LIBRERÍA


Paralelo 28, por Enrique Cárdenas de la Peña, secretaría de Obras Públicas, México, 1976, 199 págs.

Con el subtítulo de “Testimonio vivo de un camino” se dio a la luz esta magnífica edición del trabajo de un destacado estudioso de los asuntos bajacalifornianos, a propósito de la puesta en servicio de la carretera transpeninsular a finales de 1973.
La advertencia preliminar es del ingeniero Luis enrique Bracamontes, a la sazón titular de la dependencia federal productora del volumen.
Está dividido en tres capítulos: el primero –“ayer”- trata de los antecedentes de la colonización de esta provincia, los viajes patrocinados por Cortés, la presencia de Atondo, Kino y Salvatierra, Clemente Guillén, Rodríguez Lorenzo, Consag, Barco y Link, Portolá, Serra, Gálvez, Crespí y toda la cantidad de personajes que desde los siglos XVI al XIX recorrieron e impulsaron los caminos en la difícil geografía de la península.
El segundo –“hoy”- recorre el paisaje de pueblos y ciudades de sur a norte, de Cabo San Lucas a Tijuana -1708 kilómetros exactamente-, mientras proporciona datos técnicos en relación al procesamiento de la obra.
Y el último –“mañana”- plantea el desarrollo potencial que para la península está implícito en el funcionamiento de la carretera, a través de la construcción de una red vial de entronque con aquélla, la muy recomendable protección de los recursos naturales, fomento del turismo, electrificación, pesca y todo lo demás.
Profusamente ilustrada con fotografías, cuadros, planos y dibujos, una extensa bibliografía y abundantes notas elevan aún más las superiores cualidades de este libro, entre los mejores que se han publicado acerca de la California mexicana.