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Bosquejo geológico del Territorio Sur de la Baja California, por Federico Mina U., sobretiro del Boletín de la Asociación Mexicana de Geólogos Petroleros, vol. IX, Núms. 3 y 4, págs. 139-270, México, 1957.

El índice de este estudio se inicia con un resumen y continúa con generalidades, resumen histórico, estratigrafía, cuenca de Vizcaíno, cuenca de La Purísima-Iray, geología estructural, geología histórica, geología económica, columnas geológicas de las perforaciones exploratorias, bibliografía e índice analítico.
En lo que toca a investigaciones geológicas en la península, el Ing. Mina explica que ésta ha sido objeto de estudios desde la época colonial, y que los primeros “fueron hechos con miras al descubrimiento de minerales metálicos y no metálicos, y no es sino hasta el presente siglo [XX] cuando se han efectuado exploraciones tendientes al descubrimiento de yacimientos petroleros.”
Dice que el primer informe que se conoce en este sentido es de William Gabb, publicado en 1869; después se produjo el de Waldemar Lindgren en 1890, y el de S. F. Emmons y G. P. Merrill en 1894.
Así nos enteramos de que, con propósito de explotación petrolera, los trabajos iniciales son de 1921, y fue N. H. Darton quien publicó su trabajo de geología económica.
Arnold Heim publicó al año siguiente un informe general sobre el Terciario peninsular, en referencia a los trabajos realizados por la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila” en 1915.
Se nos hace saber que antonio Pastor Giraud publicó ese mismo año el producto de las investigaciones que llevó a cabo un grupo de geólogos por encargo del Instituto Geológico de México.
En 1930, también patrocinado por esta institución, Hisazummi Hisakichi dio a conocer los productos de sus estudios en Baja California Sur, aunque “el trabajo más completo hasta la fecha” en la península es el de Carl Beal, originado durante 1921 pero editado en 1948.
En 1943, y en base a los estudios anteriores, Petróleos Mexicanos (apenas ocho años después de la expropiación decretada por el presidente Cárdenas) escogió a la parte sureña peninsular para explorarla “con fines petroleros”.
El libro que ahora reseñamos da a conocer el producto de esas investigaciones, el cual se ilustra con 19 cuadros, mapas y planos, entre los que destaca uno de rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas en esta mitad meridional de la antigua California.