LAS RECORDACIONES DEL CRONISTA



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ACTUALIDAD

DE REFORMAS Y LICITACIONES

El ayuntamiento de La Paz ha publicado convocatoria en el ámbito nacional para seleccionar a quien será nuevo director del instituto de Planeación Municipal.

Ya vimos que la Constitución Política del Estado acaba de sufrir nueva reforma para hacer posible la concesión del cargo de procurador estatal de Justicia a un personaje de procedencia extra estatal, carente de oriundez y residencia mínima en esta entidad federativa.

Ahora se trata de licitar (hacer lícita, legalizar) la posibilidad de que llegue otro individuo foráneo a ocupar un cargo público local, pues en el documento resplandece por su ausencia el requisito de ser ciudadano sudcaliforniano. Si bien una de las bases especifica que los aspirantes deben “preferentemente” conocer la problemática del desarrollo social, urbano, económico y medioambiental del municipio paceño, el documento deja claro que, para los efectos previstos, se puede franquear tranquilamente esa condición.

Sin embargo, conviene recordar el texto del artículo 30 de la Constitución estatal, el cual dispone que “Los sudcalifornianos serán preferidos para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargos o comisiones del gobierno en que sea indispensable la calidad de ciudadano.”

En ambos casos ha quedado evidente la convicción que poseen los convocantes, de que Baja California Sur se halla desprovista de profesionales aptos para encargarse de tales áreas de la administración pública. Quedan descalificadas, “ipso facto” (por ese mismo hecho), las instituciones regionales de educación superior en la formación de gente capaz de cubrir las referidas vacantes, o quienes, siendo sudcalifornianos, se tomaron la molestia de realizar estudios fuera de la entidad.

En las dos circunstancias, también, hay un trasfondo de subestimación a valores, derechos y natural prioridad de los ciudadanos que han nacido, permanecido y sobrevivido en esta tierra.

De ninguna manera sugiere la presente nota el regreso a las antiguas luchas de este pueblo (aunque sería oportuno repensarlas), integradas ya a su historia, sino sólo de llamar la atención acerca del respeto que se debe (o se debiera) tener y ejercer, principalmente por sus autoridades, hacia una sociedad que se pudiere sentir lastimada con las medidas de referencia.


Nos queda de tarea.     

CRÓNICA HUÉSPED

ANIVERSARIO DE UN INICIO FRUCTUOSO

Por Juan Cuauhtémoc Murillo Hernández*

“El 4 de enero de 1941, el general de división Francisco J. Múgica Velázquez fue designado gobernador del Territorio Sur de Baja California y comandante de la Tercera Zona militar, destacada en el mismo; cargos en los que estuvo al frente durante los siguientes cinco años ya que, al iniciar enero de 1946, los entregó formalmente a otro militar de igual rango, el sudcaliforniano Agustín Olachea Avilés.

   En el tiempo que llegó al territorio, Múgica formaba parte de la familia revolucionaria, amplio y heterogéneo grupo político que dirigió la nación al término de la Revolución Mexicana, a la que se había incorporado desde muy joven en las filas carrancistas, en 1912.

   Al iniciar la década de los cuarenta, el michoacano contaba con una de las más sólidas y extensas carreras político-administrativas y militar del país, al desempeñarse, entre otros puestos, como diputado constituyente de 1917, gobernador en dos ocasiones de su estado natal, comandante militar en diversas entidades y, durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, titular de las secretarías de Economía y Obras Públicas.

   Con dicha experiencia, Múgica era uno de los más importantes aspirantes a la sucesión presidencial de º940, en parte por su cercanía personal e ideológica con el presidente. Su más fuerte contrincante en las filas del Partido de la Revolución Mexicana fue el general Manuel Ávila Camacho, entonces secretario de Guerra.

   Aun cuando existían otros aspirantes, Múgica y Ávila Camacho reunían el mayor número de simpatizantes, de tal forma que en enero de 1939 ambos dejaron sus posiciones en el gobierno federal para buscar la nominación oficial. Tan sólo transcurrieron pocos meses para que Múgica reconociera que las tendencias en el interior del país no le favorecían, pues las más importantes organizaciones partidistas expresaron pronto su simpatía por Ávila Camacho […]”

* Juan Cuauhtémoc Murillo Hernández, El general Francisco J. Múgica en Baja California Sur (1941-1946), Conaculta-Gobierno de BCS, 2011, 419 págs.,

(Como lo detalla el libro de Murillo Hernández, la de Múgica en BCS fue una administración excepcional, por lo cual resulta de justicia para el personaje y de utilidad para la memoria de esta entidad, que sea resaltada su obra tomando como referencia, por ejemplo, la fecha en que el ilustre constituyente tomó posesión del gobierno sudcaliforniano, el 4 de enero de 1941: Emc.)