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LA PRÁCTICA MÉDICA EN EL MINERAL DE SANTA ROSALÍA
(Presentación)

La presentación del libro fue patrocinada por el ayuntamiento paceño mediante su dirección municipal de Cultura, el lunes 11 de este marzo que termina, en el Centro Cultural La Paz.
   En dicho volumen, el jalisciense Armando Martínez Ramírez y el sudcaliforniano Agustín Anguiano Acuña se propusieron contar su azaroso ejercicio profesional en la actual cabecera del municipio de Mulegé.
   El primer capítulo se ocupa del acontecer histórico de Santa Rosalía, Baja California Sur, y dentro de esa historia, debidamente alojada, una sucinta descripción de la práctica médica desde que se produjeron los primitivos trabajos de minería en esa región, donde sobresalen los empeños de médicos y enfermeras comprometidos en la procuración de la salud humana con la mayor penuria tecnológica y desempeñándose en especialidades de las que aún carecían.
   En el capítulo segundo, los autores cuentan experiencias que resultan ciertamente importantes desde la perspectiva médica, pero sin duda interesantes por su dimensión humana que va de lo trágico a lo dramático y hasta lo divertido.
   Obligados por las circunstancias, la vocación y la responsabilidad, los médicos llevaron su celo profesional hasta más allá de Santa Rosalía: hasta Mexicali en un precario aeroplano monomotor al que se le terminó el combustible ya casi para llegar, y en el que pudieron aterrizar por ahí, entre la destreza del piloto, la angustia del paciente y las oraciones de la esposa que al doctor aún le retumban ocasionalmente en los oídos después de tantos años.
    O hasta San Francisco de la Sierra, en la misma nave, para aplicar vacunas y después operar a un pequeño, o atendiendo enfermos provenientes de otras poblaciones, tan distantes como Guerrero Negro.
   Es notable en estos apuntes que la experiencia está vastamente aderezada con el reconocimiento a todos quienes colaboraron con nuestros autores y con las personas con que se relacionaron en ese tiempo. Son, más que historias personales, la historia de un tiempo y de mucha gente, con nombres y todo.
   Quien suponga entonces que éste es un texto para ser conocido exclusivamente por profesionales de la salud, está en un error, porque en él toda expresión médica va acompañada invariablemente de la respectiva explicación.
   El tercer capítulo está constituido por una sucinta historia de la medicina, y el documento finaliza con el epílogo así como una breve lista de fuentes bibliográficas y en la Internet. Todo ello en 111 páginas en las cuales se halla también una quincena de fotografías en blanco y negro que seguramente a muchos causará nost-algia, forma de dolor causada por el recuerdo de lo que ya no es, para lo cual resulta incapaz de aliviar cirugía o medicamento alguno...
   En fin, que la contribución que comentamos hoy de los médicos Martínez y Anguiano a la bibliografía de esta parte de México es apreciable en grado sumo. En ella termina uno inmerso, de modo muy ameno, en sus preocupaciones y batallas profesionales, pero asimismo en la rica historia, el afectuoso rostro de la gente de Santa Rosalía y, en general, de nuestro norte sudcaliforniano.