ORGULLO Y EJEMPLO
DEL SECTOR CULTURAL
El 15 de julio de este 2014 ya en fase terminal, la
oficina del ejecutivo de BCS recibió la carta que le dirigieron los integrantes
del Consejo Académico de la Escuela de Música del estado mediante la cual,
luego de reseñar los antecedentes de esa institución que tanto ha servido y
prestigiado a nuestra entidad, le plantean la inexplicable situación laboral de
su personal docente, “cuyos ingresos provienen en su mayoría de las cuotas de
recuperación de los casi 300 alumnos” que ahí son atendidos.
Dice el escrito
que “21 de los 27 docentes con este problema están bajo un sistema de
contratación que es por hora, lo que les genera un ingreso inestable pues si en
alguna quincena algún alumno se da de baja, sus ingresos se reducen por igual
hasta que la vacante se ocupe con otro alumno”, circunstancia que desde luego
les produce una injusta irregularidad laboral.
Informa que los
6 maestros que apoya el INBA tienen igual desprotección pues se desempeñan bajo
el concepto de interinato limitado desde hace más de diez años, con plazas en
horas que pertenecen a primarias del D. F. Esto, además –manifiestan-- los pone en riesgo de perderlas por efectos
de las nuevas disposiciones de la Ley General de Educación.
Todo ello sin reconocimiento
de antigüedad, servicios médicos, escalafón, prima vacacional, aguinaldo y,
obviamente, las demás prestaciones a que tienen derecho, lo cual “ha generado
una inconformidad generalizada entre quienes, en el cumplimiento de nuestro
deber y por el amor que tenemos hacia nuestra actividad, nos hemos solidarizado
con la institución aún más allá de nuestras obligaciones, participando en
cursos de capacitación, reuniones académicas, conciertos, festivales y todo
cuanto permita que la Escuela de Música siga teniendo el nivel y proyección
reconocidos por nuestra población”, enfatiza el texto.
Aclaran los
firmantes que la propia dirección escolar y el Instituto Sudcaliforniano de
Cultura han hecho su parte en las gestiones respectivas, aunque sin resultados
que satisfagan las legítimas demandas de los trabajadores, que intentan una vez
más la normalización de su certidumbre laboral.
Estas
preocupaciones fueron planteadas por medio del documento al gobernante antes de
iniciar el presente ciclo escolar, aunadas a la comedida solicitud de
entregarles las obras de ampliación y el equipamiento pendientes, por lo que le
pidieron recibir a una comisión de
profesores para explicarle con mayor amplitud la preocupante realidad de esa
institución fundada por el Constituyente Francisco J. Múgica, que es emblema del
quehacer artístico sudcaliforniano, a la cual el actual ejecutivo, en algún
discurso, ha denominado “orgullo y ejemplo del sector cultural”.
Cinco meses
después continúan en espera de ser atendidos.