Si partimos del hecho incontrovertible de que en la
educación puede hallarse el origen de todas las soluciones al problemario
social, bien vale el ejercicio de enfocar la atención en las proposiciones de
los candidatos a la presidencia de México, con el objetivo de conocerlas y
normar el criterio acerca de qué piensan en materia tan sensible y definitoria
quienes aspiran a orientar el camino del país durante los próximos seis años.
Los citamos en orden alfabético de sus nombres:
Andrés Manuel
López Obrador puntualiza que se debe establecer la lectura como materia
obligatoria en los planes de estudio de la educación básica; reducir
gradualmente el tamaño de los grupos; impulsar las escuelas de tiempo completo;
mejorar los liderazgos escolares; capacitar y actualizar al magisterio; y
garantizar la educación gratuita. Puede consultarse explicación más amplia en http://www.amlo.org.mx/
Enrique Peña
Nieto sintetiza sus proposiciones de gobierno en cinco puntos fundamentales, el
cuarto de los cuales consiste en ofrecer más educación y de calidad para todos.
Un objetivo específico es el de que México logre el primer lugar de América
Latina en la prueba PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes),
de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Para
una descripción más completa es de sugerirse el sitio http://enriquepenanieto.com/
Josefina Vázquez
Mota ofrece un proyecto de acción gubernamental asentado en cinco pilares, en
ninguno de los cuales halla un referente el asunto educativo; sin embargo, como
parte de su primer discurso de campaña en Teziutlán, Puebla, aseguró que la educación será su agenda prioritaria e
hizo propuestas para “fomentar una educación que forme mejores personas.” Más
información en http://josefina.mx/
Pero
independientemente de los usos retóricos del tema, quien tome a su cargo
enseguida la titularidad del poder ejecutivo federal adquirirá el deber de asumir
con el mayor empeño la complejidad del sistema educativo de la nación, y
coherentemente de sus 32 entidades, pues por una parte son muchas sus
debilidades y muchas también las fuerzas que están desde ahora dispuestas a
oponerse a todo intento de reestructuración que se requiere desde hace ya
bastante tiempo en este campo esencial de nuestro desarrollo.
(Imagen: de una
composición de adnpolítico.com)