NUEVO DOCTORADO A MIGUEL LEÓN-PORTILLA
El prestigioso historiador de las Californias recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Sevilla
ACTUALIDAD
XL CONGRESO DE CRONISTAS MEXICANOS

CRÓNICA
EL MEJOR DE LOS MUNDOS
Un
mundo así es posible: aquél donde sólo hay noticias de las cosas felices que
ocurren en el país, y de los sucesos feos en los otros que, por tanto, nada
tienen de imitable.
Un
lugar en que ninguna crítica pública adversa hay al gobierno y a los
gobernantes; donde jamás se habla de corrupción, donde se habla de tú al
presidente. En cuyos medios, todos, están ausentes la nota roja, los anuncios
comerciales, las quejas que pudiere haber de los usuarios de la tv, la prensa y
los tecnomedios, y todo aquello que pueda considerarse al margen de los
intereses del dirigente, protector y custodio de la opinión pública.
Solamente
informes de lo bueno que vendrá, de los éxitos del mañana, del futuro mejor. Es
cierto que de los logros del presente nada hay que hablar y nadie se ocupa de
recordar a los administradores públicos sus anuncios futuristas.
Donde
se carece de encuestas y estadísticas, sólo cifras que algunas veces presenta
el gobierno para dar a conocer sobrecumplimientos incuestionables e inverificables
de metas y objetivos.
Donde
la oposición es mínima, y cuya existencia y actuar jamás son conocidos por la
sociedad. Sólo de vez en cuando la gente se entera de algún acto de repudio
contra vecinos inconformes que disienten y se atreven a manifestar su rechazo
al sistema y sus exigencias de cambio.
Un
país donde se enseña la sabia virtud de vivir sujetos y dependientes del
estado y de la ayuda extranjera (al mismo tiempo que se habla de soberanía irrenunciable), mientras se abate toda iniciativa de crecimiento personal que, de
acuerdo a los criterios oficiales, es raíz de formas indeseables de existencia
que harían impensable la consecución del hombre nuevo.
Una
república que, sin serlo, carece de
preocupaciones por el futuro, incluido el inmediato; donde nadie planea para
mañana porque el régimen se encarga de eso, nadie más…
Un
pueblo que canta, ríe, exporta talentos, calla y recibe a sus visitantes con el
orgullo nacionalista que proporciona pensarse modelo y ejemplo.
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