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"El hombre que escribe acerca de sí mismo y de su propia época es el único que escribe acerca de todas las gentes y de todos los tiempos." Oscar Wilde.







VUELOS PELIGROSOS

Desde unos días acá, un aeroplano monomotor ha estado efectuando evoluciones sobre la ciudad de La Paz, y quizá en otros espacios de la entidad, anunciando en una manta y con altoparlantes el primer apellido de uno de los candidatos a senadores.
   Tan cuestionable actividad, que no alteraba la paz de la población desde la época ya lejana en que se efectuaban sobrevuelos de aeronaves que arrojaban papeles con publicidad, o cuando algunos júniores hacían acrobacias en el cielo paceño, y recientemente con propaganda circense, ha venido ahora volviéndose algo cotidiano pero no menos molesto y peligroso.
   Es molesto porque los habitantes de la ciudad han de aguantar, incluso bajo techo, las andanadas propagandísticas que con sonido estentóreo nos arrojan desde el avión de marras, y que debemos escuchar inevitablemente.
   Y constituye un riesgo innecesario que las autoridades aeronáuticas están permitiendo, en su caso.
   La Ley de Aviación Civil lo expresa claramente:
“Artículo 36. El Ejecutivo Federal, por razones de emergencia, seguridad pública o defensa nacional, podrá establecer zonas prohibidas, restringidas o peligrosas a la navegación aérea civil.
   Queda prohibido a las aeronaves civiles realizar vuelos acrobáticos, de demostración y, en general, evoluciones de carácter peligroso sobre las ciudades y núcleos de población.”
   Para efecto de verificación de lo anterior, sugerimos visitar la página en Internet de la secretaría de Comunicaciones y Transportes: http://www.sct.gob.mx/uploads/media/1_Ley_de_Aviacion_Civil.pdf   
   Contra lo que se diga, la máquina a que nos referimos realiza “evoluciones de carácter peligroso” sobre este núcleo de población; basta con observar sus vuelos, que siempre se realizan dentro del perímetro aéreo de la ciudad y a baja altitud, lo cual hace que la sociedad se halle enfrentando diariamente un peligro en verdad amenazador.
   Si hay excepciones a dicho precepto, los encargados de hacerlo cumplir debieran tener como prioridad la protección de la gente por encima de cualquier interés político, económico o legal que pudiere argumentarse.
   En cualquier caso, es de creerse que las instancias respectivas de la dirección general de Aeronáutica Civil en esta capital asumirán la responsabilidad que les corresponde en asunto tan delicado.
   Sólo porque es su deber y no vale tomar el riesgo.
   (Imagen: aeroliners.net)