Escenarios de La Paz (anónimo)

ACTUALIDAD

PLACAS

En marzo de este 2011, el ingeniero Genovevo Cota Haros denunció la desaparición de la placa inaugural de la red de abastecimiento de agua potable de La Paz, que fue originalmente ubicada en el parque Cuauhtémoc algún día de mayo de 1960.
Pudo ser, como en otros muchos casos, a causa de la negligencia, el descuido o aun la mala leche de los recientes regímenes estatales que han querido hacer pensar que la historia de Baja California Sur comenzó en 1999.
Pero existe otro factor al que debe atenderse ya que puede estar contribuyendo a la desaparición de las placas conmemorativas, y es el que se refiere al mercado abierto desde hace tiempo a los malvivientes, drogadictos y vagos de igual pelaje, al que pueden venderle todo metal disponible para sobrevivir y proveer a sus vicios.
Ninguno de los objetos metálicos y de sus aleaciones quedan fuera de la rapiña hasta ahora incontenible de estos delincuentes, que lo mismo se llevan textos de lápidas en panteones que medidores de consumo de agua, conexiones de electricidad, tuberías de gas y… placas inaugurales, por supuesto.
La “administración” que desgobernó a Baja California Sur en el sexenio 2005-2011 se dedicó, con frívolo entusiasmo y demagógico fervor digno de causa más edificante, a inaugurar cuanta cosa se producía con los recursos públicos, generalmente de calidad cuestionable, y en cada acción de éstas quedaba instalada una placa con el nombre omnipresente del aldeano césar, y un costo -considerando suministro y colocación de placa de bronce sobre murete, fijación a muro, cortinero y cortina de tela, aplanado, pintura vinílica y mano de obra- de por lo menos veinte mil pesos más iva.
Bueno, pues esa incontable cantidad de placas es, sin duda, objeto suculento del apetito voraz de los malhechores, por lo cual urge rescatarlas de inmediato, no porque sean importantes como testimonios de un pasado execrable, sino por lo que han costado al erario y cuyos importes pueden y deben ser recuperados de alguna manera.
Y es hora, también, de que la autoridad que corresponda dé adecuado seguimiento al citado mecanismo de oferta y demanda, detectando a las empresas que discrecionalmente hasta ahora compran tales productos, a sabiendas de que son mal habidos, para que se ejerza sobre ellas el control necesario.

HISTORIA

EFEMÉRIDES

OCTUBRE,
Mes de la Sudcalifornidad

24 (1869). Fue fundada la Masonería en Baja California Sur.

25 (1697). El jesuita Juan María de Salvatierra fundó la misión de Nuestra Señora de Loreto, en la zona guaycura denominada Conchó. Al mismo tiempo, dicho lugar adquirió el carácter de primera capital de las Californias.

27 (1932). Nació Marcelo Rubio Ruiz, quien sería prestigioso catedrático, maestro de varias generaciones de profesores, funcionario público y senador de la República por BCS.

27 (1976). Fue publicado el decreto que creó a la escuela Normal Superior del Estado de Baja California Sur, promovido por dirigentes y maestros de la sección tercera del SNTE y promulgado por el poder ejecutivo a cargo del Lic. Ángel César Mendoza Arámburo.
La ley respectiva se publicó en el número extraordinario del Boletín Oficial del gobierno estatal, a sólo un año y medio del inicio de esa administración y luego de una larga serie de gestiones, algunas de ellas desalentadoras, ante el gobierno federal.

29 (1855). Ancló en cabo San Lucas el Archibald Gracie, comandado por Juan Napoleón Zerman, donde se aprovisionó de leña y agua, llevando suministros y armamento a Acapulco para las fuerzas de Juan Álvarez y su Revolución de Ayutla.

LIBRERÍA

Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España, por Francisco Xavier Alegre, ed. preparada por Ernest J. Burrus y Félix Zubillaga, 4 vols., Institutum Historicum Societatis Iesu, 1956-1960.

Esta obra fue escrita a principios del siglo XVIII. Trata de las actividades de la Orden de Loyola en la Nueva España, y resulta de significado valor por la información biográfica y acerca de fundaciones jesuíticas que proporciona, entre otras varias e importantes contribuciones al conocimiento de la época.
Para el interés particular de los estudiosos de California, hace referencia a los sacerdotes de la Compañía que fueron a la península noroccidental del México actual con Pedro Porter y Casanate y Bernardo Bernal de Piñadeiro, haciendo la debida relación de las misiones de Sinaloa con la historia de California en el siglo XVII.
Hace referencia especial a Kino, Copart y Goñi, fundadores de San Bruno -primera misión californiana aunque de existencia breve-, y sobre las tareas de Salvatierra, Píccolo y Ugarte.
Los editores Burrus y Zubillaga contribuyen con oportunas anotaciones y aportan un apéndice de cartas anuas y relaciones, así como la bibliografía y el muy útil índice analítico.