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VALORES HUMANOS EN SUDCALIFORNIA

Las crisis de la sociedad son las de cada uno y del conjunto de sus componentes. Las "crisis de valores" son, pues, crisis del hombre. Entonces, la respuesta adecuada a ello habrá de ser la promoción y el fortalecimiento de los valores humanos, aquellos que el hombre ha creado, adoptado y ejercitado para sustentar en ellos no sólo su bienestar, desarrollo y realización, sino aun la supervivencia de la especie.

La agresividad, la persecución, la intolerancia, la corrupción, el afán desmedido de lucro, la ausencia de respeto en las relaciones convivenciales, el fraude, el engaño y toda forma de conducta antisocial que atenta contra la dignidad y el patrimonio del otro, tanto como el desdén por las manifestaciones ejemplares de la cultura, son expresiones genuinas del desconocimiento, la pérdida u omisión de aquellos valores.

En su deseable recuperación -así como en el logro de la subsecuente elevación de la calidad personal y colectiva en búsqueda de la excelencia ciudadana-, los sistemas educativos están llamados a ejercer un desempeño que no tiene par.

Baja California Sur, escenario de una cultura de la dificultad formada desde su más remoto pasado, posee valores que le han dado perfil y que deben ser estimulados en la procuración de su reconocimiento y ejercicio.

Es verdad incontrovertible que en Sudcalifornia vive latente el germen de la excelencia ciudadana al que le ha impedido desarrollarse
esta época de preferencias materiales sobre los más altos bienes del hombre.

Este pueblo no padeció la esclavitud, el repartimiento y la encomienda ni otras denostables instituciones de la colonia, que marcaron decisivamente el carácter de los mexicanos del resto del país pero que aquí no inocularon sus secuelas aberrantes.

Este pueblo se ha formado en una naturaleza avara que le exige, desde siempre, mayor esfuerzo, mayor denuedo y, generalmente, mayor sacrificio y persistencia. Por eso es reservorio de especiales virtudes.

Con la calidad humana de que todo ello deviene, y pese a las actuales -por fortuna perentorias- confusiones en nuestra existencia socio-política, podemos apostar sin riesgos a un porvenir en el que esta antigua California habrá de alcanzar la grandeza a que está incuestionablemente destinada.

Correo-e: em_coronado@yahoo.com