FRANCISCO J MÚGICA
Francisco José Múgica Velázquez nació
en Michoacán el año 1884. Tras terminar
sus estudios preparatorios comenzó a ejercer el periodismo como colaborador de periódicos
liberales, entre ellos Regeneración,
de los hermanos Flores Magón. En Zamora, Michoacán, lugar donde había concluido sus estudios de seminario
y había establecido su residencia, publicó pequeños periódicos opositores a Porfirio
Díaz.
Años después pasó a vivir en la ciudad de México, donde contactaría a diversas figuras de las
conspiraciones para la Revolución Mexicana. En 1910 viajó a San Antonio, Texas, EUA, donde comenzó la organización de juntas revolucionarias. Se
enroló en las fuerzas de Pascual Orozco, que tomaron en 1911 lo que sería Ciudad Juárez. En 1913 llevó a cabo
con Lucio Blanco el primer reparto agrario en Michoacán.
Posteriormente fue encargado de diversas actividades militares como
general y lugarteniente de Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, entre otros. Encabezó
las fuerzas revolucionarias en Michoacán, donde conoció a Lázaro Cárdenas, de
quien sería maestro ideológico.
Diputado al Congreso Constituyente de 1917,
fue uno de los mejores legisladores y pensadores de la Revolución mexicana. Esencialmente se
enfocó a los artículos referentes a temas de religión, política, economía y
educación. Su pensamiento avanzado se expresó principalmente en los Artículos
3o, 27 y 123 de la nueva Constitución mexicana.
Gobernador de Tabasco y de Michoacán en los
interinatos de Lázaro Cárdenas cuando éste fue designado presidente
del Partido Nacional Revolucionario o secretario de Estado, Múgica se encargó
de instrumentar en ambas entidades una política de tendencia radical, entre
ellas la represión religiosa y el impulso que su amigo y colaborador había dado
al ejido.
Al tomar posesión de la presidencia de la
República el 1 de diciembre de 1934, Lázaro Cárdenas designó a Múgica como secretario de la Economía Nacional y
luego de Comunicaciones y Obras Públicas. Sucesor natural de Cárdenas en la
presidencia, sus opositores lo veían como un riesgo por sus ideas avanzadas.
Al llegar 1939,
la popularidad de Cárdenas había caído seriamente, y Múgica no tuvo otra opción
que retirar su precandidatura y sumarse a la de Manuel Ávila Camacho, quien
ocupó la presidencia de 1940 a 1946.
Pasadas las elecciones, Múgica fue designado
gobernador del Territorio de Baja California Sur, una de las zonas más
alejadas, subdesarrolladas y menos pobladas del país.
Ello significó una fortuna para los
sudcalifornianos, que de inmediato fueron beneficiarios del talento revolucionario,
político, financiero y administrativo del ilustre Constituyente: llevó a cabo
un gobierno de particular aliento al desarrollo agropecuario, la educación y la
cultura; en este último campo estableció instituciones que aún perduran como el
teatro “Manuel Márquez de León” de Todos Santos, la Escuela Normal Urbana y la
Escuela de Música de La Paz.
En 1945, un grupo representativo de la
sociedad sudcaliforniana llamado Frente de Unificación Sudcaliforniano (FUS) le
pidió apoyo para lograr que la autoridad presidencial permitiera que el pueblo
de Baja California Sur fuese gobernado por un nativo de la entidad; el general
Múgica, además de acceder a la petición, presentó su renuncia al mandatario
nacional a fin de dejarlo en libertad de satisfacer la demanda de los
calisureños. Ávila nombró en su lugar al general Agustín Olachea Avilés.
Más tarde, Múgica se encargó de actividades
privadas y de la organización de diversos penales, entre ellos el de las Islas
Marías. Murió en la ciudad de México el 12 de abril de 1954.