Juan Manuel Santos, presidente colombiano y anfitrión de
la VI Cumbre de las Américas, expresó en el acto de apertura que el “bloqueo” a
Cuba “ha demostrado su ineficacia luego de tantas décadas (sic) de terquedad ideológica.”
También, dice la
nota, “insistió en que se debe de repensar la relación de América Latina y el
Caribe con América del Norte a través de puentes de entendimientos.”
Basta estar
medianamente informado en estos asuntos para concluir que lo dicho por el
sucesor de Álvaro Uribe constituye un espaldarazo innecesario e inexplicable de
un gobierno legítimo y democrático a la feroz dictadura castrista. Vayamos por
partes:
“Bloqueo” es el
nombre que ha dado el castrismo al embargo impuesto por el gobierno
norteamericano como sanción permanente a ese régimen nefasto desde que la
“revolución” decomisó unilateral y arbitrariamente todos los bienes de
ciudadanos estadounidenses en esa isla caribeña. Y ese “bloqueo” ha servido a
los sátrapas como expediente para justificar su incompetencia como gobernantes,
violar cotidianamente los derechos humanos, entronizarse en un solo partido de
Estado, reprimir todo acto de inconformidad ciudadana, nulificar la iniciativa
de su pueblo y consecuentemente hundir la economía, así como cancelar la
división de poderes al grado de que la impartición de justicia está a cargo de
un ministerio dependiente del amo absoluto, etc.
Ello nada tiene
que ver con posición ideológica alguna; el colombiano desvaría.
Si bien en su discurso la tiranía se
desgarra las vestiduras culpando al "bloqueo" de todos los
problemas de la isla, lo cierto es que siempre ha temido que la suspensión de
las restricciones ponga al desnudo los errores de ese sistema cometidos
durante el último medio siglo, que han causado la ruina evidente
de la nación, como le quedó claro a Ricardo Pascoe Pierce luego de una conversación con Fidel Castro, la
cual refiere en su libro En
el filo, que está constituido por su diario de embajador de México en la
Isla durante el sexenio foxista.
Como aseguran los propios cubanos, el único
bloqueo que sufren es el que les impone su mismo gobierno.
Por otra parte, la eficacia del embargo
contra los Castro -que no contra
Cuba- ha quedado demostrada en las
dificultades que han enfrentado para sostenerse en el poder después de la caída
de sus generosos patrocinadores soviéticos; a duras penas se han mantenido con
el salvataje que les ha dado Hugo Chávez con los recursos petroleros y
financieros de la sociedad venezolana, las remesas del exilio y el turismo. De
cualquier manera, la economía cubana ha sido tan deteriorada por los sátrapas
que carecen de productos para exportar; han llegado al colmo de, por ejemplos,
importar azúcar de Brasil y, a pesar del “bloqueo”, alimentos y medicinas de
los Estados Unidos, pero no para los isleños sino para el turismo.
De ahí que las declaraciones de Santos más
parecen demagógicas que nutridas con la objetividad del presente que sufre el
pueblo cubano. Tender “puentes de entendimiento” con déspotas como los Castro
es tarea inútil, ya que desde el invariable rol de víctimas que han asumido lo
quieren todo en las negociaciones sin ceder ni un palmo en materias
fundamentales como la libertad y la democracia.
Más acertado estuvo el presidente Obama al
manifestar en ese foro que dará “la bienvenida a una Cuba libre en las próximas
Cumbres de las Américas…” Cuando esa república ingrese al justo disfrute de la
vida democrática, claro está.
Pero Cuba (no la tiranía) sí estuvo presente a través de la representación de las “Damas
de Blanco”, grupo femenino que lucha por la libertad dentro y fuera de su
patria y que tantas persecuciones y golpes ha recibido de quienes aún sostienen
a la autocracia.
Para no quedarse atrás, Felipe Calderón
expresó que su gobierno sostiene
“una política de inclusión de todos los
países de América Latina y El Caribe, repito, sin excepciones, aunque eso no
basta para [no] decir que tenemos puntos de vista distintos, que sostenemos
también una política de respeto pleno a los derechos humanos, a la libertad y a
la democracia en México, Cuba y cualquier parte del mundo", lo cual se oye
más razonable y acorde a la realidad. Por cierto que el presidente mexicano obtuvo unanimidad para
su propuesta sobre seguridad anticrimen.
Coincidentemente dejaron de asistir a la
cumbre quienes detentan el poder en Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela,
miembros los cuatro de la llamada Alternativa Bolivariana de las Américas
(ALBA), de inspiración castrista y promoción chavista.
Signo de los tiempos…
(Imagen: notisistema.com)