CRÓNICA HUÉSPED

UNAS PALABRAS SOBRE ESTE LIBRO

Por Jesús Castro Agúndez.*

México, D. F., a 31 de julio de 1956.
Señor profesor Pablo L. Martínez, 
Av. Escuela Industrial No. 46, ciudad.

He leído con verdadero interés el original de su obra “Historia de Baja California”, la que cubre, en mi concepto, una ingente necesidad y satisface un anhelo largamente sentido en el ambiente cultural californiano, ya que, por primera vez, se ven reunidos tantos y tan importantes datos como los que contiene este meritorio trabajo.
Estoy seguro de que su labor llenará un vacío de siglos, que en los últimos años se había convertido en una angustiosa espera, particularmente entre el magisterio del país. Así lo creo después de haberme deleitado con la lectura de cada una de las páginas de su interesante libro, y extasiado con el paisaje de la vida peninsular que usted pinta con mano maestra.
Ya era tiempo de que el velo piadoso del misterio y la leyenda con que se ha cubierto a la Baja California, fuera substituido por un estudio sereno y metódico de nuestros hechos históricos, para que se nos juzgue con serena imparcialidad, con conocimiento de lo que hemos sido, de lo que somos y de lo que nos proponemos ser, como parte integrante de la patria mexicana, y se deje de pensar en nosotros según el leal saber y entender de quienes, sin conocernos, piensan que somos un pueblo de pescadores que entretiene sus ocios jugando a las canicas con las perlas que el mar Bermejo arroja mansamente a las arenas de las playas, o constituimos un apéndice ayankado de la Alta California.
Muy pocos, en cambio, conocen la realidad que confrontamos o que hemos confrontado a través de muchos años de constante lucha contra el infortunio, la hondura de nuestro patriotismo demostrado a través de mil hechos gloriosos, la dura lucha que hemos sostenido con el propio medio para poder subsistir, y la valiosa contribución aportada en hombres e ideales a los movimientos redentores que han conmovido a nuestra patria.
La obra de usted cumplirá, sin duda, una doble misión muy importante: dar a conocer lo que ha sido a través del tiempo ese hermoso girón de tierra mexicana que usted y yo tanto amamos, y estrechar los vínculos espirituales entre todos los bajacalifornianos y los mexicanos del resto del país.
Reconozco que su trabajo es el resultado de una ardua tarea, pero veo con profunda satisfacción que sus esfuerzos se han visto coronados por el más lisonjero y merecido éxito.
La riqueza del material de información que tiene, la forma sencilla como está expuesto y la intención que orientó sus pasos al emprender esta tarea, dan a su obra la fuerza espiritual necesaria para ser constante fuente de inspiración y guía en la enseñanza de la historia peninsular.
Atentamente, profesor Jesús Castro Agúndez, director general de Internados de Enseñanza Primaria de la secretaría de Educación Pública.

* En Historia de Baja California, Libros Mexicanos, 1956 (1a. edición), México, págs. 5-6.