LIBRERÍA

Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, por Bernal Díaz del Castillo, Ed. Porrúa (colección “Sepan cuantos...”, 5), México, 1974.
(Tercera de cuatro partes)

En virtud de los funestos resultados que derivaron de las expediciones anteriores enviadas por Cortés a la mar del Sur u oceano Pacífico, decidió ir personalmente toda vez que las noticias de las riquezas de aquellas remotas latitudes le habían despertado mayor interés aún:
  “Y como en la Nueva España se supo que el marqués iba en persona, creyeron que era cosa cierta y rica, y viniéronle a servir tantos soldados, así de a caballo y otros arcabuceros y ballesteros, y entre ellos treinta y cuatro casados que se le juntaron, por todos dieron sobre trescientas veinte personas, con las mujeres casadas.
  “Y después de bien abastecidos los tres navíos de mucho bizcocho y carne y aceite y aun vino y vinagre y otras cosas pertenecientes para bastimentos, llevó mucho rescate y tres herreros con sus fraguas, y dos carpinteros de ribera con sus herramientas y otras muchas cosas que aquí no relato por no detenerme, y con buenos y expertos pilotos y marineros, mandó que los que se quisiesen ir a embarcar al puerto de Teguantepeque, donde estaban los tres navíos, que se fuesen, y esto por no llevar tanto embarazo por tierra, y él se fue desde México con el capitán Andrés de Tapia y otros capitanes y soldados, y llevó clérigos y religiosos que le decían misa, y llevó médicos y cirujanos y botica.
  “Y llegados al puerto donde se habían de hacer a la vela ya estaban ahí los tres navíos que vinieron de Teguantepeque.
  “Y después que todos los soldados se vieron juntos con sus caballeros y a pique, Cortés se embarcó con los que le pareció que podrían ir de la primera barcada hasta la isla o bahía... a donde decían que había las perlas.
  “Y como Cortés llegó con buen viaje a la isla, y fue en el mes de mayo de mil quinientos treinta y seis o treinta y siete años,,,

[Tómese en cuenta que el autor escribió esta crónica varios años después de lo que relata, y que él no acompañó al Conquistador en este viaje. La fecha correcta, según el acta levantada por el escribano Martín de Castro, es el 3 de mayo de 1535, día de la Santa Cruz en el calendario cristiano.]