HISTORIA

EFEMÉRIDES SUDCALIFORNIANAS

ABRIL

Nota: En la edición anterior de este blog fue omitido involuntariamente el señalamiento del 7 de abril de 1954, fecha oficial de fundación de Guerrero Negro, población en el extremo norteño de Baja California Sur, cuyo origen y base económica es la producción de sal. Su denominación proviene de la traducción del nombre del barco “Black Warrior”, que encalló en sus costas en el siglo XIX.

12 (2009). Murió el doctor Francisco Cardoza Carballo, profesor, médico y político de méritos sobresalientes en la historia de Baja California Sur por sus aportaciones al desarrollo de instituciones al servicio del pueblo sudcaliforniano.
Su existencia al servicio de Baja California Sur, en cuya capital nació el 4 de mayo de 1913 -vástago de dos familias de hondo arraigo sudcaliforniano- y donde cursó los estudios básicos, se inició al término de la carrera de docente de educación primaria en la escuela Normal de Profesores, después convertida en escuela Normal Regional.
En la escuela Nacional de Maestros de la ciudad de México terminó la especialidad de maestro de enseñanza superior el año 1933, y en la misma capital de la República cursó el bachillerato y la carrera de Medicina, que culminó en 1940.
En esa época, la morbilidad y mortalidad a causa de la tuberculosis era un grave problema de salud en nuestro país; ello lo llevó a insistir ante el gobierno territorial, una vez integrado al solar nativo (de cuya Sociedad Médica fue fundador), para la edificación y operación de la unidad antituberculosa, así como del preventorio para hijos de las personas con ese padecimiento.
Posteriormente fue fundador y director de los servicios médicos del Imss y del Issste.
Algunos años antes había contraído matrimonio con la señorita María Asunción Macías Pérez, en cuya unión procrearon cuatro hijos, médicos dos de ellos.
El doctor Cardoza fue miembro protagónico del Frente de Unificación Sudcaliforniana (FUS) que entrevistó al jefe político de la entidad, general Francisco J. Múgica, para plantearle el requerimiento de que Baja California Sur fuese gobernada por un sudcaliforniano. Como consecuencia de ello, el revolucionario envió su renuncia al presidente Manuel Ávila Camacho, quien recibió a los representantes sociales y determinó designar como su delegado en el gobierno sudpeninsular al general Agustín Olachea Avilés, en 1946, quien dirigió una positiva administración.
Participó activamente también en una segunda y tercera etapas del FUS (1958 y 1964-1965) que enfrentó abusos del poder local, exigió el nombramiento de gobernantes civiles para Baja California Sur y otros avances de beneficio colectivo. Todas estas demandas obtuvieron respuestas idóneas del ejecutivo federal.
Puso luego su experiencia e interés por el desarrollo regional en el movimiento “Loreto 70”, que propició el nombramiento de un gobernador nativo y civil, el Ing. Félix Agramont Cota, a quien correspondió emprender la reinstauración del municipio libre (1971-1972) y la conversión del territorio de Baja California Sur en estado (1974-1975).
Fundó la clínica Nuestra Señora de La Paz, donde ejerció privadamente su profesión aún después de su haberse jubilado, y en la cual varias generaciones de médicos han tenido oportunidad de ofrecer atención a la salud.
A su muerte dejó tras de sí la lección de entrega generosa a los afanes por la autonomía y el mejoramiento de su tierra en todos los órdenes.

13 (1973). Murió en La Paz el general Agustín Olachea Avilés. Hijo de los señores Isabel Olachea y María Avilés, vecinos del rancho San Venancio, delegación de Todos Santos, BCS, nació el 3 de septiembre de 1890.
Con sus hermanos Isabel y Eugenio se contrató a muy temprana edad en la compañía El Boleo, de Santa Rosalía, BCS, y posteriormente en la de Cananea, Sonora. Ello permitió a los jóvenes mineros conocer las condiciones en que vivía el gremio, la grave explotación y acentuada desigualdad y marginación que padecían los trabajadores y sus familias.
En 1913 se enlistó como soldado en el primer cuerpo de voluntarios de Cananea, bajo las órdenes de Manuel M. Diéguez; ello significaría el inicio de su carrera militar.
Disuelto el ejército federal en 1914, después de la renuncia de Victoriano Huerta, Olachea tenía ya el grado de capitán. Al año siguiente participó en las batallas decisivas de Ciudad Juárez, donde Álvaro Obregón derrotó a Francisco Villa y su División del Norte. Entonces el todosanteño fue ascendido a teniente coronel, y poco tiempo después a coronel.
En 1923, durante la presidencia de Álvaro Obregón, se enfrentó a la rebelión de Adolfo de la Huerta. El Presidente Emilio Portes Gil lo envió en 1929 a Sonora para sofocar la rebelión escobarista, con cuyo triunfo alcanzó el grado de general de Brigada. En total sumó 97 hechos de armas, por los que recibió diversos reconocimientos.
En 1929 fue designado gobernante de su tierra, con cuyo carácter apoyó a obreros y campesinos, particularmente en la promoción de las primeras organizaciones gremiales e imponiendo las disposiciones de la ley federal del Trabajo.
Pasó a fungir como jefe político del Distrito Norte de Baja California en 1931, una vez que fueron instituidos los territorios Norte y Sur de la península; duró en ese cargo hasta 1935.
Diez años más tarde, el Frente de Unificación Sudcaliforniana (FUS) planteó al gobernador, Gral. Francisco J. Múgica, la aspiración de que la sociedad sudpeninsular fuese dirigida por uno de sus miembros; la propuesta fue enviada por el constituyente, junto con su renuncia, al ejecutivo federal, cuyo titular era el Gral. Manuel Ávila Camacho, quien, acatando la demanda, dispuso que su nuevo representante en la entidad fuese Agustín Olachea. Éste emprendió una importante promoción del desarrollo regional hasta 1956 en que entregó el mandato.
Seguidamente fue presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (1956-1958) y secretario de la Defensa Nacional (1958-1964). Sus restos mortales fueron reinhumados en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres.