
del padre: todo aquel que aplica la palabreja en un texto dedicado a los
potenciales solicitantes de sus servicios, o simplemente a quien se atreva a
pasar por ahí (no esto, no aquello, no lo otro...), le está haciendo saber
quién es el que decide, el que prohíbe, el que ordena.
Por ello debería
tipificarse en algún dispositivo legal la pena que corresponde a la agresión de
que somos objeto en cuanta oficina sufrimos la desgracia de caer: agresión
visual que deviene daño psicológico de consecuencias diversas e imprevisibles,
porque se sale de ahí con una idea más pobre de uno mismo: Alguien,
probablemente un semianalfabeto, está haciendo saber, por medio de un letrero,
que él (o ella) es quien posee el poder de mandar, “el poder arbitrario, la
voluntad sin freno y sin cauce”, como dice también Paz en su obra citada.
Porque si los
cánidos expelen orina para demarcar su territorio, los oscuros jefecillos
siempre encuentran algo qué vedar para hacer su cartelito, colocarlo en lugar
visible y con ello informar a todos los que por ahí se acerquen, que ese
espacio, aunque pequeño como él, es suyo y en él dicta su voluntad soberana, al
margen de toda norma y política institucional.
Quizás haya
manera de cambiar esa negatividad en actitudes positivas: pudiera rehuirse al
extremo caer en la tentación de escribir uno de esos anuncios insolentes; pero
si es inevitable tener que hacerlo, es posible siempre hallar términos más
amables, menos drásticos y dolorosos para impedir algo, sin lastimar.
Todo es cuestión
de buena voluntad, inhibición del impulso ofensivo, verdadero espíritu de
servicio, de solidaridad y, obviamente, mínima capacidad para elaborar
inscripciones respetuosas de la dignidad humana, carentes del perverso
adverbio.
(Imagen:
auxilioblog.blogspot.com/)
HISTORIA
EFEMÉRIDES
AGOSTO
08 (1640). Fueron expedidos en Madrid los
despachos para que el almirante Pedro Porter y Casanate averiguara si
California tenía salida al mar por el norte del continente, según se suponía.
(Imagen: portalnet.cl/)
10 (1644). Nació en Segno,
Italia, Eusebio Francisco Kino, quien sería de especial significación en el
desarrollo misionero de la Antigua California, Sonora y Arizona.
LIBRERÍA

La dominación española en el arte de navegar durante el
Renacimiento produjo trabajos especializados que servían de texto y manual de
los marinos de la época.
Entre estos
libros encontramos dos relacionados con las Californias que, sumamente raros,
han sido editados en facsímil con las introducciones correspondientes por el
doctor W. Michael Mathes, y que constituyen el volumen 31 de la colección
Chimalistac de la editorial española de José Porrúa Turanzas.
El autor del
primer título fue Pedro Porter y Casanate, aragonés que ocupó diversos puestos
de importancia en las armadas de Flandes, Francia, el Mediterráneo y América.
En 1643 fue nombrado almirante de las Californias, y desde ese año hasta
1651fabricó navíos en la costa sinaloense, gobernó esa provincia y efectuó tres
viajes de exploración a la península californiana, de los que resultó buena
parte de la toponimia norteña del mar de Cortés.
Después de su
estadía en Nueva España fue nombrado capitán general de Chile, cargo que
ocupaba cuando le sobrevino la muerte en 1663. En su libro critica mucho de la
metodología de la enseñanza sobre navegación, de la cual opinó que era
anticuada.
La segunda obra es
la de un navegante muy experimentado en los galeones de Filipinas que cada año
atravesaban el Pacífico costeando las Californias para arribar al puerto de
Acapulco. Es manual para uso de pilotos y capitanes que siguieron esa ruta, que
incluye tablas de navegar, datos acerca del aparejo de embarcaciones, apuntes
básicos de astronomía y derroteros de los siete mares. Entre los últimos
hallamos los de las costas californianas preparados por Sebastián Vizcaíno en
1602 y aún vigentes en el siglo XVIII.
Este manual
alcanzó tanta importancia que fue utilizado por Fernando de Rivera y Moncada,
Gaspar de Portolá, Juan Crespí y Junípero Serra en sus viajes terrestres desde
Loreto hasta San Diego, para iniciar el poblamiento de Alta California, en
1769.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)