Este cuaderno está integrado por 16 páginas, en versiones
española e inglesa, en referencia a la figura del abate Jean-Baptiste Chappé
d’Auteroche, astrónomo francés que el 3 de junio de 1769 “atisbaba sentado los
cielos a través de sus miradas telescópicas en un improvisado observatorio
establecido en el poblado misional de San José del Cabo. Él se encontraba allí
para registrar el paso de Venus por el disco solar […]”
La interesante descripción
hace un ameno relato a partir de la decisión de Chappé de realizar el viaje
desde París hasta San José del Cabo a fin de observar el fenómeno, lo cual
serviría para calcular la distancia de la Tierra al Sol. El porqué nuestro
científico escogió la población del sur bajacaliforniano se explica porque en
1757 había aparecido un folleto del también francés Joseph Lalande en que
indicaba los lugares más ventajosos para llevar a efecto dicho registro
astronómico, y entre ellos se mencionaba a la actual ciudad cabeña.
La marcha, que
cada vez fue más penosa, se inició en septiembre de 1768 hacia Cádiz, de ahí a
Veracruz, luego la capital novohispana, San Blas, Nayarit, y atravesó el golfo
de California hasta avistar Cabo San Lucas donde se hizo campamento y el abate
pudo advertir que sus instrumentos de medición llegaron en condiciones
perfectas.
Una epidemia de
cólera no fue obstáculo suficiente para detener el proyecto, y el día señalado,
3 de junio de 1769, encontró al hombre de ciencia mortalmente enfermo; un
sobrehumano dominio de sí mismo hizo entonces posible la empresa; su autor
sobrevivió hasta el 1 de agosto siguiente y fue sepultado ahí en el extremo
meridional de Sudcalifornia.