El ingenioso don Francisco de Ortega, sus viajes y noticias californianas, 1632-1636, por Miguel León-Portilla, UNAM, México, 1969.
En forma muy amena ofrece León-Portilla otro valioso trabajo de indagación acerca del pasado sudcaliforniano, alrededor de un personaje que con razón califica de “ingenioso”, y para cuyo estudio dispuso de varios documentos y relaciones, algunos de los cuales se conservan en el Archivo General de Indias, en Sevilla.
El primero de los viajes realizados por Ortega a California con la anuencia del virrey marqués de Cerralvo, se inició el 27 de febrero de 1632 y concluyó el 3 de julio del mismo año a bordo de la fragata Madre Luisa de la Ascensión, construida con múltiples sacrificios económicos por el expedicionario, a quien acompañaron esta vez veintidós personas.
El 3 de mayo (coincidentemente el mismo día de la llegada de Cortés noventa y siete años antes) arribaron frente a una isla cercana a la bahía de La Paz, que el capitán bautizó con el nombre de Cerralvo, en homenaje al virrey, y donde vieron a los primeros aborígenes.
(Es el mismo nombre que el INEGI ha intentado eliminar de la nomenclatura histórica sudcaliforniana mediante decreto de finales de 2009, para tratar de imponerle una denominación ajena a la toponimia, la cultura y tradición de Baja California Sur.)
Prosiguieron a la bahía de San Bernabé, cerca de cabo San Lucas, con más encuentros pacíficos con los nativos pericúes que les dieron agua, pescados, pieles, así como algunas perlas quemadas y acanaladas.
Navegando de nuevo por el golfo hacia el norte, y pasando por Cerralvo, descubrieron otra isla a la que llamaron del Espíritu Santo; una más que denominaron de la Salina y, junto a la descripción de estos hallazgos, la invariable alusión a los placeres de perlas.
Durante el segundo viaje, del 8 de septiembre de 1633 al 8 de abril de 1634, Ortega bautizó el puerto de San Francisco Javier y el de San Ignacio de Loyola; asimismo las islas de San Diego, Santa Cruz, Monserrate, del Carmen, Danzantes y San Ildefonso,
Esta relación de la nueva entrada a California nos da noticias de Bacarí, cacique indígena del puerto de La paz, y muchas otras de notable interés como las que informan de los vastos recursos naturales de esta zona, especialmente perleros.
La tercera y última expedición, efectuada del 11 de enero al 16 de mayo de 1636, es rica en sucesos cuyas crónicas nos proporcionan valiosos datos sobre los californios y las cosas de esta tierra.