ACTUALIDAD


COMICIOS Y DESERTORES

Abstenerse de emitir el sufragio es, seguramente, actitud de un desertor, de un prófugo del deber cívico, de quien se rehúsa a expresar su opinión política (fuera del círculo de amigos o compañeros de café); del tránsfuga de la obligación ciudadana más elemental en un sistema –que nos hemos dado, que ningún gobierno ha concedido gratuitamente- donde estamos en posibilidad de participar en las decisiones que atañen a la vida colectiva.
Dejar de votar es conducta de alguien que abandona casi impunemente la realización de una tarea sencilla pero importante que le demanda su grupo social; del que huye, sin más, dejando íntegramente al resto de sus semejantes el encargo de determinar asuntos en los que tiene el compromiso de dar su parecer.
La inhibición de votar constituye una flagrante defección, renuncia irresponsable al ejercicio de una conquista que ha costado grande y prolongado esfuerzo obtener, mantener e incrementar.
El ausentismo comicial es indiferencia, apatía, pereza, negligencia, importapoquismo y falta de conciencia civil.
Porque falto de conciencia civil es, sin duda, quien asume todo ello frente a las normas de observancia obligatoria, como es la de emitir la voluntad personal mediante el voto, a que obligan la Constitución mexicana así como la Constitución política y la ley electoral de Sudcalifornia.
Importante también es saber que una votación abundante limita de modo considerable las intenciones del fraude electoral.
Y, como sentenció el maestro Jesús Reyes Heroles, cuando votan los que se abstenían, gana la oposición.
Los sudcalifornianos nativos que no votan cometen un acto indudable de traición a su tierra.
En igual caso, los avecindados hacen un gesto de reprochable deslealtad a su suelo adoptivo.
Es de esperarse, entonces, que nadie dé muestra de infidelidad ciudadana en tal sentido.
Y vote este 6 de febrero.

em_coronado@yahoo.com.mx

HISTORIA


EFEMÉRIDES

FEBRERO

4 (1925). Nació en La Paz Alberto Andrés Alvarado Arámburo, quien sería un eficiente servidor público, apasionado político, excepcional legislador y visionario gobernante de Baja California Sur. Murió el 14 de febrero de 1996.

5 (1944). Fue inaugurada por el gobernador Francisco J. Múgica la escuela Normal Urbana de La Paz, a la que posteriormente se impuso el nombre de uno de sus fundadores, el maestro Domingo Carballo Félix, y declarada “Benemérita” en 1986 por el gobernador Alberto A. Alvarado Arámburo.

5 (1950). Fue inaugurado el hotel California, de Todos Santos, por su propietario Antonio Wong Tabasco.

LIBRERÍA


Baja California. Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, tomo CXX, México, 1975.

Es ésta la memoria de las reuniones que la SMGE realizó en La Paz, Tijuana y Mexicali del 18 al 24 de mayo de 1974, e incluye asimismo los trabajos que resultaron de la excursión de estudio a Baja California que miembros de la propia agrupación y el Colegio de Geografía de la UNAM efectuaron alrededor del mismo periodo.
Contiene la introducción y diez capítulos subdivividos cada uno en varias partes: Visión general de la península, La agricultura de riego, Los recursos del subsuelo, Urbanismo en acción, Tijuana, La población, La pesca, La soberanía del golfo de California, Las misiones, El mejoramiento de la cartografía peninsular, conclusiones y recomendaciones.

Para el interés particular de la entidad meridional de la península, fueron desarrollados los siguientes temas: Medio físico y recursos. El distrito de riego de Santo Domingo. La magnesita de isla Margarita, el cobre de El Boleo y el manganeso de Lucifer, Las fosforitas de Magdalena y el yeso de Santa Rosalía. Apuntes históricos sobre San José del Cabo. Producción pesquera, consideraciones sobre la anchoveta y las posibilidades de incrementar su captura, comparación de la producción pesquera de los años 1972-1973. Soberanía de México sobre el golfo de California. Las misiones. Proyección cartográfica. Realidades y perspectivas del turismo, Proyecciones de la minería, Algunas recomendaciones sobre agricultura, Algunas observaciones y comentarios del viaje a través de la península.
El volumen consta de 271 páginas, que incluyen además un buen número de cuadros, mapas y planos.

