CERTEZAS Y
FALACIAS SOBRE LA REFORMA DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO
En
el pórtico del sitio de la secretaría federal de Educación Pública en la
Internet (http://www.gob.mx/), puede leerse un
sucinto planteamiento acerca de “Mitos de la Reforma Educativa”, que en esta
nota se procurará presentar de manera aún más resumida:
* Se dice que la Reforma Educativa (RE) busca
privatizar la educación, lo cual constituye una falsedad pues se trataría de
una acción violatoria del artículo Tercero constitucional y la respectiva ley
general de Educación acerca de que “El Estado está obligado a prestar servicios
educativos de calidad […], para que toda la población pueda cursar la educación
preescolar, la primaria, la secundaria y la media superior”, que son los
niveles gratuitos y obligatorios de la enseñanza básica.
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También algunos tratan de hacer creer que con la RE, los padres de familia
tendrán que pagar cuotas escolares, pero todo el mundo sabe que el sistema
educativo nacional prohíbe las cuotas obligatorias y que se condicione al
previo pago tanto de las inscripciones, las clases, los exámenes, la entrega de
documentos, como el trato equitativo a los alumnos, aunque las comunidades tienen
(como han tenido siempre) la opción de mejorar sus escuelas mediante
aportaciones voluntarias.
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Otros intentan confundir con la falsa especie de que ahora los libros de texto
dejarán de ser gratuitos, como lo han sido desde su creación en 1960.
Sin
embargo, seguirá habiendo sanción para cualquiera que pretenda lucrar con su
venta o solicite algùn beneficio personal a cambio de ellos.
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Algunos más engañan propalando el mito de que la RE busca crear mano de obra
barata en beneficio de las empresas extranjeras, y mantener sumisa a la gente
para que el gobierno la siga teniendo bajo su control. Por el contrario, los
cambios en las nuevas disposiciones reformistas buscan mejorar la educación para
poner a México en el desarrollo del siglo XXI. El objetivo, se dice en este
apartado, es “formar ciudadanos libres,
críticos, informados y responsables, personas éticas, que sean capaces de
ejercer y defender sus derechos.”
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Han calificado a la RE de “laboral” y sin contenido educativo. Contrariamente a
ello, la Reforma es integral y abarca todos los ángulos de su competencia, con
un objetivo primordial: mejorar la calidad de la educación. Nada se ve en la RE
que permita adjetivarla de “laboral”; es quizá el empeño más serio realizado
hasta el presente por la transformación global de la educación para superar los
problemas que le han impedido dar a México lo que siempre ha esperado de ella:
su crecimiento y cabal inserción entre las naciones mejores del planeta en la
libertad, la democracia y la prosperidad.
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Se afirma tendenciosamente que la RE es violatoria de la Constitución porque pretende
quitar a los maestros sus derechos laborales. En primer lugar ello está
prohibido por la Carta Magna que es garante de los derechos laborales del
magisterio, lo que incluye todo el conjunto de prestaciones que ya tenía antes
de la Reforma (Carrera Magisterial, antigüedad en el servicio, derecho a jubilación
y otras que se hayan acumulado en años anteriores, etc.).
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Otras versiones afirman que los profesores que reprueben un examen serán
despedidos. Lo cierto es que la evaluación del desempeño docente es más que un
examen y ningún profesor que se presente a la evaluación perderá su empleo,
aunque obtenga resultado desfavorable. El objetivo primordial de la evaluación
es apoyar a los docentes en su mejoramiento profesional; a partir del resultado
que se tenga, el interesado recibirá la capacitación que requiera.
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Asimismo, los antirreformistas sostienen que la evaluación ignora el contexto y
las necesidades de cada plantel. Tales factores están considerados al tomar en
cuenta la opinión del director de la escuela, trabajos de los alumnos, examen
escrito y argumentación de cómo planea sus clases, lo cual le da ocasión de
explicar el contexto donde se desempeña.
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Parte de la desinformación en este sentido permite hacer creer que la RE carga
toda la culpa de los problemas de la educación a los profesores, siendo que el
cambio considera que la educación debe ser tarea compartida por los diversos
factores que inciden en ella. Así, la RE es integral y, además de tomar medidas
para que los maestros estén cada vez mejor preparados, apoya a las escuelas
para que mejoren sus condiciones, estén más y mejor equipadas y busca actualizar
los planes y programas de estudio.
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Con interpretación simplista hay quienes creen que con la RE ahora cualquier
profesional podrá tener plaza de profesor. A este respecto puede decirse que
aun cuando la nueva norma permite que personas con licenciatura y vocación magisteral
se presenten a concurso de ingreso, éste exige capacidades didácticas y
pedagógicas suficientes, precisamente para garantizar que los mejores sean
maestros... y viceversa.
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Por lo que toca a las escuelas normales, corre la versión de que la RE busca
desaparecerlas. Muy al contrario, la normal seguirá siendo institución
principal en la formación y capacitación continua de los docentes. La transformación
se propone vigorizar a las escuelas normales con planes y programas
actualizados, en condiciones físicas óptimas y con mejor coordinación con las
demás instituciones de educación superior.
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Otros propalan el mito de que la RE fue impuesta sin consultar a los maestros y
a los especialistas. En tema tan sensible para el país se preguntó previamente
a maestros, padres de familia, académicos, funcionarios públicos, representantes
sindicales y demás componentes de la sociedad mexicana. Al término de una vasta
consulta fue apoyada por los principales partidos políticos de todos los signos
ideológicos y aprobada en el Congreso de la Unión por gran mayoría de votos.
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Una falsedad más es que la RE niega la ayuda a las escuelas que más la
necesitan. Lo que se oculta tras esta falacia es que la Reforma determinó desde
el principio que la SEP y el INEGI hicieran un censo para saber las condiciones
en que se hallaban las escuelas. Con los datos que resultaron se estructuró el
programa “Escuelas al cien”, uno de cuyos primeros logros es la aplicación de
cincuenta mil millones de pesos con los que se están arreglando las treinta y
tres mil escuelas que más lo requerían.
La
certeza es evidente, y es que con la RE se quiere mejorar la calidad de la
educación mexicana, aunque, como ocurre siempre con todas las transformaciones,
hay segmentos de la población que ven afectados sus intereses consolidados a
través del tiempo, la corrupción, la irresponsabilidad y la ausencia de
compromiso con los más elevados objetivos nacionales.