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REQUERIMIENTOS DEL DESARROLLO DE BCS

Tal vez sea porque la nueva administración estatal sudcaliforniana se inició hace pocos días, que aún ignoramos si tiene algún plan concreto de acciones para el desarrollo de la entidad más allá de las declaraciones durante el proceso electoral y la expresión de buenas intenciones una vez asumida la titularidad del poder ejecutivo.
Es de suponerse que como resultado de las actividades de campaña pudo haber sido integrado algún catálogo con planteamientos de las aspiraciones y esperanzas de la comunidad, y que el grupo de colaboradores del nuevo gobernador –quienes sólo tienen en común la procedencia municipal y sus méritos todavía desconocidos para buena parte de la población- tendrán la atingencia suficiente para estructurar objetivos definidos, coherentes y viables de trabajo durante este cuatrienio y medio.
De cualquier manera resulta buen ejercicio que la sociedad procure entrever y diseñar por su cuenta un elenco de asuntos importantes y prioridades insoslayables para su presente y futuro inmediato y remoto.
En el propósito de abatir el desempleo, la estrechez económica, la pobre oferta de servicios públicos y la inseguridad -cuatro de los males mayores de nuestros días-, pero de modo primordial para crecer cualitativamente hacia los mejores y más altos niveles de bienestar y felicidad, como es derecho legítimo de la colectividad humana que constituimos, quizá tenga alguna validez que por nuestra cuenta apuntemos algunos de los factores que han dado encabezamiento a este artículo:
1. Por encima de todo, elevar la calidad educativa en términos de innovación y asunción de responsabilidades por parte de la población en general, alumnos y autoridades de todos los niveles, para dejar atrás la autocomplaciente mediocridad y lanzarnos a la competencia. Necesitamos con apremio incorporar a los niños, los jóvenes y los maestros de Sudcalifornia al siglo XXI; abrirnos a la ciencia y la tecnología con espíritu de triunfo. La educación es la plataforma en que podemos y debemos impulsarnos hacia el porvenir.
2. Promover con profesionalidad y empeño excepcional el turismo, mediante ofertas novedosas en todos sentidos, superando el cómodo ofrecimiento del paisaje, la playa y el jaibol en la piscina.
3. Atraer inversiones y estimular la producción en determinadas líneas (que no todas son adecuadas al desarrollo estatal) que provoquen las exportaciones, con respeto a esta “geografía de la esperanza”, cumpliendo previamente con las condiciones de infraestructura y, prioritariamente, resolviendo de una vez el grave inconveniente de la escasez de agua dulce.
4. Al mismo tiempo, efectuar una reforma integral del sistema estatal de justicia, abusivamente deteriorado desde hace más de un decenio y llegado a cotas inimaginables en los años recientes.
5. Y ajustar los procedimientos de control de los recursos y gastos de la administración pública, ya que resultan evidentes los daños incalculables que la rapiña, la desviación de fondos, la irresponsabilidad, el nepotismo y todos los males que acarrea la corrupción, han causado a Baja California Sur.
De este repertorio, esbozo apenas de las exigencias que pudieren advertirse para el avance sudpeninsular, habría de derivarse un amplio espectro de tareas de planeación, proyección, programación y ejecución que el nuevo equipo del gobernador debería estar en capacidad de emprender.
Ojalá.

em_coronado@yahoo.com