ACTUALIDAD

RECONSTRUCCIÓN

Para Baja California Sur, ésta es época de reconstrucción, de rediseño de sus proyectos, sueños y esperanzas.
   Los sudcalifornianos estamos muy lastimados después de un excesivo periodo de ejercicio errático del poder, injusticias e incompetencias, de ver lastimosamente diferido un porvenir de prosperidad para todos que creíamos cercano.
   Años en que hemos debido sufrir la frustración de ver aplazado cada vez el cumplimiento de las ancestrales ilusiones de convertir a esta heredad en tierra de desarrollo, bienestar y realización cabal de cada uno de sus habitantes.
   Reinado de  ignorancia, rusticidad y patanería, este ciclo de regresión, desengaño y lamentable mediocridad será en la historia regional, sin duda, nuestra edad media.
   Y en este nuevo proceso se vislumbra la etapa de volver a confiar, pero ahora en valores consistentes más allá del discurso demagógico, de la convocatoria al odio y la ambición patológica e irresponsable de poder. Ya está aquí el momento de depositar las aspiraciones colectivas en manos de las mujeres y los hombres del impulso espléndido, del empeño creativo y el afán innovador.
   La credibilidad de los sudcalifornianos se desgastó inútilmente en demasiados años de afanes y espera inútil, de endebles perspectivas y expectativas falsas, en tanto se enseñoreaban la rapiña, la codicia desmedida, el nepotismo, el importapoquismo y la incompetencia.
   La pesadilla terminará cuando volvamos a creer en los sudcalifornianos conscientes de la necesidad del cambio y del regreso a los antiguos valores que alguna vez prevalecieron en esta tierra, dignificándola, fortaleciéndola, enriqueciéndola.
   Sudcalifornia debe volver a ser de los sudcalifornianos, los que aquí nacieron y los que aquí llegaron para incorporarse a los afanes y proyectos comunes.
   Aunque la tarea será larga y laboriosa, es ya imprescindible reemprenderla, y el talento desprendido de nuestro estado es el llamado a asumirla.
   Se ha perdido un tiempo precioso y resulta inaplazable recuperarlo. Para ello hay disposición en abundancia, y tenemos la certeza de que quienes sean llamados a hacerlo aceptan ayudar al rescate de Sudcalifornia con los invaluables ingredientes de su inteligencia, empeño y generosidad. Con el espíritu, la mente y el corazón.
   Hagamos profesión de fe en la inaplazable reconstrucción vital para el presente y el futuro de Baja California Sur.

   Confiemos en las mujeres y los hombres de entusiasmo y visión, y preparémonos a apoyarlos en el duro quehacer que les espera.