PRESENTE

LOS ESFUERZOS DEL GOBIERNO

De acuerdo con el diccionario de la Academia, “esfuerzo” es “empleo enérgico de la fuerza física contra algún impulso o resistencia, empleo enérgico del vigor o actividad del ánimo para conseguir algo venciendo dificultades, brío, valor y empleo de elementos costosos en la consecución de algún fin.”

En esto se puede reflexionar a propósito de expresiones provenientes del mundo oficial, como aquella que habla de los “esfuerzos” de la administración pública, o cuando ésta llama a “redoblar”, “conjuntar” o “sumar” esfuerzos en tal o cual tarea.

Los anteriores son lugares comunes, en efecto, porque el vocabulario de alguna gente en el poder es de tal manera pobre que sólo maneja (manipula, manosea, maniobra) una cierta cantidad de vocablos en cuyos significados todos parecen estar de acuerdo, aunque sólo parecen porque que al final se hallan lejos de una comprensión unánime.

Al decir de una talentosa mujer como Ayn Rand, “el gobierno nada hace, en nada contribuye, excepto en poner impedimentos.” Esto es de tal modo real como que los únicos recursos que posee el poder público son los de la sociedad, no más, y ninguno de los que se hallan en él le pone, al contrario...

Aparte de las acciones de dirección (más o menos acertada) puramente administrativa, de gestión, procuración y promocional que le son propias, en cualquier caso el gobierno nada produce en materias esenciales como la ciencia y la tecnología, la cultura y el arte, la filosofía y la tradición o las artesanías, por ejemplos. Puede apoyarlas, cuando mucho, pero carece, como ente burocrático que es, de competencia y capacidad para producirlas.

Y así se puede tener la certeza de que la autoridad (del nivel que sea) jamás pone un “esfuerzo” adicional a la posibilidad que tiene de utilizar los fondos puestos a su cuidado, y que suele escamotear indebidamente, como todos sabemos.

Por tanto, el gobierno del nivel que fuere y sus posesionarios (el presidente, el gobernador, el alcalde) se halla imposibilitado de efectuar “esfuerzo” alguno, y en general nada más allá de lo que le permite el erario.

El servidor público lo es de tiempo completo (incluidas vacaciones), y su responsabilidad es dedicarlo todo a desempeñar su trabajo por el que se le paga muy bien. Fuera de él nada resulta extraordinario; por tanto, ningún “esfuerzo” hay al margen de ello.


Así que, ¿cuál esfuerzo, señor funcionario y empleados que le acompañan?