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LA RUTA DEL DINERO

Desde el decenio de los 1970s, la expresión “Siga el dinero” se ha utilizado varias veces en el periodismo de investigación y debate político. Un ejemplo es “Follow the Money” (seguir el dinero), título de una serie informativa de la CBS.

La frase “Sigue el dinero” fue mencionada por Henry Peterson en las audiencias del comité Judicial del Senado de los Estados Unidos en 1974, cuando Earl J. Silbert fue nominado para ocupar la fiscalía federal.

Un libro de 1975 de Clive Borrell y Brian Cashinella, “Crime in Britain Today” (el crimen en Inglaterra hoy), también utiliza la sugerencia.

En un episodio de “The Wire” (el alambre), el detective Lester Freamon empleó la proposición al investigar las relaciones de una banda criminal de Baltimore, para explicar la dificultad política de investigar a la delincuencia organizada, diciendo: "Usted sigue narcóticos, drogadictos y traficantes de drogas; pero empieza a seguir el dinero, y no sabe a donde “%*$%/” va a llegar".

“Siga el dinero” fue a su vez popularizada por los 1976s en la película-documental-drama “All The President's Men” (todos los hombres del presidente), que aconseja el rastreo de un camino de corrupción de dinero en altos cargos, en este caso el del presidente Richard Nixon. Para la película, el guionista William Goldman atribuyó la frase a “Deep Throat” (garganta profunda), el informante que participó en revelar el escándalo de Watergate, que finalmente condujo a la renuncia del ejecutivo estadounidense.

El enunciado vino a la mente de este cronista a raíz del anuncio oficial de que se pretende demoler, primero el edificio de la escuela 18 de Marzo, y últimamente el de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en la Ciudad de México.

Respecto al primer caso, los paceños Pepe Javier y Luis Farah de Anda han ofrecido dirigir y financiar el aseguramiento físico de la escuela para prevenir cualquier riesgo de colapso estructural.

Por lo que toca al segundo, el profesor Jesús (Bobby) García Manríquez, administrador del Patronato del Estudiante Sudcaliforniano en los primeros tiempos del sexenio que empezó en 1999, mediante nota periodística reciente hizo saber que durante su gestión fueron aplicados recursos para la rehabilitación de la Casa del Estudiante en México, por lo cual harían falta algunos más a fin de que el albergue capitalino continuara funcionando en condiciones adecuadas y se evitara así su derribo.

Aunque eso es historia que casi a nadie parece importar.

Los planes demoledores persisten, más los que vendrán, y aun los menos perspicaces nos preguntamos: y eso, ¿a quién pretende beneficiar realmente?

Tal vez por eso ocurrió la recordación de la frase...