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OCDE: RESULTADOS PISA 2009

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, que agrupa a 33 países miembros comprometidos con la democracia y la economía de mercado), al dar a conocer los primeros resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) 2009, de entre 65 naciones México ocupó el lugar 48 en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias.
En comparación con los resultados que obtuvo nuestro país en el 2000 se presenta una caída de 6 puntos en ciencias; mientras que avanzó en comprensión de lectura 3 puntos.
A pesar de esos movimientos por materia, se advierte que 46% de los jóvenes tienen resultados insuficientes de aprendizaje al llegar a los 15 años, puesto que se ubican en los tres niveles más bajos.
Los resultados de la prueba aplicada en marzo de 2009 a 52 mil estudiantes quinceañeros de México que asistían a mil 700 escuelas también revelaron que la educación que se ofrece en el Distrito Federal es la que obtiene los mayores desempeños en todo el país y le siguen Nuevo León, Aguascalientes y Chihuahua.
Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Tabasco y San Luis Potosí se sumaron al grupo de entidades con bajos desempeños, mientras que Puebla salió de este bloque de entidades con bajos resultados. Entre las que se habían colocado con los mejores puntajes en el año 2003 y no lograron mantenerse en ese grupo están Sonora y Querétaro, en tanto que Chihuahua incrementó su desempeño.
La calificación de la educación que se ofrece en el Distrito Federal es parecida a la que reciben los jóvenes israelíes, de Luxemburgo y Grecia, lo que significa que están a casi 100 puntos por debajo de los resultados que obtienen los mejores países de la prueba PISA: Corea del Sur, Finlandia, Canadá, Japón y Suiza.
La pregunta es por qué para nuestro país ha sido tan evidentemente imposible remontar sus cifras de crecimiento educativo frente al resto del mundo, a pesar de la aplicación de los fondos que se dedican a la superación del regazo en materia tan esencial para nuestro desarrollo en general.
Y si nos vamos a los resultados por entidades federativas, veremos que Baja California Sur continúa en sitios mediocres, a despecho de los números triunfalistas que se derivan de las manipulaciones estadísticas y los sofismas en la rendición de cuentas.
En el horizonte de este panorama sombrío en que vemos anunciarse cambios para seguir donde mismo, dentro de un sistema educativo de rutinas, desvíos y holgazanería no parece vislumbrarse ninguna intención que procure sacar a los niveles básico y terciario de las inercias, la corrupción y la incompetencia.
En el cúmulo de ofertas que hizo en tal sentido durante su campaña el candidato a gobernador que se arrogó el triunfo en la reciente elección, se halla ausente compromiso alguno que despierte la esperanza de que piense emplear empeños innovadores para salir del marasmo en que ha caído desde hace varios años la estructura educativa sudcaliforniana en todos los niveles.
Se registran, sí, afanes aislados especialmente de los segmentos de ciencia, tecnología e investigación, insuficientemente respaldados por una administración pública estatal carente en absoluto de visión y proyecto a largo plazo.
Baja California Sur hace aportación estatal baja (2 % del presupuesto) y produce resultados que están por abajo del promedio nacional. Sin embargo, de un somero análisis se infiere que la asignación de recursos no es condición determinante para mejorar la calidad educativa. Primero se tienen que resolver los problemas del sistema a fondo y a continuación asignar los recursos.
Y mientras continuemos así nos estará negado aspirar al despegue social y económico que durante tanto tiempo hemos esperado y por el cual tantos han trabajado tanto.

em_coronado@yahoo.com