ACTUALIDAD DEL PASADO

CATEDRAL DE LA PAZ: TESTIMONIO VIVO

En 1855 fue creado el vicariato apostólico de la Baja California y llegó a ésta el primer obispo, Juan Francisco Escalante.

A este prelado sonorense correspondió colocar en 1861 la primera piedra del templo dedicado a Nuestra Señora de La Paz (cuando la población local era de 2276 habitantes) y trabajar en su edificación hasta verla terminada cuatro años después.

Como parte de las celebraciones del centenario de la Independencia Nacional fue inaugurada en 1910 la primera de sus dos torres, la del lado sur, que se levantó con donativos particulares. 

La catedral de Nuestra Señora de La Paz es testimonio vivo. No únicamente espacio de meditación y culto sino punto de convergencia, lugar de reunión, sitio de encuentro, vértice de coincidencias, ámbito en que la sociedad paceña se descubre cotidianamente.

   Innumerables sudcalifornianos tienen estrecha vinculación con este añejo edificio desde su infancia: por él transitan los recuerdos como en su casa; en él se hallan, por todas partes, las voces inolvidables y la memoria grata de los que ahí estuvieron, de los que están, de quienes no se irán nunca del todo.

Luego vinieron las determinaciones conciliares que en procuración de apertura a la modernidad modificaron el entorno de algunos espacios importantes como era un pequeño y amable sitio dedicado a la advocación mariana de Guadalupe, situado hacia la esquina de 5 de Mayo y Revolución (antes Parroquia).

Sin embargo, la estructura principal continuó sin cambio, hasta que, a finales de los ochentas, el deterioro físico del templo por el uso y el paso del tiempo decidió al obispo Gilberto Valbuena Sánchez a promover y efectuar la sustitución de sus pisos. Poco tiempo después, el obispo Rafael León Villegas asumió la presidencia honoraria del patronato Restauración de Catedral (Res-cate), A. C., con un grupo de colaboradores convencidos de la importancia de preservar este edificio de tan elevada significación religiosa, histórica y arquitectónica para el pueblo de La Paz en especial, y de Baja California Sur en términos más amplios.

Así se realizaron obras en ambas torres, cuyas escalinatas de madera presentaban alta peligrosidad para el acceso a los campañarios, y fueron reemplazadas por metálicas.

El coro fue reforzado con vigas de acero capaces de soportar toda la armadura y el piso.

En base en un cuidadoso proyecto técnico se atacó la reparación de la techumbre y el plafón; fue colocada una cadena perimetral anclada a los muros para soportar la estructura de acero, y sobre ésta la cubierta de concreto de manera que la antigua se halle libre de carga alguna.

También fueron cambiados los travesaños y piezas del techo, por nuevos de madera tratada.

Hacia 1993, la estructura para resistir el techo armado estaba instalada; una vez terminada la cubierta se le dio acabado original de tejamanil.

La restauración fue obra de varios pero enaltece a todos; es fruto que eleva el espíritu, empeño que dignifica y legitima, que se aprecia por sí misma y por su ilimitada trascendencia.

De esta manera, la comunidad sudcaliforniana, con el apoyo de los gobiernos del presidente Carlos Salinas de Gortari (por conducto de la secretaría de Desarrollo Social que jefaturaba Luis Donaldo Colosio) y el gobernador Guillermo Mercado Romero, más el proveniente de otros lugares del país, pudo conservar y mejorar el citado centro religioso que en este 2016 cumple 151 años.

Constituye, pues, monumento a la conciencia histórica, a la responsabilidad y a la perseverancia cívicas que en valores como éste sustentan la riqueza de su cultura, identidad, cohesión humana y fuerza social con que los pueblos progresan y se desarrollan sólida y auténticamente.

CRÓNICA HUÉSPED

SUNTUOSO MATRIMONIO

Tuvo lugar en La Paz, B. C., el pasado día 10 del presente [1960?]

Escribe Armando Trasviña Taylor,
                                                                        corresponsal de la Cadena de Periódicos García Valseca.

Un espectáculo de ensueño constituyó, el pasado 10 de mayo, el enlace matrimonial de la estimable y guapa Srita. Victoria Guadalupe Díaz Bonilla, con el Sr. Oscar Paul McCuistion, acto religioso que tuvo como escenario las naves y Sagrario del templo de Ntra. Sra. de La Paz, en cuyo Altar lucían fragantes buquets de blancas azucenas aromatizando el ambiente y regio sitial.

