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LA REFORMA EDUCATIVA EN EL CONGRESO DE BCS

Las bondades de la iniciativa del presidente Peña Nieto para reformar dos artículos constitucionales y con ello sustentar el empeño de transformar el sistema educativo mexicano, son evidentes para todos quienes la hemos conocido y escudriñado.
   A fin de que ello sea posible, y una vez aprobada por las cámaras del Congreso federal (con modificaciones al texto originario, como es común en un régimen democrático), deberá ratificarla mayoritariamente el Constituyente Permanente de la nación, o sean las legislaturas estatales, por lo menos 16 de los 31 congresos (ya que la Asamblea Legislativa del DF no tiene voto en casos como éste).
   Las expresiones del SNTE al respecto en defensa de sus agremiados es absolutamente comprensible y digna de respaldo, mas lo cierto es que a ningún trabajador de la educación podría aplicarse un efecto retroactivo de la ley reglamentaria que emane de la reforma, dígase la nueva Ley Federal de Educación. Nadie que esté en el servicio perderá sus derechos auténticos, y en cambio todos podrán crecer laboral y económicamente, como es razonable, si se preocupan por superarse.
   La determinación inapelable para el ingreso a las nuevas plazas docentes, así como la permanencia y el desarrollo en ellas será responsabilidad --como quedó claro--, de un Instituto de Evaluación que tomará decisiones al margen del gobierno y de instancias que inercialmente han manipulado las plazas laborales mediante negociaciones diversas, no siempre genuinas.
   Se trata, en todo caso, de “combinar la legítima defensa de los trabajadores con las necesidades de mayor calidad educativa en el país”, según declaró el diputado Manlio Fabio Beltrones al término de este periodo en la cámara baja.
   Lo que está haciendo la agrupación titular del contrato de trabajo de profesores y personal de apoyo a la educación, el SNTE, es sujetar con firmeza sus banderas antes de dar oportunidad de que las alcen organizaciones de menor rango, carentes de la representatividad que ciertamente tiene la mayor organización gremial de América Latina.
   Por eso es de apoyarse la pertinencia de que, en el inminente periodo extraordinario de sesiones, la diputación de Baja California Sur apruebe, una vez  analizado y debatido, el proyecto de la reforma que le ha sido enviada por el Congreso federal, como ocurrió el jueves 26 de diciembre pasado en la cámara chiapaneca, primera del país en conceder su visto bueno a la minuta para la modificación constitucional, seguida por las de Baja California y Coahuila.
   Con ello los sudcalifornianos nos estaremos adhiriendo a la intención del presidente de la República en el sentido de fundamentar la nueva etapa del avance nacional en una estructura educativa moderna y ajustada a las conveniencias de la sociedad mexicana, de lo que estamos verdaderamente urgidos desde hace un tiempo considerable.
   En base a tales innovaciones, luego habrá que cambiar la obsoleta ley de educación que rige en Sudcalifornia, pero ésa ya será otra historia.
  
   (Nota en El Sudcaliforniano: http://www.oem.com.mx/elsudcaliforniano/notas/n2826841.htm)
   (En la prensa internacional digital: http://iberoamerica.net/mexico/prensa-generalista/oem.com.mx/20130102/noticia.html?id=6aB5IY3/)