ACTUALIDAD


FIN DE UNA PESADILLA

Pese al título, la nota no hace referencia esta vez al régimen gubernamental de Baja California Sur, al cual le restan aún larguísimos tres meses para dar paso constitucional a una nueva etapa de esperanzas y posibilidades. Lo festejaremos en su oportunidad.
Este 27 de enero se cumplen 66 años de que fue liberado el campo de concentración, trabajo esclavo y exterminio de Auschwitz, con lo que se dio fin a uno de las creaciones más terribles del hombre para aniquilar a su prójimo.
Ese campo fue creado por el gobierno nazi alemán, poco después de haber invadido Polonia, en septiembre de 1939, a 60 Km. al oeste de Cracovia.
Los horrores cometidos por el nazismo no se reducen a este sitio de barbarie, pero es seguramente el más tétrico, el más execrable, pues en él se dio muerte cruel no sólo a judíos sino a gitanos, homosexuales, enanos, prisioneros rusos, sacerdotes católicos y personas con alguna discapacidad o padecimiento.
Los crímenes, además de los que causaban los hornos crematorios, gas letal, inyecciones con venenos directamente al corazón, experimentos científicos, ahorcamientos y fusilamientos, eran originados por el hambre y la sed en los sótanos, los trabajos agotadores, el frío, el escorbuto, la disentería, los traumas y las infecciones.
Amenas formas de obtener mayor información al respecto se encuentran en la obra Sin destino del Premio Nobel Imre Kertész, y en el filme La vida es bella, del director italiano Roberto Benigni, ganadora de tres premios Óscar en 1998.
Diversos actos se desarrollan anualmente en todo el mundo para conmemorar el fin de esa pesadilla. También en Sudcalifornia, parte indisoluble del mundo, recordamos esas atrocidades con el deseo ferviente de que no se repitan en ningún tiempo ni lugar, ni las doctrinas de odio e intolerancia irracionales como las del nacionalsocialismo vuelvan a seducir a la humanidad.
Sin embargo, increíblemente existen y operan aún en varias partes del planeta, incluso México, sitios en Internet y agrupaciones que sostienen esas tesis aberrantes.
A algunos muchachos, por desconocimiento de la historia o por una malencauzada originalidad, les da por emplear prendas de vestir o pintar sus vehículos con la suástica, ignorantes de que, si el nazismo hubiese triunfado, ellos no tendrían prendas de vestir, ni vehículo, ni vida para usarlos.
Correo-e: ecorona@prodigy.net.mx

HISTORIA


EFEMÉRIDES

ENERO

23 (1836). Nació en Cabo San Lucas Ildefonso Cipriano Green Ceseña, quien sería protagonista en las luchas liberales y de la Revolución Mexicana que se escenificaron en Sudcalifornia. Murió el 27 de marzo de 1932.

26 (1987). Fue inaugurada por el presidente Miguel de la Madrid la Unidad Cultural “Jesús Castro Agúndez”, en La Paz: Radio Cultural Sudcaliforniana (XEBCS), Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres, Teatro de la Ciudad y teatro al aire libre “Rosaura Zapata”.

28. (1915). Llegó a hacerse cargo del gobierno del distrito Sur el Gral. Félix Ortega Aguilar, nombrado por la Convención de Aguascalientes, donde permaneció hasta el 29 de mayo de ese mismo año en que fue depuesto por un levantamiento militar que lo obligó a huir a los Estados Unidos.

LIBRERÍA


Bosquejo geológico del Territorio Sur de la Baja California, por Federico Mina U., sobretiro del Boletín de la Asociación Mexicana de Geólogos Petroleros, vol. IX, Núms. 3 y 4, págs. 139-270, México, 1957.

El índice de este estudio se inicia con un resumen y continúa con generalidades, resumen histórico, estratigrafía, cuenca de Vizcaíno, cuenca de La Purísima-Iray, geología estructural, geología histórica, geología económica, columnas geológicas de las perforaciones exploratorias, bibliografía e índice analítico.
En lo que toca a investigaciones geológicas en la península, el Ing. Mina explica que ésta ha sido objeto de estudios desde la época colonial, y que los primeros “fueron hechos con miras al descubrimiento de minerales metálicos y no metálicos, y no es sino hasta el presente siglo [XX] cuando se han efectuado exploraciones tendientes al descubrimiento de yacimientos petroleros.”
Dice que el primer informe que se conoce en este sentido es de William Gabb, publicado en 1869; después se produjo el de Waldemar Lindgren en 1890, y el de S. F. Emmons y G. P. Merrill en 1894.
Así nos enteramos de que, con propósito de explotación petrolera, los trabajos iniciales son de 1921, y fue N. H. Darton quien publicó su trabajo de geología económica.
Arnold Heim publicó al año siguiente un informe general sobre el Terciario peninsular, en referencia a los trabajos realizados por la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila” en 1915.
Se nos hace saber que antonio Pastor Giraud publicó ese mismo año el producto de las investigaciones que llevó a cabo un grupo de geólogos por encargo del Instituto Geológico de México.
En 1930, también patrocinado por esta institución, Hisazummi Hisakichi dio a conocer los productos de sus estudios en Baja California Sur, aunque “el trabajo más completo hasta la fecha” en la península es el de Carl Beal, originado durante 1921 pero editado en 1948.
En 1943, y en base a los estudios anteriores, Petróleos Mexicanos (apenas ocho años después de la expropiación decretada por el presidente Cárdenas) escogió a la parte sureña peninsular para explorarla “con fines petroleros”.
El libro que ahora reseñamos da a conocer el producto de esas investigaciones, el cual se ilustra con 19 cuadros, mapas y planos, entre los que destaca uno de rocas sedimentarias, ígneas y metamórficas en esta mitad meridional de la antigua California.