   Para asistir a este acto social relevante, llegaron a esta risueña y hospitalaria ciudad, utilizando la vía aérea, de E. U. el Sr. Harold McCuistion, hermano del contrayente; de Tijuana saludamos al Sr. Saúl Díaz Bonilla y a su Sra. esposa Ma. Elena Fernández de Díaz; de Toluca, Méx., estuvo presente el Sr. Ing. Arq. José Antonio Díaz Bonilla, todos ellos familiares de los contrayentes matrimonio McCuistion.


   Días antes circularon los elegantes pliegos de participación suscritas por los padres de Victoria, Sra. Marina Aréchiga de Díaz Bonilla y Sr. Prisciliano Díaz Bonilla; y por parte del novio, su hermano Harold McCuistion.

   El día de la ceremonia nupcial, se dieron cita en el Templo lo más granado de nuestro mundo social. El interior del recinto sagrado lucía el adorno blanco, tales como cintas de tul y campanillas de crepé, bellas flores al pie de impecable alfombra blanca tendida desde la escalinata de entrada hasta el fondo del sitial, para la recepción de la pareja.
  
Eran las 11 horas cuando a la puerta del Sagrario fueron recibidos los novios por el Rev. padre Carlos Piazini, con isótopo bendito en la mano, inició la marcha nupcial ejecutada por un conjunto musical, hicieron su entrada por la puerta frontal, seguidos por los padrinos Sr. Francisco Díaz Bonilla y su Sra. esposa Ma. de Jesús, sus madrinas de Lazo Sritas. Ma. Cristina Aréchiga y Lyly Díaz Bonilla, pajecita de Cola niña Chelito Verdugo. Victoria, la contrayente, luciendo su atuendo elegante de brazo de su padre Sr. Prisciliano Díaz Bonilla.

   Una vez que hubo terminado el acto del ritual, se encaminó la recién desposada Victoria al pie del altar, de rodillas para orar y dejar al pie de la Virgen su hermoso ramo de orquídeas naturales, para enseguida la feliz pareja dirigirse a la residencia del Sr. Francisco Díaz Bonilla, hermano de la contrayente, en donde se efectuó el enlace civil, con la firma del acta. Eran las 21 horas cuando se presentó el C. don Rafael Montes Carmona acompañado de su secretaria, con su carácter de oficial del Registro Civil; acto seguido y al fondo del salón central de la casa, adornado ad hoc con regio sillón arriba de cuyo respaldo se podían ver dos corazones blancos enlazados, en torno de los cuales pendían tres grandes campanas y dos blancas palomas, llevando en sus picos los lazos simbólicos de Cupido y extensas guirnaldas de flores que circundaban a la nutrida concurrencia, en medio de luz y alegría, quedando estampadas las firmas en el Libro Matrimonial de contrayentes, padres y testigos, y mientras tanto seguían llegando amistades de la feliz pareja y que llenaban el salón donde Victoria recibía, en unión de su ya esposo, los efusivos abrazos de felicitación. En la terraza y a los acordes de la orquesta, todas las parejas asistentes se entregaron al baile.

   Los invitados recibieron, primero, las transparentes copas de champagne, después los espumosos vinos generosos, los delicados platillos de un delicioso bufet confeccionados por mano maestra, así como el obsequio del simbólico queki.

   El momento era de regocijo, así lo pudimos observar, para los novios que estuvieron recibiendo numerosos regalos y obsequios que se acumulaban como muestra de simpatía y de cariño para los desposados.

   De entre los mensajes de felicitación vimos los expresivos conceptos que en ellos escribieron los caballerosos generales de División don Bonifacio Salinas Leal y de don Agustín Olachea Avilés y sus dignas señoras.

   La fiesta familiar, pudiéramos decir, concluyó en las primeras horas del día 11, y todos los que a ella asistimos deseamos a los nuevos esposos una feliz Luna de Miel.

   A las 6 de la mañana salieron los desposados con destino a los Estados Unidos, para después radicarse en la bella ciudad de Ensenada, B. Cfa., lugar preferido para fincar su residencia hogareña.

¡FELIZ VIAJE!