DÍA DEL ABOGADO: L ANIVERSARIO
Para Francisco Dante,
mi abogado favorito.
El día del Abogado fue instituido en 1960 por iniciativa del periódico capitalino Diario de México, que se concretó en el acuerdo del presidente Adolfo López Mateos, en conmemoración de que el 12 de julio de 1553, el licenciado Bartolomé Frías y Albornoz dictó la primera cátedra de Derecho en el continente americano, en el seno de la Real y Pontificia Universidad de México (hoy UNAM).
Dicha efeméride tuvo confirmación veinticinco años después, al ser establecido el día internacional del Abogado, que concurrieron a celebrar en México representantes de las facultades y escuelas de Derecho de América.
Al mismo tiempo subrayo la coincidente circunstancia de que el 12 de julio de 1859 se decretó la ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, que fue la primera de las leyes de Reforma, integradas luego a la Constitución de 1857, lo que motivó la guerra de Reforma o de Tres Años (1859-1861). Las leyes de Reforma fueron redactadas por abogados como Benito Juárez y un grupo de brillantes liberales como Sebastián Lerdo de Tejada, Melchor Ocampo, Ignacio Ramírez y otros.
México posee singular significación en el Derecho Internacional por sus aportaciones en ese campo, particularmente como precursor y promotor del juicio de Amparo y el derecho de Asilo.
El compromiso ético del profesional de la jurisprudencia es con la majestad de la ley, en todos los órdenes de la vida, desde la individual y comunitaria hasta la universal.
Los abogados han de ser los primeros inconformes cuando la voluntad, los caprichos e intereses de quienes gobiernan se imponen sobre la ley y violan el Estado de Derecho, que debe sobreponerse a los funcionarios y los políticos que lo han corrompido.
Ninguna actividad de la sociedad es ajena al ejercicio del Derecho, pues la aplicación estricta de la norma jurídica tiene relación con la economía y la productividad, la política y el desarrollo, la educación y la cultura, la seguridad y la certidumbre en las instituciones y, en general, con el orden democrático y los empeños de modernización, la libertad y todo aquello que nos es consustancial como individuos y miembros de la colectividad humana.
La historia y el presente de Baja California Sur cuentan con figuras eminentes en el campo de la abogacía; son muchas y renunciaremos a mencionar sus nombres en esta nota atendiendo al proverbio de que citar es omitir.
En tiempos de crisis de valores, como los que vivimos en Sudcalifornia, el abogado debe ser factor de cambio y de progreso. Si por intereses políticos o económicos se colude con quienes infringen la ley, falla a su alma mater, a su vocación y a la gente que confía en él. Y ninguna ganancia pecuniaria lo justifica.
La carrera de Derecho fue creada en nuestra Uabcs hace algunos años, y en ella quedó definido el egresado como “el profesional con sólidos conocimientos teóricos y prácticos del Derecho, que posee la habilidad y capacidad de ejercer la profesión con ética y elevado sentido de justicia; desarrolla investigación en materia jurídica, tratando de identificar la forma en que el derecho regula las relaciones sociales; enjuicia y critica la validez y eficacia de la norma jurídica y propone cambios en el marco jurídico para lograr los objetivos sociales de la impartición de justicia.”
Todo lo cual sirve de pretexto para expresar un cordial abrazo de reconocimiento a los jurisconsultos sudcalifornianos este día 12 de julio y los que siguen.