ACTUALIDAD


FÁBULAS ALIMAÑESCAS

Cuando se dieron cuenta de que en casa se habían cometido errores que a la postre permitieron la entrada de toda suerte de alimañas, era demasiado tarde.
De ningún modo porque quisieran tenerlas; al contrario: entraron a pesar de la repugnancia familiar por ellas, pero tuvieron que aceptar el hecho de que ya estaban ahí, haciendo el daño que los anfitriones merecían por su indolencia y desatención a la amenaza.
Lo cierto es que hacía ya tanto tiempo que las cosas marchaban razonablemente bien, que descuidaron y dejaron de aplicar con el debido rigor las normas de prevención y limpieza que las hubieran mantenido alejadas.
Pero ocurrió que proliferaron en tal medida que hasta llegaron a convertirse en miembros de la familia, a quienes éstos llegaron a ver incluso con simpatía –tal fue su forma subrepticia de penetrar- que les impidió advertir los riesgos de que la plaga llegara a tomar posesión de la casa.
Se aliaron convenientemente con otras tribus animales, exigieron derechos inauditos y arrojaron un día con tal violencia a sus ocupantes que la sorpresa y el asombro los dejaron inmóviles. Y al expulsarlos no dejaron de anunciarles que ahora en esa residencia las cosas marcharían mejor con ellas y sin sus antiguos habitantes.
Así quedaron éstos fuera del hogar que habían construido y por cuyo desarrollo y crecimiento habían puesto tanto empeño durante tantos años, en el transcurso de una larga historia de afanosa laboriosidad.
Pero no lanzaron a todos: la plaga decidió que permanecieran adentro los miembros de la familia que previamente se habían identificado con aquella, sin duda para salvar el pellejo porque preveían inminente su asalto. Entonces quedó entendido que éstos tenían una parte oculta de su naturaleza que los hacía proclives a la depredación, el pillaje y el despojo; por eso les resultó fácil entrar en componendas con los nuevos huéspedes al grado de convertirse en colaboradores que, desde luego, como integrantes de la pandilla, disfrutaron del botín.
Y sucedió lo previsible: las sabandijas, desprovistas de inteligencia, sin vocación para el trabajo y carentes de gusto por el esfuerzo, incapaces de hacer prosperar lo que habían tomado por la fuerza, fueron acabando con el patrimonio, los recursos, la heredad largamente acumulada... con todo.
Hasta con la identidad hogareña, porque les estorbaba, y pretendieron convencerse de que la historia de la casa comenzó cuando llegaron ellas.
Cuando intentaron explicarse qué había pasado, cómo era que a los anteriores inquilinos las cosas les habían funcionado y a ellas no, con el mayor desparpajo concluyeron en que fueron precisamente los antiguos habitantes de la vivienda los responsables de no dejar los elementos suficientes y permanentes que ellas pudiesen usufructuar sin tasa ni medida, como pensaron al principio.
Aquello despedía un olor nauseabundo.
El vecindario estaba harto, como es de suponerse, e instaba a los anteriores residentes a recuperar lo que eventualmente habían perdido por sus fallas, descuido, omisiones, errores y (digámoslo de una vez) negligencia inexcusable.
Desde hacía tiempo, los viejos moradores de la vivienda reflexionaban en ello, hacían actos de contrición al mismo tiempo que se organizaban y entre ellos y los vecinos hacían acopio de todo lo que les permitiera llevar a cabo, en plazos perentorios, las indispensables tareas que liberarían a todos de los perversos bichos.
Sabedores éstos de que a esas alturas no las tenían todas consigo, dentro de la comunidad maniobraron para ofrecer que en la siguiente temporada sí habrían de ser modelos de pulcritud y limpieza, encabezarían proyectos de higiene, bienestar y desarrollo mediante los cuales harían las cosas que en su oportunidad fueron incapaces de hacer o querer hacer.
Pero ya habían dejado de ser sujetos de crédito.
A pesar de ver cerca el fin de su temporal hegemonía, la costumbre del poder y la remota probabilidad de permanecer los llevaron a una lucha intestina por lo poco que aún quedaba, y eso los diezmó a tal grado que terminaron por perderlo todo.
En tales condiciones, los desalojados se aprestaron a darles la batalla definitiva...

HISTORIA


EFEMÉRIDES

ENERO

17 (1906). Nació en El Rosarito, municipio de Los Cabos, Baja California Sur, Jesús Castro Agúndez, quien sería prestigioso funcionario, escritor y político. Murió en La Paz el 26 de marzo de 1984.

