LA SAGA DE LAS AVES DEL MATORRAL
En la presentación
del libro
editado por el
Centro de
Investigaciones
Biológicas del Noroeste
(CIBNOR, La Paz,
BCS, 2015)
Con
esta obra, sus autores se integran con gran decoro al conjunto de quienes han
contribuido con su interés, empeño y trabajo a ampliar nuestro conocimiento de
las diversas y complejas realidades de Baja California Sur.
Alguien
podría preguntarse qué está haciendo un cronista prologando los resultados de
una investigación científica. Bueno, habría que contestar que ello fue en respuesta a la invitación del
Dr. Renato Mendoza, con quien he tenido al agrado de compartir el interés por
la historia de Baja California Sur desde hace ya varios años. Si la explicación
fuese insuficiente, habría que agregar que pertenezco a la generación de sudcalifornianos
que con alegría y optimismo vio nacer el Centro de Investigaciones Biológicas que
dirigió desde su creación, en 1975, el inolvidable Dr. Félix
Córdoba Alva, en algunos pequeños espacios dentro de la zona urbana de La Paz,
que nada tienen que ver ahora con sus estupendas instalaciones en El Comitán.
Quizá
la curiosidad ornitológica con finalidad científica en Baja California Sur se
inicie desde la época colonial en que estuvo aquí el misionero jesuita Miguel
del Barco, cuyas observaciones y apuntes preparó el Dr. Miguel León-Portilla y publicó
la UNAM en 1973. De 482 páginas, todo el capítulo tercero está dedicado a las
aves.
Más
tarde, de 1859 a 1861, esta parte meridional de la península californiana tuvo
la importante visita del zoólogo húngaro John Xántus, cuyos trabajos editó
Dawson’s Book Shop de Los Ángeles, Alta California, en el número 48 de su
colección “Baja California Travels Series”.
Y
a principios del siglo XX, León Diguet en su libro Territorio de Baja California, publicado en 1912.
Y
ha habido algunos otros que han abordado estos temas de nuestro entorno natural,
hasta que Mendoza y Amador pusieron en acción sus preocupaciones en este
sentido y nos entregaron el presente vehículo multiplicador de sus estudios y
conclusiones, donde, como digo en él, “ofrecen su visión y experiencia de un
mundo vivo y dinámico –en la dramática y cotidiana convivencia de los
pobladores del humedal y el matorral-, que queda abierto ahora mediante una
suerte de eficaz narrativa que, en cuanto ciencia, informa y enseña; en cuanto
literatura, emociona: y en cuanto ecología, interesa y advierte.”
Se
trata, ciertamente, de “un texto provocador de inquietudes, ante la revelación
de un mundo significante, materia de la ciencia y la literatura, del entusiasmo
y del interés general que llama la atención sobre lo mucho que estamos todos en
el deber de conocer, preservar y, en la medida de lo posible, enriquecer.”
Demos
entonces la bienvenida a este nuevo libro, que se suma con gran mérito al
acervo bibliográfico de y sobre nuestra California. Enhorabuena.
7 de junio de 2018,
Centro Cultural de La Paz.