VALOR
TANGIBLE DE SUDCALIFORNIA
Jesús Leonor Isáis Verdugo, la maestra
Quichu, es con mucho un valor real que ha sembrado con profesionalidad, empeño
y vocación en la parcela musical de la cultura sudcaliforniana.
Parte reciente de su cosecha es el Centro de Formación Musical “Profr.
Luis Peláez Manríquez” que dirige con el apoyo docente de Guadalupe (Yori)
Carrillo Castro, Fedra Rodarte, Alberto Mauiztic López Lora, Laura María Castro
Isáis y Víctor Manuel Sopeña Núñez.
Ya hemos tenido evidencias de sus
frutos en programas de impecable estructura en que se muestran los resultados
de la enseñanza pianística en esa institución, desde los pequeños iniciados, los
del ciclo elemental y el avanzado, los estudiantes fueron dando cada quien lo
suyo, hasta llegar a talentos verdaderamente
excepcionales.
Como es fácilmente advertible, anteceden a estos logros enormes empeños,
gran dedicación y generoso afán de fertilizar la sensibilidad infantil y
juvenil para hacer gente con facultades y sentimientos superiores,
sudcalifornianos buenos, ciudadanos positivos, mexicanos útiles y seres humanos
mejores.
¿No es esto acaso lo que se quiere para abatir todo aquello que duele a
la colectividad social, que daña, entristece y nos pone escépticos y pesimistas...?
La maestra Quichu está poniendo la parte que cree que le corresponde en ese
afán, con aptitud y desprendimiento pero también con modestia, lo que la
convierte en un valor sudcaliforniano tangible, medible por sus consecuencias y
de frutos objetivos.
Por ello produjo gusto generalizado saber que la sociedad
sudcaliforniana otorgó a nuestra Quichu, el jueves 2 de este junio, en la sala de
sesiones del Congreso de BCS, un acto de valoración donde le fue entregado
también el premio que lleva el nombre de otra figura sobresaliente de la
cultura de esta entidad, Néstor Agúndez Martínez.