17 (1984). Murió en la ciudad de México el Gral. de Brigada Librado Avitia Garcés, quien fue gobernador del territorio de Baja California Sur de octubre de 1924 a mayo del año siguiente. Recibió el cargo del general Miguel Piña y lo entregó a Carlos M. Ezquerro. “...se distinguió en su ejercicio gubernamental como un preocupado por el incipiente desarrollo de lo que ahora es el pujante estado libre y soberano de Baja California Sur.” (La Voz, 18 de enero de 1984, La Paz, BCS.)

19 (1930). Nació en Santa Rosalía, BCS, Armando Santisteban Cota, quien sería empleado bancario, hombre de negocios, directivo empresarial y diputado constituyente de su estado natal. Murió en La Paz el 19 de septiembre de 1998.

20 (1728). Los jesuitas Juan Bautista Luyando y Sebastián de Sistiaga fundaron la misión de San Ignacio Kadakaamán.

Juan Bautista Luyando nació el 24 de junio de 1700 en la ciudad de México; a los 16 años de edad ingresó al noviciado y luego hizo estudios de filosofía en el colegio jesuítico de San Ildefonso de Puebla. Una vez ordenado sacerdote fue enviado a misionar en California donde quedó adscrito como ministro en San Ignacio Kadda-Kaamán, cuya misión fundó, de su patrimonio personal, junto con el padre Sistiaga, y en la que permaneció durante seis años. Más tarde pasó al ministerio en la Casa de la Profesa de México y posteriormente fue rector del seminario de San Jerónimo de Puebla. Rector y prefecto de Salud en el colecio de Celaya, y con los mismos cargos después en el colegio de San Luis Potosí. Llegó a ser operario del colegio del Espíritu Santo de Puebla, y murió el 25 de junio de 1755 en el colegio Máximo de México.

Sebastián de Sistiaga era natural de Teposcolula, Oaxaca, donde nació en 1685. De 17 años de edad ingresó al noviciado jesuítico, y a los 27 fue ordenado sacerdote en Puebla. Enviado a California recibió adscripción a Santa Rosalía de Mulegé; recorrió la costa peninsular en busca de buenos puertos; fundó con el padre Luyando la misión de San Ignacio. Fue visitador de las misiones californianas. Pasó a la casa Profesa de México, donde fue prefecto de una congregación; enseguida al colegio del Espíritu Santo de Puebla, y ahí falleció el 22 de junio de 1756.
21 (1978). Murió en La Paz José María Garma González, pundonoroso militar, probo funcionario público. extraordinario maestro y excelente poeta, autor de No te ofrezco la tierra. Buena parte de su vida transcurrió en Baja California Sur, donde formó su familia. Era originario de Las Minas, Veracruz, donde nació el 28 de junio de 1903.

LIBRERÍA


Escritos y escritores de temas sudcalifornianos, por Gilberto Ibarra Rivera, Gobierno del Edo. de BCS (SEP), La Paz, 1998.

Volumen de 419 páginas con lo que su autor llama “visión histórica-literaria”, que constituye testimonio amplio, casi exhaustivo si ello fuera posible, de lo que anuncia su título, cuyo propósito fue, según se expresa en la parte introductoria, que “reúna el mosaico cultural de publicaciones escritas desde la época colonial hasta nuestros días...”
Sus tres grandes capítulos comprenden desde la literatura precortesiana en estas latitudes (recopilada por los europeos de sus informantes nativos), tocando el siglo XIX y el primer decenio del XX hasta el resto de esta última centuria. Abarca los diversos géneros escriturales: crónica, poesía, narrativa, biografía, dramaturgia, periodismo, así como de carácter científico: arqueología, antropología, etnografía, geografía y economía, principalmente.
El estudio ofrece además índices onomástico, temático y bibliográfico que facilitan enormemente la consulta de esta obra, producto del empeño de un investigador siempre interesado en la búsqueda y divulgación de la riqueza cultural de Baja California Sur.

ACTUALIDAD


Pasado, esperanza y profecía en el poemario de
Federico Galaz Ramírez

HISTORIA DE UN PUEBLO

Érase que se era un campo yermo alfombrado de riscos y cactáceas;
érase un sitio hostil en donde el hombre sólo en rara ocasión posó su planta.
En su estéril y árido subsuelo sólo arbustos desérticos medraban,
y en su gris superficie el matiz clorofílico escaseaba.

Y según legendarias tradiciones, cierta ocasión, cruzando la comarca,
un labriego encontró pequeños cuerpos de apariencia metálica,
de forma esférica y de color rojizo que en algunas colinas afloraban,
y a los que por su forma, “boleos” les llamaban.
Y boleo llamóse desde entonces a toda la comarca.

Aquel vulgar suceso en apariencia falto de importancia,
fue, sin embargo, la señal primera que por todos los rumbos pregonara
que aquel páramo estéril escondía en su profunda entraña,
un cúprico caudal que bien podría convertir la escasez en abundancia
y atraer hacia el páramo infecundo una feliz bonanza.

