ACTUALIDAD


EL PABELLÓN DE CABO SAN LUCAS

Tal como lo hizo saber la revista Península, en su número 3, de febrero de 2009, en el texto de José Luis Vázquez Ceja, “Narciso Agúndez Montaño... anunció que solicitaría al... ayuntamiento de Los Cabos que el Pabellón Cultural de la República lleve el nombre de Nabor García Aguirre, no sólo para honrar y reconocer al ciudadano fiel a su patria [sic] adoptiva sino como un acto digno y noble del pueblo [sic] y gobierno de Baja California Sur.”
El rimbombante cuanto errático nombre de “Pabellón de la República Desde Los Cabos México para el Mundo”, que según el ejecutivo estatal “pueblo [sic] y gobierno de Baja California Sur han propuesto para honrar y conmemorar los centenarios de la Independencia de México y de la Revolución Mexicana”, se decretó y publicó en el periódico oficial de BCS el 2 de julio de 2007.
Por supuesto que, en atención a la proposición del gobernador, el cabildo de Los Cabos aprobó sin más que la nueva construcción lleve el nombre del licenciado Nabor García Aguirre, cuyo mérito sobresaliente fue el de haber sido persona de las confianzas de Agúndez Montaño.
Es posible que el finado haya acumulado algunos méritos en su carrera burocrática, pero estamos convencidos de que carece, absolutamente, de significación alguna en el campo de la cultura sudcaliforniana.
Hubiese sido deseable que después de prolongados y sesudos debates en base a una lista de cabeñas y cabeños distinguidos, de los muchos que hay y que podrían aportar sus nombres a la que -suponemos sin conceder- será la obra cultural superior de este régimen, el ayuntamiento se hubiera pronunciado por uno de ellos.
Por otra parte cabría preguntarse cuánta competencia puede concederse a la corporación municipal del extremo sur para determinar el nombre de una obra en la cual existe participación probablemente mayoritaria del gobierno federal.
Como expresamos en una nota a raíz del accidente aéreo que quitó infortunadamente la vida a ese personaje en octubre de 2008:
“Para todo el mundo resultó excesiva la pretensión de llevar subliminalmente la imagen de un funcionario al martirologio regional, por atroz que haya sido su desaparición y por brillantes que hayan sido sus servicios al régimen... Sin embargo, en el extraordinario acto funerario y en los boletines de prensa se llegó a atribuir al occiso, logros de la visión, la sagacidad y el talento políticos que (oh, cándidos) equivocadamente habíamos atribuido a las habilidades del gobernador.”
En tal caso pudiera proceder una consulta popular para proponer nombres, y de los finalistas efectuar un plebiscito para elegir la denominación respectiva, pues resulta inadmisible e incongruente con los valores de la Sudcalifornidad, una imposición de tal jaez por sólo consideraciones de carácter personal.
Correo-e: em_coronado@yahoo.com

HISTORIA


EFEMÉRIDES DE JULIO

23 (1929). Es nombrado gobernador del territorio Sur el general Agustín Olachea Avilés. Duró en el puesto hasta octubre de 1931 en que fue trasladado al territorio Norte con el mismo cargo. Posteriormente le fue conferida igual responsabilidad en su entidad natal.

23 (1963). Murió en México, D. F., la educadora sudcaliforniana Rosaura Zapata Cano. Sus restos mortales fueron reinhumados en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres.

25. Día de Santiago (o san Jacobo), fecha de la celebración anual del pueblo de ese nombre, antigua cabecera misional asentada en el sitio pericú llamado Aiñiní.

27 (1890). Murió en la capital del país el general Manuel Márquez de León. Sus restos mortales fueron reinhumados en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres.

27 (1913). Estalló en Las Playitas, municipio de La Paz, el movimiento revolucionario encabezado por Félix Ortega Aguilar contra la usurpación huertista.

31. Fiestas de la población de San Ignacio, en el sitio cochimí de Kadacaamán, donde fue erigida la sede de la misión jesuítica en honor a Ignacio de Loyola, fundador de esa corporación religiosa.

ACTUALIDAD



EL PABELLÓN DE CABO SAN LUCAS


Tal como lo hizo saber la revista Península, en su número 3, de febrero de 2009, en el texto de José Luis Vázquez Ceja, “Narciso Agúndez Montaño... anunció que solicitaría al... ayuntamiento de Los Cabos que el Pabellón Cultural de la República lleve el nombre de Nabor García Aguirre, no sólo para honrar y reconocer al ciudadano fiel a su patria [sic] adoptiva sino como un acto digno y noble del pueblo [sic] y gobierno de Baja California Sur.”
El rimbombante cuanto errático nombre de “Pabellón de la República Desde Los Cabos México para el Mundo”, que según el ejecutivo estatal “pueblo [sic] y gobierno de baja California Sur han propuesto para honrar y conmemorar los centenarios de la Independencia de México y de la Revolución Mexicana”, se decretó y publicó en el periódico oficial de BCS el 2 de julio de 2007.
Por supuesto que, en atención a la proposición del gobernador, el cabildo de Los Cabos aprobó sin más que la nueva construcción lleve el nombre del licenciado Nabor García Aguirre, cuyo mérito sobresaliente fue el de haber sido persona de las confianzas de Agúndez Montaño.
Es posible que el finado haya acumulado algunos méritos en su carrera burocrática, pero estamos convencidos de que carece, absolutamente, de significación alguna en el campo de la cultura sudcaliforniana.
Hubiese sido deseable que después de prolongados y sesudos debates en base a una lista de cabeñas y cabeños distinguidos, de los muchos que hay y que podrían aportar sus nombres a la que -suponemos sin conceder- será la obra cultural superior de este régimen, el ayuntamiento se hubiera pronunciado por uno de ellos.
Por otra parte cabría preguntarse cuánta competencia puede concederse a la corporación municipal del extremo sur para determinar el nombre de una obra en la cual existe participación probablemente mayoritaria del gobierno federal.
Como expresamos en una nota a raíz del accidente aéreo que quitó infortunadamente la vida a ese personaje en octubre de 2008:
“Para todo el mundo resultó excesiva la pretensión de llevar subliminalmente la imagen de un funcionario al martirologio regional, por atroz que haya sido su desaparición y por brillantes que hayan sido sus servicios al régimen... Sin embargo, en el extraordinario acto funerario y en los boletines de prensa se llegó a atribuir al occiso, logros de la visión, la sagacidad y el talento políticos que (oh, cándidos) equivocadamente habíamos atribuido a las habilidades del gobernador.”
En tal caso pudiera proceder una consulta popular para proponer nombres, y de los finalistas efectuar un plebiscito para elegir la denominación respectiva, pues resulta inadmisible e incongruente con los valores de la Sudcalifornidad, una imposición de tal jaez por sólo consideraciones de carácter personal.

Correo-e: em_coronado@yahoo.com