CRÓNICA HUÉSPED

VISIÓN ITALIANA DE BAJA CALIFORNIA SUR

Por W. Michael Mathes*

Alfonso Dollero, viajero turístico, llegó a la ciudad de México en tren desde Nueva York en junio de 1907. Le acompañaron dos amigos, el ingeniero Armando Bornetti, de Roma, y el químico Arturo Vaucresson, procedente de Suiza. El grupo disfrutaba una larga y variada estadía en México, todavía en plena pax porfiriana, para conocer a fondo su pueblo, sus bellezas naturales, sus monumentos y la afamada  reciente transformación económica del país, y no volvieron a Europa hasta agosto de 1910, apenas un mes antes de la tumultuosa celebración del centenario de El Grito.

   Como muchos otros turistas que durante las últimas dos décadas del siglo XIX empezaron a utilizar el sistema ferrocarrilero para efectuar sus visitas, Dollero y sus acompañantes siguieron en este medio de transporte durante gran parte de su viaje, pero su desviación marítima a través del golfo de California a la península los distinguiría de los demás.

   Como resultado del viaje, Dollero preparó una guía comentada con un directorio, ampliamente ilustrado, titulado México al día (Impresiones y notas de viaje), impreso en París por la famosa editorial de la viuda de C. Bouret, de París y México. De 972 páginas, la obra detalla no solamente el viaje sino también información reunida sobre los lugares no visitados. En el caso de [la península de] Baja California [cap. XXII], su información es generalmente precisa [...]


* En Crónicas, Gob. del Edo. de BCS, La Paz, núm. 9, junio de 1992, págs. 39-40.