Y aquel lugar abrupto y solitario vio que su soledad era turbada
por el advenimiento tumultuoso de una corriente humana
que como hambriento enjambre concurría a saborear la miel de la bonanza.

Mas todo fue un engaño; la riqueza que aquel descubrimiento revelara
jamás benefició a los mexicanos que en talleres y minas laboraban.
Y la prosperidad apetecida se quedó convertida en esperanza.

En vez de la fortuna, el infortunio invadió la comarca.
A las calamidades naturales vino a sumarse la codicia humana
y la rapacidad incontenible de una empresa voraz y despiadada
que despóticamente se convirtió en casera plutocracia,
creando el tercer imperio que Jordán denunciara,
y que vidas y haciendas a su arbitrario arbitrio manejaba.

Y así,bajo tan pésimos auspicios nació una población predestinada
a vivir en eterna incertidumbre, a recibir mensajes de esperanza,
promesas mil, que nunca se han cumplido y proyectos sin fin que nunca cuajan.

Para colmo de males, los franceses que la empresa voraz administraban,
fincaron el poblado en un arroyo que, cuando es invadido por las aguas,
se transforma en torrente destructivo que no tan sólo es amenaza,
sino que ya ha segado muchas vidas humanas.

Y no es nada imposible que un meteoro, de intenciones insanas,
llegue un día con ímpetu bastante para arrastrar las casas.
Y eufemísticamente doy el nombre de casas a las sórdidas barracas
que en un tiempo ya lejano fueron nuevas pero que ahora son octogenarias;
y si por fuera aún lucen bonitas aquellas que han sido pintadas,
por dentro son pura polilla que a la menor presión se desbaratan
y constituyen un nidal magnífico de insectos, microbios y de ratas.
Y mientras tanto el tiempo siguió su eterna marcha.

De septentrión al austro se estremeció la tierra mexicana
con la explosión y cruento desarrollo de la contienda revolucionaria.

La causa popular salió triunfante sobre la oligarquía porfiriana;
mas las realizaciones y conquistas que aquel cambio de cosas auguraba
jamás se aproximaron a las costas bajacalifornianas.

La Baja California seguía estando lejos y olvidada,
y Santa Rosalía siguió siendo vorazmente explotada,
lo mismo en sus recursos minerales que en su riqueza humana.
Y para tal propósito sólo hubo una fórmula adecuada:
abatir los salarios y soslayar las leyes mexicanas.
Y todo se cumplió con tal destreza que al fín de la jornada,
México nada obtuvo. Las enormes ganancias
que la exhaustiva explotación produjo sólo beneficiaron a la Francia.

Tal parece que quiso en esta forma avarienta y judaica,
vengar la cruel afrenta recibida en el glorioso campo de batalla
en donde don Ignacio Zaragoza la hizo tres veces enseñar la espalda.

Y nuevamente el tiempo siguió su eterna marcha.

Las cupríferas vetas antes ricas con la exhaustiva explotación menguaban
al par que la conciencia adormecida del gremio laboral se despertaba.

La empresa explotadora presintió que los tiempos ya no estaban
para imponer su voluntad omnímoda y medrar a sus anchas.

Y así como los nautas timoratos abandonan la nave que naufraga,
así también la despiadada empresa, al ver que disminuían sus ganancias,
abandonó el trabajo y se dispuso a regresar a Francia.
Condenando a la pobre cachanía que tan vastas riquezas le brindara,
a quedar convertida en un pueblo fantasma.

Los franceses se fueron sin que el pueblo derramara por ellos ni una lágrima.
La ausencia de los amos fue, mas bien que sentida, festejada;
la inmensa mayoría sintió júbilo y alguna alma piadosa sintió lástima;
pero nadie expresó amistad sincera a quienes no supieron conquistarla,
y que aún al partir iban seguros de haber empleado sus mejores mañas
para que Cachanía no pudiera ya jamás figurar en nuestro mapa.

Pero cuánta razón tiene aquel dicho que en muy breves palabras nos enseña
que Dios no cumple antojos ni endereza personas jorobadas.
Porque muy a pesar de los deseos de quienes ya por muerta la contaban,
la pobre Cachanía siguió viva, y aunque desfalleciente y desmembrada
alzó la voz y demandó socorro con energía tal que fue escuchada.

La Se-pa-nal de Adolfo Ruiz Cortines atendió la demanda
y Fomento Minero movilizó sus técnicas brigadas
que utilizando el elemento obrero que a la tierra nativa se aferraba,
aunando inteligencia, fuerza y orden, consiguieron salvar la nave náufraga
que los medrosos nautas extranjeros optaron por dejar abandonada,
y que ahora hábilmente, por manos mexicanas tripulada,
se lanzó a navegar por nuevos rumbos, rumbos de humanidad, en que se aunaban
con la energía, la benevolencia, y con la autoridad, la tolerancia.

