APETENCIAS PREMATURAS
Ante la campaña de autopromoción que efectúan en todos los espacios que han hallado disponibles de nuestra entidad, y continuarán, al parecer, un trío de pretendientes a las candidaturas de sus partidos para obtener el cargo de gobernador en el siguiente sexenio, vale preguntarse si tales personajes tienen méritos especiales, han hecho obra extraordinaria verdaderamente valiosa o realizado labor determinada (por la que no se les haya pagado) en beneficio de esta entidad, en qué basar consistentemente su febril afán de que se les conceda lugar exclusivo en la próxima carrera por la posesión del poder ejecutivo estatal.
Dónde está, cabe preguntarse, la tarea relevante o la producción personal de especial mérito de estos señores, que justifique o al menos permita comprender tales desmesuras y “trastornos al reloj electoral”.
Las diversas modalidades de dicha autogestoría constituyen, por otra parte, expresiones de irrespetuosidad a la comunidad de Sudcalifornia, porque sus autores trasgreden así prevenciones relativas de la ley electoral, a la cual deberían ser los primeros en someterse, pues ejercen cargos de responsabilidad en la función pública.
Se erigen en precursores de un proceso que de tal manera es irregular antes de que empiece. Son, por tanto, infractores que evidencian ansias megalomaníacas que empobrecen toda expectativa de desempeños presentes y potenciales; atropellan, de paso, la sensibilidad de la población, la inteligencia de quienes integramos el padrón electoral, con mensajes a destiempo.
Resulta entonces que el procedimiento contamina y pretende inficionar también la mente social, pues es advertible, con toda claridad, la intención de grabar tempranamente en ella tres ideas persistentes.
Alguien tendría que convencer a los actores en cuestión que el ejercicio de la política y los apetitos de acceso al poder continúan teniendo reglas, pese a todo.
Correo e.: em_coronado@yahoo.com
Ante la campaña de autopromoción que efectúan en todos los espacios que han hallado disponibles de nuestra entidad, y continuarán, al parecer, un trío de pretendientes a las candidaturas de sus partidos para obtener el cargo de gobernador en el siguiente sexenio, vale preguntarse si tales personajes tienen méritos especiales, han hecho obra extraordinaria verdaderamente valiosa o realizado labor determinada (por la que no se les haya pagado) en beneficio de esta entidad, en qué basar consistentemente su febril afán de que se les conceda lugar exclusivo en la próxima carrera por la posesión del poder ejecutivo estatal.
Dónde está, cabe preguntarse, la tarea relevante o la producción personal de especial mérito de estos señores, que justifique o al menos permita comprender tales desmesuras y “trastornos al reloj electoral”.
Las diversas modalidades de dicha autogestoría constituyen, por otra parte, expresiones de irrespetuosidad a la comunidad de Sudcalifornia, porque sus autores trasgreden así prevenciones relativas de la ley electoral, a la cual deberían ser los primeros en someterse, pues ejercen cargos de responsabilidad en la función pública.
Se erigen en precursores de un proceso que de tal manera es irregular antes de que empiece. Son, por tanto, infractores que evidencian ansias megalomaníacas que empobrecen toda expectativa de desempeños presentes y potenciales; atropellan, de paso, la sensibilidad de la población, la inteligencia de quienes integramos el padrón electoral, con mensajes a destiempo.
Resulta entonces que el procedimiento contamina y pretende inficionar también la mente social, pues es advertible, con toda claridad, la intención de grabar tempranamente en ella tres ideas persistentes.
Alguien tendría que convencer a los actores en cuestión que el ejercicio de la política y los apetitos de acceso al poder continúan teniendo reglas, pese a todo.
Correo e.: em_coronado@yahoo.com