Carretera transpeninsular de la Baja California, por Ulises Irigoyen, Editorial América, México, 1943, XXI+489 págs.
Durante su gobierno en el Territorio Sur de Baja California, el general Francisco J. Múgica gestionó ante la secretaría de Hacienda el nombramiento de una comisión “que recorriera la península y, a través de la observación directa de sus condiciones actuales y psobilidades de desarrollo, diera cuenta de los aspectos más importantes que presentan los problemas inherentes a la vida de los territorios, así como de sus necesidades, a fin de derivar conclusiones útiles que pudieran normar la actitud futura del gobierno federal, en íntima coordinación con los gobiernos locales, respecto al discernimiento de las medidas indispensables para el fomento definitivo del desarrollo de esas lejanas regiones.” Aludía, desde luego, a los dos territorios de Baja California.
La procuración dio resultado favorable y se designó con este fin al ingeniero Irigoyen, a quien le fueron señalados dos objetivos de investigación: utilidad de la zona libre y justificación de los planes para la construcción de la carretera que uniera a las dos Californias mexicanas.
De aquellos trabajos nació este volumen, pletórico de informes de gran valía, al cual el autor dividió a su vez en dos libros: El primero hace el relato de su recorrido peninsular a través de quince capítulos en los que describe cada uno de los lugares que va tocando, con el señalamiento de sus aspectos físico, social, cultural, económico, recursos y potencial de desarrollo. El libro segundo habla del pasado a partir de la época de las exploraciones y primeros intentos de colonización permanente en la península, hasta los años en que fue realizado el estudio.
En la primera de las diez conclusiones a que llega el investigador se dice textualmente que “debe construirse inmediatamente la carretera transpeninsular porque la justifican plenamente las conveniencias económicas, sociales y militares del país.”
Buen número de fotografías y un índice onomástico ilustran y hacen mayormente manejable esta importante aportación al conocimiento de nuestra California y lo mexicaliforniano.
Durante su gobierno en el Territorio Sur de Baja California, el general Francisco J. Múgica gestionó ante la secretaría de Hacienda el nombramiento de una comisión “que recorriera la península y, a través de la observación directa de sus condiciones actuales y psobilidades de desarrollo, diera cuenta de los aspectos más importantes que presentan los problemas inherentes a la vida de los territorios, así como de sus necesidades, a fin de derivar conclusiones útiles que pudieran normar la actitud futura del gobierno federal, en íntima coordinación con los gobiernos locales, respecto al discernimiento de las medidas indispensables para el fomento definitivo del desarrollo de esas lejanas regiones.” Aludía, desde luego, a los dos territorios de Baja California.
La procuración dio resultado favorable y se designó con este fin al ingeniero Irigoyen, a quien le fueron señalados dos objetivos de investigación: utilidad de la zona libre y justificación de los planes para la construcción de la carretera que uniera a las dos Californias mexicanas.
De aquellos trabajos nació este volumen, pletórico de informes de gran valía, al cual el autor dividió a su vez en dos libros: El primero hace el relato de su recorrido peninsular a través de quince capítulos en los que describe cada uno de los lugares que va tocando, con el señalamiento de sus aspectos físico, social, cultural, económico, recursos y potencial de desarrollo. El libro segundo habla del pasado a partir de la época de las exploraciones y primeros intentos de colonización permanente en la península, hasta los años en que fue realizado el estudio.
En la primera de las diez conclusiones a que llega el investigador se dice textualmente que “debe construirse inmediatamente la carretera transpeninsular porque la justifican plenamente las conveniencias económicas, sociales y militares del país.”
Buen número de fotografías y un índice onomástico ilustran y hacen mayormente manejable esta importante aportación al conocimiento de nuestra California y lo mexicaliforniano.