Por fin, tras más de un siglo de vigencia llegaban a estas playas
los derechos humanos promulgados por nuestra Carta Magna.

Ya no más despotismos medievales, ni aristocracias rancias.
Ya no más avaricia explotadora, ni sumisión atávica explotada.

Ante la augusta ley: TODOS IGUALES, y todos hijos de la misma patria,
con los mismos derechos y deberes y sin favoritismos ni ventajas.

Mas... lamentablemente, sólo hasta allí llegaban los beneficios constitucionales
y las conquistas revolucionarias, pues Santa Rosalía seguía estando
fatalmente obligada a dejar de existir en el momento en que el cobre nativo se agotara.

“That is the question” cual dijera el poeta que las cuitas de Hamlet nos relata.
¿De qué sirve la dicha si a la postre no habrá nadie que pueda disfrutarla?

Ante premisa tan desconcertante, tan desalentadora, tan ingrata,
lo lógico era que los cachanías en forma negativa reaccionaran.
Pues no, señor; las gentes de esta tierra no saben responder con represalias;
conocen el dolor y el desencanto pero ignoran el odio y la venganza.
Se les puede engañar, mas no por ello perderá la confianza.

Se les puede tener abandonados sin que por ello pierdan la esperanza.
Se les puede negar la carretera, pero ellos... seguirán esperándola.

Los hombres y mujeres de esta tierra gozan de valerosos justa fama
que en tiempos de elecciones ha sido muchas veces proclamada.
Y estoicos son, sin duda, mas no tienen la estoica sumisión de las caguamas
que esperan con paciencia dolorosa en inmóvil decúbito postradas,
morir, para cumplir con su destino de brindar suculencias culinarias.

Las gentes de esta tierra no se avienen a perecer sin presentar batalla;
y en tal virtud, sexenio tras sexenio, alzan su voz y claman
por la supervivencia de este pueblo que ve cómo se acerca la amenaza
de quedar convertido para siempre en un pueblo fantasma.

Y Santa Rosalía no es un rancho perdido entre montañas
que pudiera morir sin que su muerte tuviera la más leve resonancia.
Muy al contrario, Santa Rosalía es el centro vital de una comarca
en donde cuatro pueblos populosos y muchas rancherías aledañas
truecan la producción de sus esfuerzos y de lo necesario se avituallan.

Y si sensible es que un ser humano deje al morir su prole abandonada,
más sensible es aún que muera un pueblo y deje una región desamparada.
Y tal sucederá si Cachanía deja de figurar en nuestro mapa.

Y ya que alzo el apósito y descubro la purulenta llaga
que mina la salud de Cachanía y a fenecer la tiene sentenciada,
obligado me siento a señalar también la circunstancia
de que, tanto el trapito milagroso como la terapéutica adecuada
para evitar que cachanía muera, están latentes en su propia entraña
en la feracidad de su subsuelo, en la riqueza que sus mares guardan,
y en las manos callosas de sus hombres y hasta en la pobredad de sus montañas.

Si nació un Monterrey en un desierto donde prácticamente no había nada,
¿Qué razón “razonable” impedir puede que en Cachanía nazca
otro centro industrial de igual tamaño o mayor importancia?

HISTORIA


EFEMÉRIDES

ENERO

9 (1970). Murió en la ciudad de México el historiador Pablo L. Martínez.
Al término de su educación primaria ingresó a la Academia para Maestros que funcionaba en San José del Cabo, población cercana a Santa Anita, donde nació el 11 de enero de 1898. Ejerció el magisterio en su región natal y más tarde dirigió en la capital del Territorio el periódico Sudcalifornia, y en México la revista Baja California. En el mismo Distrito Federal compuso escenificaciones breves y obras didácticas.
Del interés por la historia de su provincia publicó Efemérides californianas (1950), Historia de Baja California (1956), Lecciones de historia de Baja California (1958), El magonismo en Baja California (1958), Sobre el libro “Baja California heroica” (1960) y Guía familiar de la Baja California (1965). Póstumamente fue editada su inconclusa Historia de la Alta California por el profesor Jesús Castro Agúndez.
Sus restos mortales recibieron sepultura en San José del Cabo y años más tarde fueron reinhumados en la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres.

9 (1930). Nació en Santa Rosalía, BCS, Armando Santisteban Cota, empleado bancario, hombre de negocios, dirigente empresarial y miembro del Congreso Constituyente de su estado por el II distrito. Murió el 19 de septiembre de 1998.

10 (1847). El pueblo de Los Ángeles cayó en poder de los invasores norteamericanos, que así se apoderaron de toda la Alta California.

11 (1898). Nació en Santa Anita, del hoy municipio de Los Cabos, el historiador Pablo L. Martínez, quien sería precursor de los estudios históricos de las Californias.

