ANIVERSARIO
Por
Salvador Abascal Infante.*

Cuando
se acercó el barco (de nombre Salvatierra, de 150 toneladas, fletado en Mazatlán
por cuatro mil pesos) al muelle de La paz, desplegamos nuestras banderas y
enarbolamos la gran Cruz de Acámbaro, en el techo de los camarotes.
Con
la cruz, la guadalupana y las banderas a la cabeza, desfilamos del muelle a la
parroquia, en silencio, en medio de la simpatía del pueblo de La Paz: mucha
gente nos había recibido en el muelle; y muchos hombres nos ayudaron
espontáneamente al traslado de los equipajes. De la iglesia nos fuimos al
cuartel que nos había preparado el Lic. Zermeño: una gran casa en que cupimos
todos muy bien.
Hablamos
Zermeño y yo con el general Múgica. Ya lo había yo tratado en México, en
Gobernación. Jamás tocamos nuestras ideologías, porque estábamos de acuerdo en
lo relativo a la colonización. Era hombre franco y abierto de fisonomía, de
grandes cualidades naturales, instruido, cumplidor y con experiencia y
conocimientos en agricultura […]
Jamás
nos estorbó en lo más mínimo. Por el contrario, nos ayudó cuanto pudo; y no más
por ser limitados los recursos económicos del gobierno del distrito Sur […]
El
día 1º de enero de 1942, a las 11 de la mañana, salieron 218 almas de La Paz a
Santo Domingo en 13 camiones de carga del gobierno.”
De
ello se cumplen ahora 74 años.
*
Salvador Abascal, Mis recuerdos.
Sinarquismo y María Auxiliadora, Editorial Tradición, 1980, México, 791
págs.