ACTUALIDAD


BIBLIOTECAS SUDCALIFORNIANAS
XXVII ANIVERSARIO



El Programa Nacional de Bibliotecas fue establecido por el presidente Miguel de la Madrid el 2 de agosto de 1983.
Veinte días después viajé a la capital del país y, en mi carácter de director de [servicios a la] Cultura del gobierno de BCS, me hallaba en la entonces dirección de Publicaciones y Bibliotecas de la Sep solicitando la incorporación de mi entidad al programa y, consecuentemente, a la Red Nacional de Bibliotecas Públicas.
Veinte días más tarde, al término de la primera reunión para el Desarrollo Cultural Sudcaliforniano fue inaugurada por el gobernador Alberto Alvarado la Biblioteca Central del Estado, con el nombre del poeta Leopoldo Ramos, en la ciudad de La Paz. (Álvarez Rico entre Jalisco y Colima).
El día preciso de inicio del despegue bibliotecario sudcaliforniano, entonces, fue el 11 de septiembre de 1983.
En el primer semestre de 1985 anunciamos el anticipado cumplimiento, en esta entidad federativa, de uno de los objetivos primordiales del programa, que consistía en establecer un centro bibliotecario en cada cabecera municipal, que a la sazón eran cuatro, aunque para esa fecha ya estaban funcionando seis nuevas bibliotecas.
Una de éstas era la “Maestro Justo Sierra”, reinstalada ya el 1 de abril de 1978 en su actual edificio del “Sobarzo” (Altamirano y Constitución), donde se continúa custodiando el acervo que correspondió a nuestra capital dentro de aquel patriótico empeño de José Vasconcelos, y que en Sudcalifornia no se frustró, evidentemente.
El Sistema Nacional de Bibliotecas tuvo desde entonces el objetivo primordial de que dichos centros de consulta y lectura fuesen, además, lugares de expansión cultural y recreación mediante talleres, cursos, exposiciones y cuanto resultara menester para convertirlas en agentes dinámicos de desarrollo comunitario.
Al inicio del mandato del gobernador Liceaga Ruibal (1987) existían ya 12 instituciones que prestaban servicios bibliotecarios en esta mitad peninsular. Al término de esa administración operaban 22, es decir que el crecimiento sexenal en este campo fue de 83 %.
Hasta 1999 operaban en nuestro estado 39 bibliotecas:
Desde entonces a 2010 hay registro total de 57, o sea que en estos once años han sido creadas 18, aunque en el sitio web de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas (http://isc.bcs.gob.mx/bicentenario/inicio/micrositios.php?id=11) aparecen 55: La Paz 17, Los Cabos 9, Comondú 15, Loreto 2 y Mulegé 12.
La celebración de estos 27 años del nuevo impulso sudcaliforniano en favor del establecimiento y operación de bibliotecas públicas, es buena ocasión para reflexionar en la significación que han tenido en la promoción de la cultura de Baja California Sur.


HISTORIA


EFEMÉRIDES SUDALIFORNIANAS

SEPTIEMBRE

21 (1920). Se hizo cargo de la gubernatura del distrito Sur Agustín Arriola Martínez, como resultado del plebiscito dispuesto por el presidente Adolfo de la Huerta. El proceso electoral culminó con los comicios del 15 de agosto anterior que dieron el triunfo a Arriola quien, de acuerdo con don Pablo L. Martínez, “disfrutaba de grandes simpatías entre todas las clases sociales.” El nuevo gobernante sustituyó en el cargo al general Francisco D. Santiago, quien proveniente de la gubernatura de Nayarit lo había asumido en mayo de ese mismo año.

22 (1806). Nació en San José del Cabo Mauricio Castro Cota, quien tendría desempeño relevante en la resistencia de los sudcalifornianos contra la intervención norteamericana en 1846-1848. Murió en 1879.

LIBRERÍA


Guía de manuscritos concernientes a Baja California en las colecciones de la Biblioteca Bancroft, por Rose Marie Beebe y Robert M. Senkewicz, University of California, San Diego, 2002, Berkeley, 615 págs.

Si bien el historiador Arthur Walbridge North llamó “Madre de California” a la península bajacaliforniana en 1910, ésta ha recibido poca atención por parte de los investigadores norteamericanos, al grado de que los estudios sobre las misiones y los asentamientos civiles de Alta California parten de 1769, año de la llegada de los franciscanos a esa California continental provenientes del sur peninsular. Igualmente han sufrido desatención los estudios sobre las relaciones que se produjeron desde entonces entre ambas.
Ciertamente la historia de las Californias no empieza en 1769 en San Diego sino en 1533 con el arribo de Fortún Jiménez y sus amotinados a lo que hoy es La Paz.
Si bien se conservan grandes cantidades de documentos sobre el asunto californiano en archivos como el General de Indias, en Sevilla; el General de la Nación, en México; y el Histórico “Pablo L. Martínez”, de La Paz, así como en varios sitios menores, la Biblioteca Bancroft de la Universidad de California en Berkeley se distingue por la cantidad e importancia de su acervo en esta materia.
Los autores de la obra que hoy se reseña, catedráticos de Español e Historia, respectivamente, en la Universidad de Santa Clara, California, han empleado muchos empeños y tiempo a la catalogación cronológica de la documentación que se halla en dicho repositorio, que arrojó alrededor de 5,000 fichas, y que es mayormente asequible mediante los índices que conducen directamente a la información buscada.
La primera es de 1609 (copias de cédulas reales) y la última de 1987 (Mujeres de California en el campo de la botánica).
Finalmente puede decirse que instrumentos como éste constituyen valiosos y casi imprescindibles recursos para la investigación, pues la facilitan, estimulan y dinamizan.