15 (1975). Fue promulgada la Constitución Política del Estado de Baja California Sur, uno de los documentos de mayor significación en la historia de esta entidad federativa.
Expedida por el Constituyente el 9 de enero de 1975, fue promulgada por el gobernador provisional Félix Agramont Cota seis días más tarde, cuando se distribuyeron al público los primeros ejemplares de la primera edición, realizada en facsímil del original que se entregó para su promulgación, por lo cual este tiraje es de interés también para coleccionistas.
Constó de diez mil ejemplares y fue impresa en los talleres del periódico El Tiempo en papel Riverside y portada en Afton de 201 Kg.
Abarca 167 artículos inscritos en once títulos y 16 artículos transitorios, orientada firmemente a las modernas corrientes políticas, económicas y sociales del constitucionalismo occidental.
Por ejemplos, señala como función del Estado la promoción del desarrollo económico y la regulación del proceso demográfico; en el renglón de garantías sociales, organización del patrimonio familiar sobre la base de su inalienabilidad y exención de embargo y gravamen; la protección del hogar, la maternidad y la infancia, así como el derecho correlativo a la calidad de padres, la determinación libre, informada y responsable acerca del número y espaciamiento de los hijos, y su educación como deber supremo ante la sociedad.
Expresa que todo hombre y mujer son sujetos de iguales derechos y obligaciones ante la ley; establece la obligatoriedad y la gratuidad de la educación media básica; dispone que toda persona reducida a prisión tiene derecho a la readaptación social sobre la base del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación y la reestructuración de su personalidad.
Integra al Congreso del Estado con diputados de partido; indica que todos los contratos y concesiones que el gobierno estatal y los ayuntamientos tengan que celebrar para ejecución de obras públicas y servicios, serán adjudicados en subasta; ordena la elaboración de planos reguladores por las administraciones municipales y estatal, etc.
Esta carta, que norma la convivencia entre los sudcalifornianos, continúa siendo, en varios sentidos, un código fundamental en la vanguardia del constitucionalismo mexicano.

LIBRERÍA




Baja California. Biografía de una península, por Francisco Santiago Cruz, Ed. Jus (colección México heroico, 99), México, 1969.

En 84 páginas ofrece el autor una visión amplia de lo que ha sido y significado la península bajacaliforniana para sí misma y en los ámbitos nacional y universal. Sus siete capítulos son:
1. En el que la historia principia: En busca de un nombre, Así escribieron los cronistas, La bahía de Santa Cruz.
2. En busca del perfil de sus costas: Cabrillo, Vizcaíno y otros marinos más, El país de las perlas, Por el mar de Cortés, Pedro Porter Casanate.
3. Como un mágico impulso: Las primeras misiones, Su mayor esplendor, Por orden del rey, Un testimonio de la época.
4. Donde el hilo se pierde: Ya en el siglo XIX, Segunda mitad del siglo, En el mundo de los libros.
5. Las últimas décadas: Fondo Piadoso de las Californias, A partir de 1910, Un nuevo Estado.
6. La realidad geográfica: De Tijuana al cabo San Lucas, Sus montañas, sus ínsulas, Mare nostrum.
7. Islas, lluvias y ostras: En aguas del golfo, Humedad en la tierra, Madreperlas, A manera de semblanza.
Este último subcapítulo es especie de resumen en el cual Santiago Cruz expresa que en su obra “Se han traído a colación fechas, hechos, sucesos de muy diversas épocas, desde el descubrimiento del hermoso puerto de Santa Cruz, hoy de Nuestra Señora de La Paz. Se ha querido escribir así –afirma- la semblanza de una provincia mexicana que por su geografía, por sus recursos merece una especial atención, un mayor estudio para hacer realidad lo que tan sólo es una tierra de promisión.”

