ACTUALIDAD


CAMBIO DE HORARIO EN SUDCALIFORNIA


El próximo domingo, 3 de abril, habrá llegado la fecha de cambiar la hora en nuestra entidad, como ocurre desde hace 15 años en casi todo el país.

Digo "casi todo el país" porque algunos estados, con diversos argumentos, han logrado exceptuarse de la regla. El de Sonora es uno de ellos, y respecto al cual nos hacen quedar, a partir del primer domingo de abril, con horario diferente no obstante las variadas relaciones de ambas entidades provenientes de su vecindad geográfica, histórica, cultural y económica.

Si no ocurre algo que lo impida, estaremos adoptando de nuevo el incómodo "horario de verano" y adelantaremos la hora que tantas alteraciones causa a nuestro ritmo normal de vida.

Resultaría ocioso hacer la lista de molestias que esto nos origina, porque todos aquí las hemos sufrido; pese a lo que se diga, esos sesenta minutos no los recuperamos en nuestro reloj biológico sino hasta el último domingo de octubre, siete meses después, en que felizmente volvemos a la hora normal, que es la que habíamos tenido siempre hasta la imposición del dichoso horario de verano, que en realidad abarca tres estaciones.

Los desafectos a esta determinación -para muchos anticonstitucional y violatoria de los derechos humanos- opinamos que los trastornos a que somos sometidos en Baja California Sur por el desacomodo temporal son innecesarios y no significan un ahorro relevante de energía por lo que toca a las expectativas nacionales en ese sentido.

Ya lo hemos sugerido en otra ocasión: si normalmente el estado norte de Baja California tiene una hora menos que nosotros, cuando adelante la suya el mes que entra, Sudcalifornia podría mantener sus relojes inalterados y así toda la península quedaría con un solo horario, a la par con Sonora, lo cual habría de resultar muy conveniente dadas las múltiples relaciones que tenemos con los bajacalifornianos y los sonorenses, sin que forzosamente nos veamos obligados a mover nuestros cronómetros.

El decreto federal que dispone el cambio de horario más de la mitad de cada año, fue publicado el 4 de enero de 1996, presumiblemente después de haber sido realizada "una amplia promoción de esta medida entre grupos representativos de la sociedad”, y “luego de que se realizaron encuestas nacionales que permitieron evaluar la actitud y el nivel de respuesta favorable de la población al establecimiento del horario de verano", según el folleto oficial en que se pretendió explicar el asunto.

Insistimos en que, para validar ese proceso de consulta es aconsejable efectuar una nueva, especialmente en esta entidad federativa, donde parece haber una corriente de opinión desfavorable a la medida. Ojalá que hubiera alguien capaz y dispuesto a hacer algo al respecto.

em_coronado@yahoo.com.mx