ÁNGELA
PERALTA EN LA PAZ
La noche del sábado 24 de
noviembre anterior, el ayuntamiento de La Paz y la escuela de Música del estado
ofrecieron un recital para honrar la memoria de Ángela Peralta; lo protagonizó
la soprano Loyda Vázquez, acompañada de la pianista sudcaliforniana Cruz de la
Paz García Hale.
Ello ocurrió en el jardín “Máximo Velasco” o
plaza de la Constitución, último lugar donde cantó “El Ruiseñor Mexicano”, voz
privilegiada y talento excepcional que deleitaron al mundo del siglo XIX en sus
breves 38 años de vida.
Después de presentaciones exitosas en su
patria, Europa, norte de África, de nuevo en México y de regreso al Viejo
Mundo, y luego de una gira por el norte de nuestro país, la compañía operística
que encabezaba María de los Ángeles fue hospedada en el hotel Silver Garden de La Paz, y actuó exitosamente
ante el público paceño a mediados de agosto de 1883. Enseguida todos los
miembros del elenco abordaron el barco Newbern
para proseguir sus actuaciones en Mazatlán, a donde llegaron el día 22
siguiente.
Poco tiempo antes habían arribado a aquel
puerto sinaloense dos vapores procedentes de Panamá, infectados de fiebre
amarilla. A los dos días de haber llegado, Ángela y la mayor parte de los
integrantes del elenco cayeron abatidos por el padecimiento, que sólo les
permitió un ensayo privado al que asistieron periodistas. La estrella murió el 30 de agosto de 1883.
Al año siguiente, la epidemia se extendió a
todo el noroeste mexicano y causó una terrible mortandad en los pueblos de Baja
California Sur.