ACTUALIDAD


EN TORNO A LA EDUCACIÓN SUDCALIFORNIANA

Debemos partir del principio de que en la educación se halla la solución de todos nuestros problemas: desempleo, corrupción, analfabetismo funcional (de quienes saben leer pero no leen), delincuencia, pobreza extrema, padecimientos de salud, etc.
Por su parte, la educación sudcaliforniana ha funcionado en los últimos tiempos como una isla en la estructura administrativa del estado. Es necesario vincularla a las instancias y organismos que atienden y promueven servicios a la salud, el desarrollo económico individual y social, el turismo, la ecología, la cultura en general, la cultura física, la juventud, la familia, la mujer y los niños, principalmente. En particular, los asuntos de la juventud merecen ser atendidos en un nivel preferente del gobierno del estado.
Los regímenes precedentes y actual sólo han ejercido una política educacional, meramente burocrática, sin diseñar ni ocuparse de una verdadera política educativa, que eduque, que no se limite a aplicar los recursos provenientes de la federación y el erario estatal.
A este respecto deberán ser corregidas las graves anomalías reportadas por la Auditoría Superior de la Federación, que en el gobierno que está por terminar detectó falta de transparencia en el manejo de los recursos federales correspondientes al Fondo de Aportaciones a la Educación Básica y Normal, incumplimiento de normas para la administración de recursos humanos, aplicación indebida de dinero de la federación y cobro de nóminas en centros de trabajo inexistentes.
En el último docenio, educar ha sido una función a ciegas: No hay perfiles de egreso de los sucesivos niveles de la educación media; nadie sabe qué tipo de sudcaliforniano están formando nuestras escuelas.
Sin desatender los vínculos imprescindibles con el sistema educativo federal, es urgente diseñar y ejercer un sistema educativo propio: un Sistema Educativo Sudcaliforniano.
Es necesario volver a los valores, virtudes y preceptos de la Sudcalifornidad, ese sentimiento que nos vincula a esta tierra y que nos lleva a conocerla, amarla, defenderla y enriquecerla.
Habrá que rescatar el reconocimiento que debemos a nuestros maestros e incrementar sus conquistas profesionales, laborales y salariales legítimas.
Se requiere hacer obligatoria la enseñanza y el aprendizaje de la prehistoria, la historia, la geografía, la literatura y todo aquello que fortalezca los lazos de los niños, los jóvenes y las familias con Baja California Sur; fomentar en todas partes, pero especialmente mediante la educación, la inteligencia de los sudcalifornianos: existe un gran potencial desatendido en materia de imaginación creadora y búsqueda del conocimiento que puede engrandecer a esta parte de México en los contextos nacional y universal.
Nuestras escuelas deben enseñar a aprender, a que cada estudiante llegue por sí al conocimiento y no se limite a ser sólo un repetidor automático del saber que han hallado otros.
La educación superior debe impartir cursos de autogestión empresarial y ejecutar programas de empleo, ya que los altos índices de desocupación son nutrientes fundamentales de buena parte de los actos delictivos.
Debe impulsarse una cultura deportiva desde los primeros años, con visión de futuro, más allá de los seis o tres años de cada administración, y dejarse de aprovechar el triunfo de los deportistas para que los funcionarios públicos se tomen fotos con ellos y sus medallas.
Es preciso impulsar una cultura de la nutrición y de rechazo a la comida chatarra, no sólo en la escuela sino en todas partes de la sociedad.
Democratizar la cultura: promover y servir, no pretender manejarla ni dirigirla. Los artistas, escritores, artesanos y académicos realizan su tarea aunque el gobierno no los apoye, pero si lo hace les facilitará esa tarea, sin inmiscuirse en su libertad.
Se debe vincular estrecha y prácticamente a la producción cultural con el turismo, la economía, la ciencia, la tecnología, en toda la actividad de crecimiento material y espiritual porque la cultura está en todas partes y no es solamente espectáculo, exposición o conferencia.
La educación sudcaliforniana está llamada a ser, a corto, mediano y largo plazos, el medio más eficiente para superar nuestros rezagos, las calamidades que golpean a la sociedad, para cumplir las metas diferidas durante tantos años de corrupción, nepotismo e ineficiencia en que los administradores públicos no han tenido más objetivo que llevarse a sus casas y cuentas bancarias el botín que les ha significado Baja California Sur.
Por eso en la nueva perspectiva de nuestro estado, que busca retomar el camino del verdadero desarrollo hacia el pleno y duradero bienestar de sus habitantes, a la educación sudcaliforniana se le tendrá que dotar de un nuevo sentido: el del amor a Baja California Sur por la vía del conocimiento, porque sólo se puede amar y cuidar lo que se conoce.

em_coronado@yahoo.com.mx





HISTORIA


EFEMÉRIDES

ENERO

6 (1977). Murió en La Paz Marcelo Rubio Ruiz, prestigioso catedrático, maestro de varias generaciones de profesores, funcionario público y senador de la República por BCS. Varias instituciones educativas de esta entidad llevan su nombre. Nació el 10 de octubre de 1932.

LIBRERÍA




Baja California and the Geography of Hope, por Joseph Wood Krutch y Eliot Porter, Sierra Club, Ballantine Books, San Francisco, California, 1969.

Este libro se abre con la noticia de que fue Wallace Stegner la primera persona en hablar del desierto como parte de la geografía de la esperanza.
La península de Baja California –dice- es una isla de esperanza, y esta obra pretende ser una introducción a su geografía, tratando de que la civilización y su desarrollo tecnológico le permitan conservarse. “Sin el desierto de la Baja California –afirman los autores en el prólogo- el mundo estará más cerca de ser una prisión.”
En 160 páginas contiene cuatro interesantes capítulos más 73 láminas en color, de belleza espléndida, cada una digna de enmarcarse para tener a la vista y recordarnos cuánta responsabilidad tenemos todos los peninsulares de cuidar este entorno frágil y ya no tan alejado de intereses que pueden dañarlo si cometemos el error fatal de permitirlo.
Porque finalmente la riqueza natural que posee la Antigua California no es solamente nuestra sino patrimonio del género humano.